Poemario Perseguido por la luz de Ángel Darío Carrero

Los versos del patio andan de fiesta. Ángel Darío viene estrenando poemario. Un evento luminoso. Vi el espécimen importado de España sobre la mesa y no puede evitar acunarlo en mi regazo. Mecerlo. Leerme varias de esas planicies.

Geneviève Fabry, de la Université Catholique de Louvain ha dicho sobre el mismo:

“La singularidad de la voz poética de Ángel Darío Carrero se confirma en esta nueva entrega. Esta voz logra la fusión improbable entre el horizonte incierto de una intensa experiencia personal y la apertura a la tradición poética moderna más exigente. Los escuetos poemas de Perseguido por la luz parecen esculpidos en el silencio. Su sencillez se da, no como inmediatez, sino como resultado de un arduo proceso de depuración y despojamiento.

El ‘yo’ encuentra su paradójica verdad a lo largo de un descenso órfico a través de las instancias infernales de la mentira, en un movimiento de vaciamiento y retracción. Pero tal movimiento no lleva a la desaparición o a la enajenación del sujeto lírico, sino más bien al descubrimiento íntimo de que sólo existe una «única verdad» imposible: «tú».

Que este ‘tú’ resuene en la música callada del encuentro místico, o se vista del ropaje del erotismo más franco, poco importa a este nivel de profundidad, en el que la alteridad se revela como constitutiva del ser.

La «condena al amor» experimentada desde la «soledad rojiza» transforma la palabra poética en un espacio hospitalario, como si «estar en el desierto» fuera también una exigencia de la escucha, es decir, del amor.

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Biografía de Ángel Darío Carrero: Es colaborador habitual del principal periódico puertorriqueño, El Nuevo Día. Entre sus obras sobresalen el libro de ensayos ‘Apuntes éticos para la ciudadanía boricua’ (1999), su edición crítica del ‘Canto de la locura de Francisco Matos Paoli’ (2005), el guión cinematográfico ‘Julia, toda en mí’ (con la cineasta Ivonne Belén, 2003) y el poemario ‘Llama del agua’ (2001), celebrado por la crítica y los lectores, y publicado en esta misma Editorial. Sus poemas y cuentos forman parte de importantes antologías, entre ellas, la Antología de la literatura puertorriqueña del siglo XX (de Mercedes López-Baralt, 2004) y Cuerpo y sangre (2003). Durante siete años fue teólogo asesor de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR). En la actualidad es Custodio de los Franciscanos del Caribe. El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal ha dicho de sus versos: «Poesía muy misteriosa, delicada y leve. Lleva al máximo el precepto de T. S. Elliot de que hay que escribir lo menos posible. Parece que le duele tener que decir palabras y se expresa con el menor número de ellas. Es una poesía de mucho recato. La definiría como una grandísima poesía brevísima». El obispo y poeta Pedro Casaldáliga ha comentado por su lado: «Libro cabal: sobrio, limpio, profundo, personalmente engendrado. De un poeta auténtico».