La otra mujer que corre por mis venas, mi contraparte, mi otra alma, sigue deprimida, sigue triste. Quiero borrarle todo lo que le afecta. Quiero volver a ser su escudero. Quiero convertirme en lanza de la venganza y enterrarme en sus enemigos.
He vivido su dolor, árido y despellejado. A veces cuestiono si me pasó a mí o a ella. A veces me levanto sintiendo el peso de los vejámenes sobre el cuerpo indefenso e inerte. No más indefensión. Ya no más.
Hoy escribi en mi blogger. Gracias por ayudarme a expresar lo que siento...
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