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domingo, diciembre 02, 2012

[Trans]versando al poeta Gastón Malgieri



[Trans]versando al poeta Gastón Malgieri
Por Yolanda Arroyo Pizarro

 

transVersos es el nombre del ente apalabrado de Gastón Malgieri, un colaborador asiduo del colectivo literario HomoerÓtica. Es un autor que ha cruzado fronteras, puesto que sus remesas son desde Argentina.  Desde allá apoya, denuncia y nos abraza en la distancia.  Las páginas transversadas me hicieron compañía durante los pocos ratos libres que tuve en un fin de semana caracterizado por las jornadas de trabajo de doce o más horas por día  que estuviera realizando desde Fajardo, Puerto Rico. Respiré amaneceres, es cierto, y respiré alineación de los planetas Venus, Júpiter, Marte y Mercurio. Pero también inhalé y exhalé el elixir de los ritmos circadianos del paridor de versos que es Gastón.

Este libro-guerrilla artesanal se realizó durante el taller Vivo MACPR en el mes de enero 2011, pero lo adquirí durante el pasado Festival de la Palabra 2012 ya que la casa editorial al que pertenece es Atarraya Cartonera, una entidad hermanada con otras cartoneras de Latinoamérica, que exhibían su catálogo en el encuentro de escritores.

Malgieri es nacido y criado en Mar del Plata, Argentina. Un autor joven que vio el mundo en 1977. Desde ese momento su destino fueron las letras, y las experiencias de vida que lo fueron conformando han estado impregnadas de un impresionante intento por nombrar la belleza. Es este texto, transversos, una acumulada reminiscencia del sabor que deja su fulguración cuando, en efecto, versa.  Un bestiario destemplado en el que el escribano  radiografía a la humanidad como si fuésemos una jauría, manada o rebaño de “moscas furiosas”.

“¿En qué dios creo, señor sacerdote?”, cuestionan sus dudas asonantes que se conjugan con concejales, mandatarios, plegarias para el marica, el mamporro, y el “mami”. Aquí se desdibujan esperanzas con las piromaníacas existencias que roban la pipa que fuma el padre y que marcan los labios de una muñeca de trapo. El de/venir del lodo, desde la óptica de Gastón, da cuenta del pesebre pagano en las afueras industrializadas de Avellaneda y de la miopía en la sección cinta adhesiva. Las pieles son el desahogo profuso de quienes se niegan a ser puritanos mezclados con los espías causantes del dolor del mundo.  El punto máximo pudiera ser Foto Familiar, un esperado desenlace para una poética que va escalando y que se vuelve obsesión frugal para el que recibe.

Finaliza el poeta con una aceptación del entierro: “Y eso será todo/ una placa sin brillo […] el silencio absoluto”. Mortalidad versus mortandad.  Vida versus existencia. Silencio que no le pertenece a Malgieri puesto que su voz debe seguir resonando.


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