Fui a la nueva Asamblea de Hacedores esperando verlo y lo vi. Es tanto lo que se habla de Él. Es el gran Yav; así le decimos sus colegas co-creacionistas. Lo vitoreamos y le aplaudimos. Yo mismo lo he visto en acción y me impresiona cada vez que habla, que truena, que dictamina y expresa lo que sucede en su Mundo. Es digno de admirarse, pero, como todo lo que sucede de forma novedosa, de forma poco convencional, también es digno de ser temido.
Los Seres Supremos tenemos poco tiempo para intercambiar ideas. Estamos demasiado ocupados moldeando nuestros respectivos Ordenes Universales. A cada uno nos ha tocado un Universo. Si bien es cierto que se disfruta un poco de la alabanza a cada Creador, la ansiedad nos traga. Vivimos temiendo que nuestro Orden Universal desfallezca. Si se nos muere, si se nos marchita, estaremos dejando expuesta nuestra debilidad frente a los otros.
Yav se ha atrevido a dirigir su Orden sin las criaturas gigantes, y eso ha tomado por sorpresa al resto de la Asamblea. Ha propuesto un cataclismo que ha costado recursos y que ha traído una nueva Era a sus especies. Hay quienes la llaman Glacial. Hay quienes la envidian, porque a partir de ella él ha logrado avanzar en sus designios. Es un Hacedor progresista, revolucionario, que no se ciñe a las pautas y que a pesar de eso, logra todo lo que se propone. Con ello ha extendido la vida a su magna creación, la de los que piensan y palpitan. Los ha dejado crecer y multiplicarse. Ha avanzado sus propósitos y ha logrado poblar su Mundo más rápido que cualquiera de nosotros. Nadie tiene sus propias esferas de vida en el estado en que las tiene Él. Ha tomado la delantera.
Se ha ganado loas, felicitaciones, pero también se ha ganado el resentimiento de los otros Hacedores más fundamentalistas y conservadores. Los más lentos en cuanto a la multiplicación de la especie le piden explicaciones que todos sabemos Él no tiene que dar. El Gobernante Luc, del universo contiguo al de Yav, le ha extendido un reto. Se ha molestado por la supremacía que a todas luces despide éste. Ha tomado el asunto como una competencia personal. Su Orden Universal aún no da frutos y ha acusado a Yav de monopolista y deshonesto. Nada de malo hay en ser de avanzada, le hemos dicho algunos varios, pero Luc se empeña en el desafío.
Yo sólo observo, soy muy joven, y quiero aprender todo cuanto me sea posible en beneficio de mis creaciones. Soy el del quinto Orden Universal hacia el oriente, y ya he poblado casi la mitad de mi planeta primigenio con criaturas bases. Me ha tomado más de siete tiempos, a pesar de todo. Aún no logro resolver el asunto de mis leviatanes, ni de mis behemotes, pero ciertamente algún día lo descifraré. El resto tampoco ha progresado tanto, pero nos llenamos de paciencia. Nos sentamos en la Sala de Creadores uno al lado del otro, y tratamos de sacar el mayor provecho a la reunión.
Mientras, Luc entra en la Asamblea y despide rabia. Mira alteradamente al Cuerpo de Hacedores y se acerca a Yav. Has puesto tu atención en otro de mis siervos, le imputa éste y Luc no lo niega. Tiene experiencia tentando a la especie que mora en ese otro Mundo que no es suyo. He puesto mi atención en tu Job. Déjame tocarlo, quitémosle tu protección y veamos si no te maldice en tu propia cara. Yav asiente.
No es su Universo. No le pertenece a Él; no tiene nada que ver con él. El desafío es totalmente innecesario. Nadie entiende como Yav se lo permite.
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Publicado en Derivas.net
Qué bonito leer esto Yolanda!
ResponderBorrarCiertamente, tampoco comprendo cómo ha llegado a tal grado lo permisible. Algo se trae el grande entre grandes. Lo innovador se vuelve impredecible, pero el objetivo no deja de ser.
Pensaré en ello este día.
:)
Fuerte abrazo!