Páginas

domingo, marzo 30, 2008

Déjenme sola con mis cosas

Déjenme sola con mis cosas
dejenme sola en el baño con mis pestes
mis escreciones, mis intimidades. déjenme
sola en mi cuarto al desvelo
alucinada y llena de llagas, o
ardorosa o aullando.
dejen que llore cuan-do-me-dé-la-gana
mientras friego o desconjelo el fríser
que rabie
probando las habichuelas
que voltee desesperada el arroz.
—escúsenme el beso por un tiempo—
DÉJENME YA
(…)
no me saluden, déjenme así: apestada
espinada con la rosa, hincada
en esta piel de lama hedionda.
no me hablen, no me miren; por lo menos no grito
déjenme sola, coño
déjenme con mis pestes
DÉJENME QUE ME JODA
—que esto pasa—


Del libro: La querencia
Por Anjelamaría Dávila



1 comentario: