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domingo, noviembre 06, 2011

Entrevista a Yolanda Arroyo Pizarro en Cáscara Amarga, Revista Española


Yolanda Arroyo: 'El mensaje es cuánto duele el abandono'

No soy yo la que se viene. Es su boca. La boca de Alexia se me viene en la entrepierna. Poco antes, tan sólo unos segundos apenas, han eyaculado sus dedos dentro de mí. La corriente eléctrica ha recorrido mis pieles. Tengo varias pieles.



05/11/2011 - Bárbara Vidal

Así comienza 'Caparazones' de Yolanda Arroyo, puertorriqueña, que ha sido elegida como una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO.

¿Cuántos caparazones, por termino medio, tenemos las personas?
29

¿De dónde viene esa necesidad de protegernos con distintas capas de nosotros mismos?
Viene de pensar que estamos solos, y por ende, intuímos, erróneamente, que nadie nos protegerá.  Y digo erróneamente porque a lo largo de la existencia vamos acmulando afectos, personas que se conectan con nosotros y que a su vez, dejan en nuestras manos sus propios caparazones (que como ya dije, son 29 los que tenemos; 29 es el número de la perfección y la hermosura, jejeje, es el día de mi cumpleaños). Así que es innecesario el ir por la vida colocándonos capas, lo que pasa es que cuando nos enteramos de esa verdad, ya estamos algo entraditos en arrugas y canas.

Nessa y Alexia cumplen el modelo del amor desigual, de la entrega total frente al amor pragmático... ¿quién lo pasa peor/mejor en esos casos?
Shakira tiene una canción que dice "cuando alguien se va, el que se queda, sufre más". Y es así. Y de eso sí que nos enteramos tempranito, como cuando tenemos entre 20 y 30 años. El problema estriba en que creemos entonces que se nos hará más fácil si somos nosotros los que dejamos. Entonces entramos en un patrón de dejar gente con el corazón roto adelante y atrás. Y paga las consecuencias, casi siempre, algún amor que no debimos haber dejado por miedo a que nos dejara. O sea, que volvemos a meter la pata. Es un círculo vicioso que suele ser muy doloroso para todos, al final.
Portada del libro Caparazones

¿Es un libro de mujeres para mujeres?
Es un libro de seres humanos para seres humanos.  La mujer es el avatar, el juego de roles utilizado para llevar un mensaje. Y el mensaje es cuánto duele el abandono, no importa cómo venga disfrazado.

El embarazo parece activar en Nessa un resorte emotivo que es incapaz de controlar... ¿estamos las mujeres sujetas a la emotividad a nuestro pesar?
El embarazo es en efecto un resorte emotivo, pero es también un momento de sensaciones críticas que se dan dentro y fuera del cuerpo. Por ejemplo, yo recuerdo haber estado embarazada y haber experimentado los orgasmos más intensos y longitudinales de toda mi existencia. Es también una época de mucha inconsistencia, de suma inseguridad, de celos apabullantes. No es únicamente lo fisiológico lo que nos acontece, es holístico. Nos preguntamos qué hacer con las personas existentes y las próximas a existir. Hasta queremos saber dónde están las que ya no están. Sentimos todo en combo agrandado. Es desquiciante lo que nos sucede y el hecho de que la mayoría salga ilesa, o lo sobreviva es, hasta la fecha, un enigma absurdamente absoluto.

Aprovechas la historia de esta pareja para hablar de ecología, de derechos civiles,... ¿quedan todavía demasiadas injusticias por solventar?
Demasiadas, sí. A mis participantes de talleres les digo siempre:  Escojan una injusticia y por esa peleen, batallen, que se les vaya la vida intentando derrocarla. Porque son tantas, tantas que es sobrecogedor y muy triste.

En Caparazones si hay algo es mucha poesía ¿es posible hablar del amor sin recurrir a imágenes poéticas?
¿Es posible besar sin que te metan la lengua? (Risas) Claro, es posible, pero sabe deliciosamente mejor con lengua.  Es decir, el amor sabe espectacularmente mejor con poesía.

¿Con quién te identificas más: con Alexia, con Nessa o con las tortugas?
Soy una abandonada. Es algo que ya asumí y creo que superé hace algún tiempo.  Así que me identifico con Nessa, y con las tortugas, por supuesto.

Una de las citas, al principio de la novela, dice así: "En contra de dios no escribo porque eso sería como escribir en contra de los unicornios". ¿La realidad tiene siempre los mejores argumentos para la literatura?
Así es. Mi ateísmo se refuerza cada día, de modo más fehaciente, por lo extremadamente virtual de nuestra realidad polidimensional aumentada.

¿Un libro y una palabra imprescindibles?
El libro: El Principito. La palabra es desosirio.
Autor imagen: Zulma Oliveras
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Fuente: http://www.cascaraamarga.es/cultura/literatura-gay/758-yolanda-arroyo-el-mensaje-es-cuanto-duele-el-abandono.html

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