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viernes, marzo 19, 2010
Las 10 cosas que más me encabronan del Cristianismo
Por David Caleb Acevedo
1. Que sus integrantes no tomen responsabilidad por toda la sangre que han derramado a través de la historia. No basta con decir "nuestra Iglesia es una nueva Iglesia, no es la misma de antes", porque ahora no es sangre lo que derraman sino odio hacia las mujeres, los homosexuales, los animales y todo lo que es verde. No basta tampoco decir "no, las Cruzadas, la Inquisición y la Conquista española pertenecen a los Católicos, yo soy Pentecostal (o Testigo de Jehová, o Episcopal, o Quákero, a quién le importa)...", porque sabes qué? Lamentablemente, de la Iglesia Católica salió tu religión.
2. Que sigan un libro tan contradictorio como la Biblia. Si no tienes forma de entender los pueblos que pueblan las sagradas escrituras, aléjate del susodicho libro. Aceptar Levítico porque dice que el homosexualismo está mal y se debe pagar con la muerte no sienta bien si usas ropa hecha de fibras textiles mezcladas y diferentes. O botas toda tu ropa de polyéster y rayón y eres fiel a lo que dice tan pendejo libro, o renuncias a juzgarme por quién decido yo amar. Hablando de eso, muchos cristianos dicen que no se debe escoger qué parte de la Biblia sigues y que parte no. Cotton: the fabric of our lives.
3. Qué bonita religión en la que las mujeres quedan relegadas a un segundo plano (en el mejor de los casos). Qué bello libro en el que las mujeres son o santas, o prostitutas, pero nunca líderes por sobre los hombres (excepto, tal vez y sólo tal vez, Débora, la única jueza de Israel [en el libro de Jueces]... pero entonces, la pobre sólo sale en un trapo de libro y nunca se le vuelve a ver...). No creo en ninguna religión que vea a la mujer como un trapo sucio y cagado con el que el hombre se limpia la leche después de eyacular. Me horroriza, sin embargo, la pasión con la que muchas mujeres creyentes, incluyendo las de mi propia sangre, defienden dicha religión, muchas sin haber leído o tener conocimiento de las bases y los cimientos en que el cristianismo se creó, otras, las peores, teniendo conocimiento y sin embargo aceptándolo y oprimiéndose entre ellas mismas, de madre a hija, de abuela a nieta, como un círculo vicioso pendejo que sólo termina en baja autoestima, violencia doméstica y muerte.
4. Dios es amor. Por favor. Dios no es amor. Todavía me sigo preguntando que hizo Gomorra para ganarse el mismo destino que Sodoma, porque en la Biblia sólo hablan de la segunda, y la primera es sólo una puta nota al calce. No creo que Dios sea amor. Yo creo que si Dios existe, o tiene un grandioso humor más negro que la noche, o es un niñito malcriado que gusta de arrebatarle los juguetes a otro mocosos como él.
5. Dónde estaban los Tiranosaurus Rex, las Archaeopteris, los Velociraptors, los Mamuts y los Tigres Dientes de Sable en el Jardín de Edén? Por qué la gente insiste en que los cojan de pendejos?
6. Si crees en Dios como si fuera una cosa amorfa, una "energía del universo", quasi coehliana, que es más grande que nosotros, te tengo una noticia: no eres cristian@. Eres New Age. Asúmelo, puñeta. Y responsabilízate de dichos pensamientos de la misma forma como te responsabilizas de tus acciones (si es que, de hecho, eres reponsable de tus actos).
7. Me molesta que me digan "No odio a los homosexuales, sólo odio la homosexualidad". Te tengo noticias: el sentimiento es mutuo, yo no te odio, amig@ cristian@, odio tu cristianismo. Pero bueno, ser gay es parte integral de lo que yo, David Caleb Acevedo, soy. Así que... me estás odiando, no?
8. Antes de pedirme que cambie mi homosexualidad, antes de tan siquiera sugerirme que lo haga, pregúntate: Puedes tú convertirte a musulmán? Podrías convertirte al judaísmo? No? Pues no jodas conmigo, coño.
9. Date cuenta de que el concepto de pecado es un mecanismo de control y manipulación, que el mismo concepto de Dios es un mecanismo de control y manipulación. Es cierto que nadie es libre, pero como dijo un amigo mío poeta, "Sólo yo decido la longitud de mis cadenas".
10. Si mañana nos despertamos para darnos cuenta de que Dios no existe, no me vas a ver llorando en una cuneta. Quién creó el universo no importa. Importa vivirlo y ya.
Mensaje a todos los anónimos que escriben aquí, tirando la piedra y escondiendo la mano:
ResponderBorrarEl autor de este escrito, el artista David Caleb Acevedo, ha tenido la valentía de publicar el mismo con su nombre y apellidos. Rogamos a aquellos que deseen abonar a la discusión, evitar la cobardía de suprimir nombres, para que su comentario sea tomado en cuenta. De lo contrario, postee en otro lugar o cree su propio blog. Gracias.