Anoche la estación de Río Piedras del Tren Urbano se vistió de talento en abundancia. Poetas de talla sin igual se apostaron en las vías y frente a un concurrido público vomitaron lenguas de fuego. Dragones y dragonas, magos y hechiceras de las palabras todos. Las palmas de las manos vitorearon las tonadas, los discursos, las declamaciones de todo tipo y color. Actividad sin precedente fue esa, que aún, a estas alturas, me tiene erizada la piel.
Gracias al amigo Alberto Martínez-Márquez, por las fotos que se muestran a continuación.
somos dos. o tal vez muchos.
ResponderBorrarla piel erizada todavía. Fue una gran noche. Sin duda poesía de la buena.
escribí alguito, una reseña, en mi blog. esto es una invitación. a ti y a los que asistieron o no a la lectura en la estación.
http://tendidonegro.blogspot.com
un abrazo desde acá.
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Vivan nuestros poetas!
ResponderBorrarProfetas, videntes, santos, brujos, científicos de la palabra.
Abrazo fuerte!
Esto si me da mucha envidia. ¡Qué maravilloso!
ResponderBorrarMayda, te botaste, mi'ja, qué fabu. Cuando vaya pa'llá coordina otra en los vagones. Poesía en movimiento...
un abrazo,
Johanny
Yolanda, sí fue una experiencia magica, intensa y necesaria!!! Gracias siempre por tu cariño.
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