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sábado, noviembre 24, 2012

Tres poemarios notables desde México: Mara Pastor, Nicole Cecilia Delgado y Luis Téllez-Tejeda





Tres poemarios notables desde México: Mara Pastor, Nicole Cecilia Delgado y Luis Téllez-Tejeda
por Yolanda Arroyo Pizarro

 
El año pasado viajé a Guadalajara y Mara Pastor me agasajó con estos tres regalos: ‘Poemas para fomentar el turismo’ de su autoría y editado por La secta de los perros, ‘Violencias cotidianas’ de Nicole Cecilia Delgado y ‘media tarde’ de Luis Téllez-Tejeda.  Estos dos últimos forman parte del proyecto editorial Literal, Colección Limón Partido. Tres sables, sin duda. Tres contundencias que sobresalen en calidad escritural. Atrapar la quintaesencia de estos autores ha sido un encuentro muy gozoso.

Delgado relata la catástrofe y la belleza de la violencia, juntas, a la vez. Balbucea con cinismo estético sobre los discursos tan anticuados y convidados de la muchedumbre que se hace generalización. Tantea y llega hasta el lugar en el que palpitan todas las maravillas: las intuiciones de la Maga de Cortázar, los autorretratos, la baba caída de la boca, llena de mierda y otras secreciones que es besada por el amado al tercer día, cualquier día (lunes, martes, viernes), nos retrotae a Pizarnik, nos lleva por el cable del telegrama en el interior de una pecera, nos habla de cicatrices y transexualiza a Ulises y Penélope. Sus poemas son un guiño a Anaïs Nin mientras nos cuenta de infidelidades, incestos y endogamias fatuas. Conoce su oficio de coleccionista de besos apalabrados y versos dosificados. La mesura, para esta poeta, no existe cuando agrede la violencia cotidiana.

Téllez-Tejeda posee el poemario más tímido y breve de los tres, pero igual de extraordinario. Inicia con la codificación en latín que implica por qué me has abandonado.  Relata en él un abandono de la otredad, un asilo de soledades, discursa otra vez sobre los cuerpos y otra vez sobre el tiempo, sin que haya un cansancio, desde un diálogo multi-tactil. Las entonaciones de Agustín Lara, de Carlos Colorado, los dichos populares de un México que se nos chorrea en cada estrofa, el pulque, el nixtamal, las escobetas de ixtle, el maguey curado, Sor Juana y las plegarias danzantes se justifican y se fusionan. Construyen un escenario de intriga para la pregunta existencial que queda ocupada en el espacio: por qué me has abandonado. Conmovedor en su totalidad.

Pastor, por su parte, relata amerizajes e intersticios vidacambiantes cada vez que se monta y se desmonta de un viaje: Francia, la adolescencia, Egipto, el corazón roto, España, dolamas de la despedida, Cancún, la franja de Gaza, Suiza, el cielo, los palíndromos, Texas, el cuerpo del otro, Londres, el tránsito borracho, el jetlag, Florida, Alabama, Ann Arbor. Se vuelve cosmonauta, mujer en riesgo que reta ebria a un policía, que reta a la autoridad de las palabras y las hace sagazmente suyas. Se convierte en dromedario que intenta cazar caricias, fantasma triangular, la vida de Pi, extraterrestre, Láctea, Maduk, emisario, Catulo, pájaro que cae, hexágono polar… Este libro (el más osado de la tríada) ha sido presentado en Tijuana, Ciudad México y La Habana. Me fascina el hecho de que sea un libro-conversación con otro libro que descubrí durante mis años de pubertad: ‘Cuentos para fomentar el turismo’ de Emilio S. Belaval. Contiene, además, una novela de ciencia ficción en verso muy erótica y entretenida, o al menos eso me lo pareció a mí, amante que soy de las constelaciones (dentro de una botella/ un ovni lleva mensajes/ suaves y mojados/ en la lengua/ de los extraterrestres). La autora ha domado los versos con maestría y nos ha devuelto, en ofrenda, un libro cósmico que nos permite viajar a su lado, para tomarle la invitación al goce del turismo fuera de la piel.

 
 

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