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martes, septiembre 23, 2008

Este... que... bye

El problema de extrañar a un gato, es que una se da cuenta que ése gato no estuvo tanto tiempo en la vida de una como para que una ande extrañándolo. Sobretodo si el susodicho gato era medio terrible de temperamento y andaba la mayor parte del tiempo brincándole a una encima, así de la nada, casi con tendencias paranoides. Entonces una tiene que detenerse y mirarse al espejo, aceptar la realidad y darse cuenta que ese gato que ya no está y que a veces hasta le hace falta a una, no era lo mejor que una necesitaba en el momento. Y tiene una también que “realized” que las predilecciones utilizadas para escoger a ése gato son un patrón extraño de escoger mascotas que a veces no resultan. Entonces hay que dejar ir al bendito gato y sintonizarse para hacer un mejor escogido “next time”. Adeu Mozart! I will miss you, a pesar de todo.

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1 comentario:

  1. y si aplicamos esto a algunas personas?...

    también hay personas gato... cute at the time you find them, not so cute afterwards. Pero aún así las extrañas

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