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miércoles, noviembre 21, 2012

39 vidas tiene Yolanda: Entrevista publicada en El Nuevo Día por Tatiana Pérez



Por Tatiana Pérez Rivera. tperez@elnuevodia.com
Foto  JORGE.RAMIREZ@GFRMEDIA.COM
Sección EA
Domingo 18 de noviembre de 2012

Olvídate del siete. Un número de suerte para la escritora puertorriqueña Yolanda Arroyo Pizarro es el 39. Desde que en el 2007 fue invitada al congreso Bogotá 39 en la capital colombiana -que reunió escritores menores de 39 años a quienes había que seguirles la pista- su carrera fue a mil por hora. Aquella vez en su maleta se instalaron los sueños, el miedo y tres libros con su firma: Origami, Los Documentados y Ojos de Luna.

Hoy tiene catorce publicaciones, siete traducciones, ha integrado 25 antologías y un monólogo suyo fue llevado a escena por el Teatro Rodante en Nueva York.

¿Sigue el miedo? “Un poquito”, confiesa abriendo al máximo sus ojazos negros.

No parece. Alguien con temor espera que otros le procuren un espacio. El que con miedo vive no toca la puerta de editores fuera del país -más allá de enviarle un correo electrónico-, no acepta invitaciones a integrar antologías o jurados que otorgan premios tan prestigiosos como el Sor Juana Inés de la Cruz como el que perteneció en la edición del 2011 que premió a la escritora española Almudena Grandes.

“Hoy estoy donde quería estar, llevo mucho tiempo trabajando para esto”, acepta la escritora madre de una jovencita llamada Aurora.

“Mi vida se divide entre dar talleres de creación literaria, escribir y dar conferencias. Mi blog (Boreales) me ha expuesto a un grupo de personas del mundo que me invitan”, indica la mujer nacida en Guaynabo en el 1970.

¿A qué? A escribir en antologías, a participar en congresos como el de afro descendencia en Venezuela o a“pensar lo ‘queer’ en Latinoamérica” desde Ecuador.

“Descubrí muy pronto que la vida es lo que tú hagas de ella”, señala, “los sueños se hacen realidad porque la gente sale a buscarlos. Igual hago con las historias, salgo a buscarlas, si me provocan a mí, provocan a otros”.

Bogotá 39 fue una prueba de fuego y una referencia. De ahí surgió una antología y, de esa, me llamaron para todas las demás. Allí me propuse observar, aprender y crecer”, señala la mujer cuya asistencia al evento fue impulsada por sus dos mentores literarios Mayra Santos Febres y Luis López Nieves a quienes “quiero, respeto y les agradezco”.

Un cerebro sexy
Ya se acostumbró a ser la escritora exótica del Caribe cuando visita otros países. El repertorio de preguntas con las que le bombardean va desde ¿ustedes escriben en inglés? hasta el inevitable, ¿cuándo se van a decidir, siguen siendo una colonia?

“No te puedes poner a la defensiva porque son preguntas naturales que nacen de la curiosidad”, sostiene.

Que su nombre lo conocieran en más países lo atribuye a su novela Caparazones, que publicó en España, Editorial Egales, que identifica como la más prominente dedicada a temas de la comunidad LGTB. “Pero todavía me queda mucho camino”, se reconoce aún escalando la montaña.

Esta fanática de textos de ciencia ficción especulativa, de los trabajos de Rey Kurzeil, que encuentra sexy el cerebro del físico británico Stephen Hawkins y que también adora a José Saramago y a Susan Sontag, igual ha lanzado textos mediante autopublicación y con editoriales.

De su experiencia con las editoriales aprendió lecciones a largo plazo sobre edición y rigurosidad con el manejo de ortografía o caracterización, entre otros aspectos.

“Si vas a autopublicar no puedes comprometer la calidad, he abrazado ese mantra”, asegura.
Temas no repite, al menos hasta ahora. La literatura ‘queer’ que tanto ha manejado ya le parece “asumida en la normalización literaria”.

Pensaba que nunca escribiría de política pero una reseña en el Huffington Post sobre su cuento Rapiña (Pillage) incluido en la antología El futuro no es nuestro, destacó el aspecto político de la historia.

“Ahora no sé, yo había dicho que no iba a escribir de política y al parecer ya escribí”, sostiene resignada.

Arroyo Pizarro es de esas escritoras que te relata pasajes de sus novelas que aún le erizan los pelos como al escribirlos. Vive el acto de escribir, acción que usa para entender.
“Leo El Principito varias veces al año”, declara, “me alimenta esa movida de planeta en planeta, encontrarse con gente que no entiende”.

Con él viaja. Su maleta sigue abarrotada de sueños.

CONOCE A YOLANDA
• Nació en Guaynabo en el 197 0
• Identifica como mentores a los autores boricuas Mayra Santos Febres y a Luis López Nieves
• Su participación en el congreso Bogotá 39 cambió el rumbo de su carrera
• Su cuento Rapiña , de la antología El futuro no es nuestro, y la novela Caparazones le han abierto puertas .
• Mantiene el blog, Boreales
• Ayer presentó su nuevo libro Las negras
• Participó en congresos en Venezuela y Ecuador

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