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lunes, mayo 21, 2007

Puedo sentirte


Llegaste. Puedo sentirte. Has venido a verme. Acaricio la pantalla y los pixeles que me muestran tu visita. Le sonrío al sentimiento aún sabiendo que es indebido. Se que no debo. Las chicas y yo discutimos sobre ti el sábado, te extraño.

Anoche miré nuestra luna. Parecía una enorme sonrisa con lunar de supermodel. Todos los días te pienso, y sé que hago mal. No hay momento en que no estés presente, aunque ya no duela.

De mis cosas te cuento que la medicación no ayuda. La obsesión a la no existencia me asalta en todos lugares, en cada momento. Voy a morirme conduciendo, durmiendo, duchándome. Ayer abracé tanto a mi hija que hasta sus ocho años lo resintieron. Me mira sospechosa. ¿Vas a irte?, parece preguntarme. ¿A dónde? Si no tengo a dónde y no quiero tampoco. Ese es mi problema. Mi fijación a la eternidad me desprovee de la ilusión de seguir viviendo.

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