Amanecer en Santo Domingo, luego de un Nocturno. Suspirar. Aspirar el Desamparo de lo eterno. Matilde, la diva, la que quiere ser como su amiga Sirena Selena, la del último cuento de Moises Agosto Rosario me traga viva. Me besa. Somos ninfas andróginas ambas. No tenemos género y no me importa. No me importa, la verdad.
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