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viernes, enero 18, 2013

Autora Invitada: Cami Báez Melo (Ecuador)

Un segundo
Por Cami Báez Melo, autora ecuatoriana
Página Personal http://www.kahinaec.com/
 
Un segundo, una palabra, una decisión tan simple como quedarse o irse. Se detiene el tiempo. Se detiene el tiempo en esa mirada, en el encuentro de esas dos miradas. Los ojos se miran, teniendo tanto que mirar, se miran entre ellos. Ella, con la mirada perdida; y yo, con la mirada desesperada.
No sé quién es, pero me inspira, me da fuerza y seguridad. De repente, ante tanta gente que está ahí escuchándome, yo sólo le hablo a ella. Como dos espíritus que se reconocen, que han estado buscándose toda la vida, que se sonríen en silencio, que se abrazan, que lloran de alegría y nostalgia por el tiempo que han recorrido solos, esperándose.
Y entonces, todo gira. Mis pensamientos y sentimientos toman un rumbo distinto. Vuelvo a la vida. Las almas se acercan, no se conforman ya con las miradas. Se reconocen también en su olor, en su sabor, en la suavidad de su piel al rozarse una con otra, en el tono de su voz y en la vibración de sus silencios.
Sienten que es momento de caminar juntas, entonces se abrazan mientras entre lágrimas y risas recuerdan el camino recorrido. Otra vez se reflejan, esta vez en sus historias que parecen estar escritas con la misma pluma, guiadas por los caprichos de la vida y esa mágica capacidad que tiene de hacernos caer con el único propósito de que nos levantemos. Y hablo de caer y levantarse porque ella y yo somos dos almas sobrevivientes. Sobrevivientes a la vida, y a la muerte.
Pero, ¿de qué sirve sobrevivir si no es para vivir? Mi alma, aterrada aún por su pasado, tan temerosa de mirar atrás que ni siquiera ha logrado darse cuenta de que el pasado ya no existe, se ha quedado paralizada, se le ha olvidado cómo vivir. No tiene una razón para su vida, y si la tiene, le obliga a camuflarse, ahí, entre el miedo y las lágrimas no lloradas.
 
 
Y llega ella, y revoluciona todo, me toma de la mano y me regresa a la vida. Me arranca el miedo del cuerpo y me obliga a llorar esas lágrimas que durante años me inundaban el pecho, me devuelve mi voz para gritar, me rescata de la prisión del pasado y me lleva al presente, dónde los recuerdos toman un significado distinto.  Y en otro segundo, tan corto y tan largo como aquel en el que se cruzaron nuestras miradas la primera vez, nuestras vidas se juntan con un mismo objetivo, usar nuestra supervivencia para acompañar la de otros, y nuestros recuerdos para re-escribir historias.
Las almas se abrazan. No hay palabras, no necesitamos de ellas porque el silencio es elocuente y nuestras miradas se hablan. Ya no recuerdo cómo hemos llegado aquí, ya no importa. Sólo importa que hoy, en este segundo, nos hemos encontrado, y que no hay nada más hermoso que dos almas movidas por el amor. Y ese “te quiero”, se transforma en una promesa de no soltarnos nunca.
 
 
Camila B. Melo
28 de octubre del 2012

2 comentarios:

  1. me encanta!!!! continúa con esa inspiración única y atrévete a demostrarlo cada vez que tengas la oportunidad y si no se presenta... pues... encuéntrala... jajajaja... abrazos amiga!!!

    Att, Elizabeth Balarezo

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  2. Eli, gracias por tu comentario, y porque has sido sumamente importante en este camino que empiezo a recorrer y en las pequeñas cosas que voy alcanzando. Te debo todo lo que ahí arriba está escrito. Un abrazo!

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