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lunes, abril 24, 2006

Galardonada Nydia E. Chéverez


Nydia E. Chéverez ha sido galardonada con el Segundo Premio de Cuento en el certamen literario del Centro Cultural de Manatí que tuvo su celebración el pasado fin de semana. El cuento de Nydia titulado La leyenda de los príncipes y los sapos, ya había sacado aplausos y fuertes vítores en una lectura de cuentos llevada a cabo en meses pasados en Café Berlín. La autora muy amablemente nos permite incluir el cuento en este espacio:


Cuento Premiado:
La leyenda de los príncipes y los sapos
©Nydia E. Chéverez, 2005

Érase una vez una princesita a la que le repitieron muchas veces que las mujeres somos frágiles y delicadas como rosas. Que es nuestro fin máximo en la vida el encontrar un príncipe azul que nos haga feliz. Bueno, existe algo de flexibilidad con eso de los colores. No necesariamente tiene que ser azul. Lo cierto es que la princesita se hizo mujer preparándose para conquistar al príncipe que algún día la desposaría. Y así, como en el cuento de hadas en el cual es necesario que la princesa bese a un sapo para que se convierta en su príncipe, encontró muchos sapos a los que besó en su afán de que se concretara el anhelado encuentro.

Pero a pesar de los besos, sapos se quedaban, porque eso era lo que sabían ser. Y en el vano intento de trastocar su naturaleza, se hizo larga la lista de besos a su haber. Con cada nuevo cumpleaños, su desesperación aumentaba. El príncipe no aparecía. Sin embargo, pudo reconocer que en ese proceso, a algunos les tomó cariño y disfrutó de su compañía. Aparte de que descubrió que hasta el sapo más sapo sobre la Tierra, tiene algo que lo hace especial y que su aspecto resbaloso y en apariencia asqueante, esconde atributos que con el tiempo afloran y ya no resultan tan desagradables.

Sin embargo, lo esperado era que siguiera buscando al príncipe y no perdiera el tiempo con los sapos. Así que muy pronto se deshacía del sapo y seguía su inútil búsqueda de encontrar otro príncipe. Y un inesperado día apareció uno…al cual muy emocionada quiso devorar a besos. Mas sólo uno fue necesario para que, para su sorpresa y frustración, se convirtiera en sapo. Del susto, lo echó lejos de sí.

Siguió pues, besando sapos que a pesar de los conjuros de su amor, se negaban a convertirse en príncipes. Veía simultáneamente que a muchas de sus amigas y conocidas le sucedía lo mismo. Y cuando ya estaba totalmente desesperanzada, un día tuvo éxito. Por fin, apareció un sapo al que besó e inmediatamente se convirtió en príncipe. Y se sintió realizada.

Pero su satisfacción duró muy poco. El príncipe que había creado era exageradamente atento y complaciente, y, pasado un tiempo, hasta eso llegó a cansarle. Además percibió que su conducta era una táctica sutil con la cual, en verdad reafirmaba que era su dueño. Aún más, se percató de que era aburrido y predecible. Y un día, para sorpresa de aquellas amigas que envidiaban su suerte, abandonó al príncipe. Lo que más les sorprendió a éstas, que hasta llegaron a pensar que se había vuelto loca, fue la explicación que ofreció para justificar su conducta. Incrédulas expresaron:
—¿Sabes cuántas quisieran tener la suerte que tuviste de encontrar un príncipe?
¿Por qué lo hiciste?
—Porque me amaba demasiado. Me cansé de tanta atención.

De manera que no pasó mucho tiempo para que se encontrara nuevamente en la búsqueda de sapos a los que convertir en príncipes. Hasta que cansada de besar sapos que se convertían en desabridos y predecibles príncipes, decidió casarse con su soledad. Y cuando ya no tuvo afán de encontrar su príncipe, se encontró a sí misma. Descubrió que en el proceso de buscar una leyenda había descuidado su propio ser. Y se sintió feliz.

Mas se percató de que el haber besado tantos sapos intentando trastocar su esencia para hacer de uno de ellos el príncipe de su necesidad inventada, la transformó en lo que ahora era. Y vio que no era necesariamente dañino el estar con sapos, de hecho, podía ser bueno y placentero. Y extrañamente, comenzó a añorar los sapos que, sin darse cuenta, habían llenado su vida. Así que se lanzó a la calle, firmemente decidida a encontrar un sapo con quien compartir su felicidad.

Pero llegó tarde. Ella y todas las que como ella creyeron el cuento de la indispensable presencia de un príncipe, habían besado tantos sapos que se convirtieron en príncipes, que los sapos, eran ahora, una codiciada espécie en peligro de extinción. Para colmo descubrieron que raras veces el conjuro funcionaba al revés. Los sapos convertidos en príncipes, no necesariamente volvían a ser sapos.

¡Qué injusta es la vida! Cuando buscas príncipes sólo encuentras sapos y cuando aprendes a amar a los sapos, sólo abundan los príncipes! Lo cual nos deja sólo dos opciones: o compites por los escasos sapos o te conformas con un simple príncipe. Y el conjuro de amor se transmutó en una especie de maldición infinita. Es por eso que desde entonces, las que nos creemos princesas exhibimos esa afinidad morbosa por los sapos. Y la solidaridad entre mujeres existe, mientras no ansiemos ambas al mismo sapo.

martes, abril 11, 2006

Texto de presentación de Los Documentados
por el admirado colega José Borges


El escritor y colega José Borges dio lectura a un pergamino de presentación sobre la novela de mi autoría, Los Documentados el pasado 6 de abril. Fue un verdadero honor que este joven escribano representara tal acto inaugural a través de una lectura iniciatoria, a modo de inmersión bautismal literaria. Esto lo hizo frente a un sustancioso y convidado grupo que unido por las letras se dio lugar en La Tertulia de Río Piedras, la pasada semana. Antes que él, la afamada escritora Mayra Santos Febres tuvo la deferencia de presentar datos literarios de ésta servidora en una entusiasta ceremonia a su vez dirigida por la célebre gestora cultural Bárbara Forestier.

A continuación, se ha incluido en este espacio, el texto al que dio lectura Borges.
Para ver el original visitar http://elblogdeborges.blogspot.com/


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Buenas noches.

Mi nombre es José Borges, y tengo el honor de presentar la novela de Yolanda, Los Documentados.

Cuando uno considera que la señora Arroyo Pizarro pudo conseguir a un autor reconocido, como Luis López Nieves o Mayra Santos, para hacer esto, el honor es aún mayor.

Es una presentación tardía, ya que el libro salió el año pasado. Como si hubieran realizado una fiesta y la novela estuviese escondida en una esquina, mirando todo lo que pasaba. Entonces, pasan las horas y te la presentan, y te preguntas cómo pudieron llamar esto una fiesta sin su presencia.

Así que, esto es más celebración que presentación; pero no creo que nadie objete el hecho.

Dicho esto, quiero tomar un momento para hacer una confesión pública: estoy muerto de envidia. Sí: envidia.

No sólo porque haya publicado su libro (algo que muchos aquí quisieran poder decir), sino también porque te hace pensar, reflexionar, considerar otros puntos de vista, sentimientos o acciones que muchos narradores no logran.

No sólo lo hace con su primera novela, sino que, ¡lo hace desde el título de su primera novela!

Recuerdo que, cuando escuché el título por primera vez, por alguna razón (tal vez porque soy malísimo con esto de nombres y títulos… apenas recuerdo los títulos de mis cuentos), por alguna razón la llamaba Los indocumentados. Peor, cuando se la mencionaba a la autora, lo hacía con el título incorrecto.

Todavía me pregunto por qué no nunca me corrigió… a lo mejor porque no fui el único que cometió el error.

Pero, dado el tema de la trama, es un error fácil de comprender. Gran parte gira entorno a los inmigrantes dominicanos que llegan a nuestra isla. Palabra denigrante, ¿no? Indocumentado. No tendrán documentos, pero, gracias en parte a esta novela, no se puede decir que no han sido documentados.

Un juego de palabras desde el título. Envidia: 1 José: 0.

Tal vez esté equivocado, pero creo que es la primera obra de narrativa que trabaja el tema desde ese punto de vista. Hay varios autores que han jugado con el tema del inmigrante a otro país, o del puertorriqueño como inmigrante. Sin embargo, no recuerdo ninguna en la que nosotros seamos el país destinatario.

Tema fértil, aunque difícil; posiblemente controversial. Envidia: 2 José: 0.
Entonces, gracias a una gran labor investigativa, la autora nos presenta varias facetas de este fenómeno. Incluye desde el racismo ignorante que creamos, hasta el mercado negro que se forma no sólo al transportar gente a Puerto Rico, sino al transportarlos por la Isla y, en ocasiones, convertirlos en documentados.

Todo entorno a la vida cotidiana de Kapuc, su hermano Vito y su madre, Karen; una familia que se enfrenta a los problemas de la cotidianidad, tan conocidos para nosotros; la lucha de la madre sola; el descenso del hijo al bajo mundo… todo documentado por Kapuc, la protagonista de la obra. Hacen de esta novela un reflejo interesante y bien logrado sobre la realidad de esta sociedad.

Investigación relevante: Envidia: 3 José:0.

Yolanda crea una protagonista adorable, especial. Utiliza un punto de vista casi mágico cuando narra desde la perspectiva de Kapuc. Logra transmitir la falta del sentido de la audición en la niña de manera convincente.

Envidia: 4 José: 0.

Crea un pueblo ficticio tan verosímil, que me hizo dudar sobre su inexistencia.
Envidia: 5 José: 0.

Podría seguir el resto de la noche enumerando las razones por las cuales me causa envidia esta novela. Pero es envidia de la buena, de la que nos inspira a nosotros, la nueva generación de autores puertorriqueños, a aceptar el reto y buscar cómo darnos a conocer... y a respetar.

En verdad no es envidia lo que siento; es admiración.

Hay un hecho que me aterroriza: Sólo 10% de los autores publicados pueden subsistir escribiendo exclusivamente. Y sospecho que el porcentaje de autores puertorriqueños que viven de la escritura es mucho menor. Trabajan como profesores, abogados, educadores, estudiantes, coordinadores… lo que sea. Esto les indica que autores como Yolanda no escriben para vivir… vivimos para escribir.

Requiere valentía, confianza, esfuerzo, dedicación y talento para escribir una obra como ésta. Así que, le doy las gracias a Yolanda por compartir su novela con nosotros. Espero que algún día también podamos vivir de la escritura. Así podrás agraciarnos con más novelas. Espero que de ahora en adelante utilices el título de Escritora donde quiera que vayas. Eso de Instructora Educativa es tu trabajo a tiempo parcial, si acaso.

Aunque dije que esto era más celebración que presentación, vale la pena seguir al menos un protocolo: Novela de Yolanda Arroyo Pizarro, te presento al resto del mundo; querido público, les presento a Los Documentados.

Muchas gracias.