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martes, abril 10, 2012

Antonino Geovanni, un alma liberta en el libro Genéstica


“When we look away from the importance of the erotic in the development and sustenance of our power (…) we use each other as objects of satisfaction rather than share our joy in the satisfying.” 

Audre Lorde in The Erotic as Power



               

Los libros son canales. Es compulsoria la sanación a través del sentir, tesis de este manifiesto. Sin embargo, en otros casos el espanto mantiene paralizados a muchos. En medio del desconcierto y la reflexión sobre la sorpresiva supervivencia, las manos del escritor vuelan a perpetuar en letras el escape de lo nefasto; huyen a una dimensión literaria en dónde la meta es hallar el feng shui narrativo. Al huir nace un valiente, un caballero de la armadura que perpetúa e inmortaliza el suceso. Buscando armonía. Con la respiración casi detenida, con falta de aliento y la garganta seca, el creador literario sabe que es casi imposible asimilar tanto horror, a menos, claro, que se canalice. Y el mejor método es manos al teclado. Eso hace el autor de Genéstica.
En el texto, Cirujana del alma, por ejemplo, el escritor suplica: Ten piedad de las heridas que me propinó el pasado. Permíteme tumbar este cuerpo maltrecho sobre tu cálida camilla de ilusiones. Canal, erótica, sentimiento, conducto.  Genéstica es, sin duda, un canal efervescente. La efervescencia permite las veredas hacia y desde el erotismo. Gracias Antonino Geovanni, por canalizarnos.
El propio autor nos dice: "GENÉSTICA es para todo aquel que alguna vez ha perdido sus caminos, mas ha contado con la sabiduría para manipular su Genética  hasta volver a encontrarse. Sus letras son para aquellos que luchan sin cesar en pos de Sus sueños. Su alma es para aquellos que se rehúsan a claudicar ante la adversidad y continúan la batalla hasta conquistar su Génesis."
—Yolanda Arroyo Pizarro

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