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viernes, mayo 31, 2013

Ishraga Mustafa Hamid, journalist and writer



 
Conocí a una de las mujeres más inspiradoras y talentosas en África: la Dra. Ishraga Mustafa Hamid, reportera y escritora, especialista en medio oriente, género y africanismo.

Ishraga fue una de las participantes del congreso Yari Yari con quien más compartí.  Nació en 1961 en Sudán y vive en Viena desde 1993.  Sus estudios e investigaciones se enfocan en la mano de obra negra inmigrante, las ciencias políticas y las mujeres víctimas de la trata.

Estudió periodismo ha completado sus estudios doctorales en el Instituto de Ciencias Políticas en 2006 en la Universidad de Viena.

Ishraga aparece en infinidad de antologías alrededor del mundo.  Ha recibido además varias premiaciones y reconocimientos, como el Herta Pammer del Movimiento de Mujeres Católicas "Mujeres en África y el mundo árabe" para actividades literarias (1999), el Premio Luitpold Promoción de Literatura (2002), Premio de Educación de Adultos (2006) por el Ministerio Federal para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y el Premio Intercultural (2007).



 

 

Amir Valle sobre Yolanda Arroyo Pizarro

Tamarindo y otros poemas

Poesía

Del libro Medialengua

Yolanda Arroyo Pizarro

medialengua-yolanda-arroyoYolanda Arroyo Pizarro es una de las voces más interesantes de la actual narrativa y la poesía escrita en Puerto Rico.  La crudeza de sus imágenes, la vitalidad con la que se enfrenta a las aristas más íntimas de la cotidianidad, su mirada desprejuiciada y obsesivamente libertina (y libertaria) le confieren a su poesía y a su prosa una autenticidad única,  y nos permite descubrir que cada uno de sus poemas, cada una de sus piezas narrativas nacen de una muy singular postura ante la vida que ella desnuda en su personalísima obra con la madurez de los grandes.
—Amir Valle

 

 

 

 

 

 

Tamarindo

Cuando se toma un tamarindo con la punta de los
dedos, se parte, se abre, se remueve la cáscara y se
coloca en la entrepierna, y se lame, se empuja con la
lengua, se saborea y se retira la pulpa de la pepita a
mordisquitos, pedazo a pedacito, y se presiona contra
las paredes de piel abultadas, levantadas, inflamadas y
rosas, un poco embarradas, y se promete con los ojos
cerrados acariciarte el alma, venir a redimir lo ya
vivido, llegar a sanarte, a colocarte curitas, decirte
pegadita a los labios mordidos que “eres mi todo”, y
prometer las mejores noches, los mejores días, y te
juegan con los rollitos de cabello a medio crecer y te
muerden la espalda, y te marcan de jiquis los pechos, y
te estampan un cardenal en el cuello porque su mano
se ha cerrado sobre la nuca, y te susurran el nombre,
ese nombre mientras te bailan las caderas, y te danza
la pelvis o se te derraman los jugos por todas las
hendijas, y se acaba la masa, escasea la medula frutosa,
te juran clavarte así, clavarte así, así siempre y te
taladran el labio inferior mientras uno, dos, tres dedos
abren tus cuencas, todas ellas, y se entremezclan todos
los sabores agrios, más agrios, dulces, empalagosos, y
esta mujer se estira y se ladea, juega a embestirte y se
viene, entonces, solo entonces se ha probado
verdaderamente el tamarindo.

*****


Elegía a Juana la Loca

A Federico García Lorca

Soy la infanta de Castilla y Aragón
Celosa de las manos del hombre que me pertenece
Celosa de su falo, mi hermoso
No quise ser como los hombres quisieron que yo fuese
No jugué al escondite con mi ser
Fui loba
Arrebaté; usurpé
Arranqué cabellos largos de otra
y escupí rostros
abofeteé intrusas
tomé lo que es mío para mí.
Me tildaron de quincallera, desquiciada y delirante
velé sus ojos mancebos
dormidos en la muerte
besé sus labios antes del embalsamamiento, y después
probé su lengua fría
cerré mi corazón; ya para nadie más
escondidos en la tienda real
moví sobre sus caderas las mías
y permití que entrara toda su frialdad tiesa
en mis concavidades
muero altiva, exigente
mío de mí, sigue siendo este hombre

*****


Desde esta prisión veo tus ojos

Desde esta prisión veo tus ojos
dibujo tu esfera de rostro
tu sonrisa transparente
tu ceño sin fruncir no está
y tampoco hace falta.
Desde aquí
escucho a los gorriones discutir
por tus espacios.
Los que no transitas y reclamas
aún sin presenciarlos
sin detenerte a abrazarme
me tocas
me acaricias la melena enmarañada
juegas con algún rizo.
Desde aquí no pesan las cadenas
no me faltan las porciones de alimento
o de aire
o de llantos.
No me inclino ante tus dioses
se recrudece nuestra historia
sueño que algún creador no me abandona
aún con mi fanfarria
con mi perfidia
con mi temeridad.
Esta cárcel sabe a caramelo mohoso
mis lenguas lamen conforme pasa el tiempo
los barrotes todos.
Mis lenguas se hacen viperinas
en el ejercicio de tu negación tres veces.
Se cruzan y se dividen cual medusa traidora
soy tu Judas Iscariote
sangro clavos
bebo espinas
sigo aquí
encerrada en esta herrumbre que se deforma
pero no se derrumba
y se pudre.

Del Autor: Yolanda Arroyo Pizarro
(Guaynabo, Puerto Rico, 1970) es una novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña. En el año 2004, publicó su primer libro de cuentos Origami de letras y al año siguiente publicó su primera novela Los documentados con la cual ganó el Premio PEN Club 2006. En el 2007 publicó su libro de cuentos Ojos de Luna, que fue seleccionado por el periódico El Nuevo Día como uno de los mejores del 2007. Ese mismo año fue elegida como una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de Bogotá. Ha publicado además las novelas Infusiones (2008, Alfaguara, Puerto Rico) y Caparazones (Salir del armario) (2010, Egales, España), los libros de cuentos Las ballenas grises (Fuga Editores, Panamá) y Avalancha, (2010, CreateSpace) y los poemarios Medialemgua (Puerto Rico, 2010) y Saeta (2011, CreateSpace - bilingüe: en español e inglés).

martes, mayo 28, 2013

TEATRO PUERTORRIQUEÑO: GOZOS DE INQUISICIÓN Prólogo a un “pataki histórico” ante su estreno el 21 de junio de 2013 por Roberto Ramos-Perea

Notables y reputados antropólogos e historiadores de las más prestigiosas universidades europeas, africanas y estadounidenses han establecido con alguna claridad, los orígenes de las antigüedades yorubas.

Para probable decepción de muchos de los seguidores y estudiosos de las religiones afrocaribeñas practicadas en el Caribe, los fundamentos arqueológicos y documentales de estas antigüedades africanas, distan mucho de “las realidades” de los patakíes o leyendas y deidades de la Santería contemporánea.

Incluso el mismo origen de la “santería” se ha ubicado entrado ya en las Antillas el siglo XVIII, y su florecimiento a finales del XVIII y principios del XIX.

Por ello, tratar de ubicar “los orígenes de la Santería” en la vida y hechos de los primeros yorubas que llegaron en las primeras capturas y ventas de esclavizados por los portugueses en el siglo XVI, es forzado y probablemente equivocado.

Adentrarse en los “hechos históricos” de las antigüedades yorubas, no es menospreciar o invalidar de ningún modo la grandeza y belleza de los mitos de la Santería que de ellos se derivan, sino por el contrario, fundamentarlos en la historia y obsequiarles una buena dosis de humanidad.

Pero la historia, como interpretación en sí misma, se afianza también en relatos interpretados por los autores de los petroglifos, ánforas, esculturas, pinturas rupestres, códices, y por supuesto la traición oral. Tal es que la “certeza histórica” que proponen tales reliquias, no es ni por asomo más historia o menos interpretación que lo que el mismo tiempo determina como sobrevivido.

Sin embargo, de todo ello algunos “datos”  que permanecen, son guías de interpretaciones que aspiran a esa certeza. Tal es, que las tierras que bordearon el Río Níger, fueron conocidas en el siglo XV y XVI como las tierras de Ilé-Ifé.

Y en Ilé-Ifé, una nación desorganizada, hervidero de inmigrantes subsaharianos, de sangre árabe algunos (jelofes), mezclados con naturales nigerianos sin fronteras más allá del Congo o más acá del Atlántico este, comenzó a definirse una personalidad, una forma de convivir, un lenguaje y un culto a deidades sin nombre, construidas en el inconsciente colectivo por el fragor del miedo por las guerras tribales, o por la gratitud de las cosechas.

De este disperso y desarticulado mundo, un general de muchas batallas es proclamado “Oba”, o Rey. Su nombre era Oduduwá, hijo de otro militar de oscura historia llamado Lamurudu, de sangre árabe. Oduduwá, al parecer, fue general de gran estima entre las muchas naciones de la aún indivisa Ilé-Ifé. Emperador magno y magnánimo, enemigo de la guerra y amador de la civilización, el orden y el progreso. Aún así, El Rey Oduduwá enfrentará las ansias expansionistas del general “Oba” Talá, (con el tiempo, Obatalá) subsahariano con esencia árabe igual, que intentaba anexarse a sus conquistas las tierras de Ilé-Ifé.

Al mismo tiempo, el general Orunmila, rey de una nación pequeña que le obedecía, intenta lo propio en sus deseos imperialistas. Oduduwá enfrentará a ambos enemigos con astucia y con la menor pérdida posible de almas africanas. Las negociaciones se imponen, y así, Ilé-Ifé queda dividida, tanto entre los hijos de Oduduwá y los hijos de los generales en pugna dando origen a varios de las ciudades-estados que conformarían esta vasta civilización. Oduduwá dejó para sí y sus hijos, las tierras de Ilé-Ifé.

Oranmiyán, uno de los más fieros hijos de Oduduwá, decide continuar la obra organizativa de su padre, pero a su vez también prepara ejércitos y entrena a sus soldados en el arte de la guerra. Las guerras tribales entre las naciones han sido siempre destino humano. Producto de ellas, Oranmiyan abandonará a su primera esposa y a sus hijos y se adentrará al África Central en busca de nuevos territorios.

Con el paso del tiempo, su primera mujer y sus hijos desaparecen en esas guerras y Oranmiyán en la búsqueda de paz, se casará con Torosi, hermosa africana perteneciente a la más prominente familia de Nupe, una de las naciones enemigas de Oranmiyan. Es cuando Oranmiyan consolidará la ciudad estado de Oyo. Con Torosi, Oranmiyan tendrá dos hijos, cuyos nombres pasarán a la mitología yoruba rodeados de luces y truenos: Sangó y Ajaka.

Al parecer Oranmiyán no compartiría mucho tiempo con su nueva familia, pues regresará solo, a morir en Ilé-Ifé. Nada se sabe de la infancia de estos hijos (que se cree eran gemelos), y algunos historiadores presumen que Torosi, y uno de ellos, fueron capturados por las ordas de esclavistas portugueses que llegaron desde las costas de Ilé-Ifé hasta Oyo mismo, durante todo el siglo XV. Invasión que los Obas yorubas no pudieron contener, y que por otra parte, con el tiempo, hasta colaborarían con ella.

Del Sangó histórico sabremos poco; pero consistente con la tradición, Sangó seguiría los pasos de su padre en la consolidación de las ciudades estado del Imperio Yoruba. Sangó casó muchas veces y tuvo muchos hijos, algunos destacaron en la milicia. De su personalidad se sabrá que fue fiero, agresivo, violento y vengador, del que se decía que cuando hablaba, salía fuego de su nariz y su boca.

Ajaka, quien hereda el reinado de Oyo por sobre su hermano, fue un mal rey, violento y hasta díscolo, autoritario y tiránico, que se valió de curanderos y brujos para consolidar su poder, lo que le ganó el odio de su pueblo. Ajaka pierde el control de Oyo en varias batallas tribales que Sangó y sus soldados tienen que ganar por él. Ajaka, humillado, abdica a favor de su hermano y Sangó adviene al reinado de Oyo. El poder se le sube a la cabeza y Sangó se vuelve despótico, tiránico y disoluto. Arrepentido por su ineptitud, abandona a Oyo a su hermano Ajaka, quien ya sin fuerzas lo deja en manos de su hijo Agajú.

Pero de los entretelones de esta historia, nada sabemos de la infancia y adolescencia de estos gemelos. Y de ser cierta, como parece, la historia que relata el secuestro de Torosi con uno de sus hijos, solo podemos aventurar cómo fue el regreso como adolescente polizón, desde las Antillas a África.

Aquí las entrecerradas puertas de la historia se abren de par en par por el vendaval de la microhistoria, del arte, la mitología y la tradición.

Torosi debió haber sido secuestrada junto con su madre y uno de sus hijos, y puesta en un barco negrero portugués cerca del año 1583. Los puertos de venta de esclavos de los portugueses eran mayormente Cuba, Santo Domingo, San Juan (Puerto Rico) y Brasil, donde la mano de obra esclavizada negra, ya había sustituido la taína.

Conocemos con vastedad, los detalles de la trata negrera y no es difícil recrear los terroríficos relatos del más infame de los eventos humanos.

La Isla de San Juan Bautista debe haber recibido a Torosi, a su pequeño hijo y a su madre, junto con cerca de 5,000 otros esclavizados negros que se reportan para esas fechas. Muchos de ellos no soportaron los embates de la explotación y morían con su cara en el agua de las quebradas y sus espaldas desgarradas por el látigo español. Otros, como bravos cimarrones, huyeron a los montes donde se organizaron para combatir a sus amos, y mantener vivas sus tradiciones yorubas, perseguidas sin descanso por el Santo Oficio de la Inquisición que se instala en San Juan con la figura del déspota Obispo Alonso Manso en la década del 20 del siglo XVI.

Era común entonces que la Iglesia requería esclavizados para sus servicios. Pero al quejarse de que no tenía dinero para comprarlos, los alquilaba a los terratenientes, quienes en la búsqueda del favor eclesiástico, accedía a tales alquileres, dejando en manos de la Iglesia la vida de los esclavizados. Estos eran mayormente mujeres, pues los hombres estaban destinados a las minas de oro.

Torosi y el niño, junto a otras esclavizadas, deben haber sido entregadas en alquiler al Obispo Nicolás Ramos Santos, quien ocupa el Arzobispado de San Juan en el año 1588, sustituyendo al Obispo Salamanca, uno de los Obispos más tiránicos y ricos que tuvo la Isla. El Obispo Nicolás Ramos Santos es recordado en el Teatro Eclesiástico como un aplicado estudiante de la Universidad Salmantina, quien se une a los franciscanos en la búsqueda de la expresión máxima de obediencia y humildad. Será notorio en su vida su faena persecutoria contra Fray Luis de León, monje agustino a quien envidiaba por su talento como poeta, y quien devendría con el tiempo como uno de los pilares de la mística española.

El fracaso de su faena, en la que por poco logra la condena inquisitorial de Fray Luis, lo lleva a alejarse del mundillo político metropolitano y pide sus bulas para venir a América como Inquisidor, lo que se le concede en la Isla de San Juan.

Es aquí donde purga su envidia, y comienza su terrible paranoia demencial. Ramos sentía pavor por los tambores africanos de los cimarrones en las noches, como si fuesen preámbulos musicales de su muerte.

En la “soledad de la Indias”, como solía decirse, Ramos da rienda suelta a su documentado carácter despótico, megalómano y hedonista. Presumimos, como ocurrió con muchísimos clérigos en San Juan, que su celibato debe haberse rebelado ante el brilloso sudor de los senos de las africanas alquiladas a su servicio.

Después de todo, era un inquisidor, y todo inquisidor era un potencial pervertido, o un preclaro sádico que usando como excusa la persecución de la herejía, satisfacía su “negro” placer.

Torosi por su parte debe haber sentido la extrema necesidad, visceral, entrañable, de que Olodumare diera a su hijo, como hijo de Rey, el nombre con que le correspondía enfrentar la existencia. Y para eso se necesitaba un ritual, un ritual muy antiguo de los orishas, en los que estos hablan en la sangre de un ebbó. Y al hablar dicen cosas, nombran personas, dan ideas, y protegen a los justos. Y este ritual jamás, que quede claro, ¡JAMÁS! podía interrumpirse, por ninguna razón del mundo. Torosi necesita que Olodumare identifique a su hijo, pues con ese nuevo nombre, regresará a Ilé-Ifé en el reclamo de lo que le pertenece, y con la misión de salvar a su pueblo. Botundé Ilé-Ifé, “¡regresa a Ilé-Ifé!”, será el ruego de las esclavizadas al adolescente Sangó.

Así, encontramos en un mismo lugar “histórico”, a Torosi y al Obispo Ramos, en los extremos más extremados de sus creencias.

La trama no tendrá un final generoso. Un documento del Archivo General de Indias, del estante 54, cajón 1, legajo 9, es una epístola del Obispo Nicolás Ramos Santos al Consejo General de la Inquisición en Madrid, en el que se relata con detalles jurídicos el Auto de Fe de tres esclavizadas negras en el quemadero de San Juan bajo cargos de hechicería, adoración a Satanás y blasfemia, entre otros.

Es este el único documento real que sobrevive de los Autos de Fe del Santo Oficio de la Inquisición en Puerto Rico. Pero es obvio que hubo muchos más cuyos documentos fueron expurgados. Historiadores de la Iglesia como Huerga, Murga, los hermanos Perea, Cuesta Mendoza, entre muchos otros, se rasgarán sus vestiduras negando que tales quemas ocurrieron en esta Nación nuestra. Uno de ellos admite en fanático menosprecio que si las hubo, debieron haber sido necesarias. Hoy nos sonreímos al leer sus apasionadas negaciones o exculpaciones. Porque, señores, estas hogueras aún arden.

Por ello, esta obra teatral que he escrito, busca razones, expone argumentos, desnuda intolerancias y desigualdades, y en el fondo –aunque tal misión no sea del arte- busca honrar el valor y la bravura de aquellos primeros yorubas “puertorriqueños” que nos legaron un mundo de entereza, de coraje, de valentía y fe contra el prejuicio, y el fanatismo católico.

Esta obra pretende volver a amarles y respetarles en su bellísima grandeza. Luz que ha dado fe a miles de hijos de esa hermosa religión llamada “Santería”, que aún sin practicarla, corre en nuestra sangre negra, y late en nuestro pasado colectivo en cientos de doctrinas, rituales y costumbres, que aunque diferentes muchas de otras, siempre van a la suma primigenia que es el amor.

Yo no pertenezco a esa religión, no la practico, pero honro muchos de sus rituales y sus patakíes me parecen soles de sabiduría y en mis días de pesar, llevo un pequeño collar de cuentas blancas que me protege a nombre de Obatalá. Los batás yorubas se me confunden a veces con mis latidos. Algo muy antiguo y muy mío me rinde a estos misterios, porque amo mis raíces negras y venero mi pasado.

Luego de haber escrito esta historia entendí el por qué en la religión yoruba, no había un orisha que representara el mal.

 

17 de mayo de 2013



Fuente: TEATRO PUERTORRIQUEÑO: GOZOS DE INQUISICIÓN Prólogo a un “pataki histórico” ante su estreno el 21 de junio de 2013 por Roberto Ramos-Perea

domingo, mayo 26, 2013

Cuentos para no atreverse a contar, pero los cuento


El nuevo libro de Beatriz Santiago Ibarra
Por Yolanda Arroyo Pizarro

 


Hay algo de los cuentos que cuenta Beatriz Santiago que recuerdan a Rosa Montero, a Josefina Aldecoa, incluso a Almudena Grandes.  Es ese obsesionado intento de diseccionar y querer saber del otro, desde el conjunto de dos. De la pareja pareada. Es decir, Beatriz intenta hablarnos del ser humano unitario e indivisible, al someter las relaciones de pareja bajo lupa o microscopio. Por ejemplo: un hombre que se autodefine como crustáceo y que es seducido por un ombligo. El ombligo posee cuerpo de mujer, por supuesto. Acaso una fémina, más donjuán y más astuta, que las propias palancas de juey macho. Ella logra conquistarlo, dejando que él crea que ha sido él el responsable. Lo caza para sí, como toda buena cazadora de la Amazonía, y en menos de lo que canta un gallo, lo tiene a sus pies [Cuento “Ella, Marie; él, Arturo”].

En otra historia una mendiga gringa, que habla ambos idiomas, termina casada con, nada más y nada menos, que un senador capitalino.  La historia nos deleita en los detalles del cómo se va dando el romance, cuales los detalles, cuales los vaivenes, las inquietudes, las reacciones de los demás. El conflicto va tomando forma desde el inicio, que es, esa incapacidad de adjudicar equidad (social, personal, de género) a otro en la indigencia. [Cuento “En el Condado hay una condesa”].

Hay otro relato en el que conocemos a una mujer impetuosa que decide enarbolar una venganza contra los compañeros de trabajo poco tolerantes. Llega a la casa y luego que se permite cuidar del marido y los hijos contagiados de varicelas, aísla el virus, al que ya ella es inmune, y se decide a llevarlo de regalo al otro día a la oficina, por aquello de hacérselo padecer a los demás y tomar vacaciones de quienes la detestan.

Los protagonistas de este libro son gente de Isla Verde, de Santurce, de la loza, del barrio, de la montaña, de la ciudad. Gentes que hablan de Clinton, pero también de Hitler, que van a las fiestas de Hoyo Mulas, que almuerzan en La Conga, que leen la biblia y que se apodan o llaman Venus.

La cultura popular es otro protagonista de este libro: la música de Lucecita Benítez, Danny Rivera, Chayanne, las incidencias mencionadas de la reina de belleza, Dayanara, las menciones de Toa Alta, Viejo San Juan, el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, el FBI, JFK, el New York Times, el US Weekly, la librería nacional, la corte de apelaciones o Sharon Stone, estos son solo ejemplos del GPS literario del que se quiere agarrar la autora.

El libro abre con una historia de obispos transgresores que deben tomar decisiones motivados por sus traiciones a la sotana, y cierra con los mitos conectados a la Venus: Adonis, Vulcano y Zeus, con música de Rosetti y Wagner de fondo.

Hay pues, en estas páginas de antropología de la imperfección humana, un hombre al que se le va la vida rogándole a su mujer que regrese al terruño; esta lo ha abandonado para escapar a Nueva Jersey. Hay, además, un esposo que planifica un fraude con un amigo, para hacerse pasar por muerto y que su familia cobre el seguro y los activos que se recaudarán debido a su muerte, esto como máxima prueba de amor familiar, para que los suyos logren subsistir.

Beatriz es radiografista, tecnóloga médica, investigadora forense, científica, psíquica y consejera espiritual en la acción de mostrarnos con sus letras entretejidas en “Cuentos para no atreverse a contar, pero los cuento” un universos de intemporalidades yuxtapuestas, acercadas, arrinconadas, arrimadas a una realidad, acaso, cruel y tierna.

El afán de Santiago Ibarra de narrarnos el contubernio amatorio lo explican muy bien algunos teóricos de las relaciones de pareja, lo mismo que varios otros escribas.  Salman Rushdie nos dice, por ejemplo: “The human being is a storytelling animal, or, actually, the storytelling animal, the only creature on Earth that tells itself stories in order to understand what sort of creature it is.”

Somos criaturas que vamos por ahí, dando tumbos, escribiendo nuestra historia para intentar entender qué tipo de criatura somos.

 

sábado, mayo 25, 2013

Yari Yari powerful books

África también me regaló buenas y nuevas lecturas: libros de Zetta Elliot, Virginia Phiri, Lucía Charún Illescas, Samiya Bashir, Angelique Nixon y Dorothea Smart entre otros. Les invito a que las googleén o las amazonéen. Dejo aquí mismo algunos enlaces:
 
 


Zetta Elliott



Image of Zetta Elliott
Born in Canada, Zetta Elliott has spent the past fourteen years studying, writing, and teaching in the U.S. Her poetry has been published in the Cave Canem anthology, The Ringing Ear: Black Poets Lean South, Check the Rhyme: an Anthology of Female Poets and Emcees, and Coloring Book: an Eclectic Anthology of Fiction and Poetry by Multicultural Writers. Her novella, Plastique, was excerpted in T Dot Griots: an Anthology of Toronto's Black Storytellers, and her essays have appeared in The Black Arts Quarterly, thirdspace, WarpLand and Rain and Thunder. She won the 2005 Honor Award in Lee & Low Books' New Voices Contest, and her picture book, Bird, was published in October 2008. Her first play, Nothing but a Woman, was a finalist in the Chicago Dramatists' Many Voices Project (2006). Her fourth full-length play, Connor's Boy, was staged in January 2008 as part of two new play festivals: in… Read more
http://www.amazon.com/Zetta-Elliott/e/B001JP7NCS/ref=sr_ntt_srch_lnk_2?qid=1369596604&sr=8-2

Malambo
http://www.amazon.com/s/ref=ntt_athr_dp_sr_1?_encoding=UTF8&field-author=Lucia%20Charun-Illescas&search-alias=books&sort=relevancerank

Samiya Bashir
http://www.amazon.com/s/ref=ntt_athr_dp_sr_1?_encoding=UTF8&field-author=Samiya%20Bashir&search-alias=books&sort=relevancerank

Virginia Phiri
http://www.amazon.com/Virginia-Phiri/e/B001KHJJ22/ref=sr_tc_2_0?qid=1369597075&sr=1-2-ent

 

Sent from my Galaxy S®III

jueves, mayo 23, 2013

Mujeres poderosas en Yari Yari, mujeres que transforman


Mujeres poderosas en Yari Yari, mujeres que transforman
Por Yolanda Arroyo Pizarro

 

África me regaló mujeres nuevas, mujeres poderosas e inspiradoras que me transformaron.  En ese sentido, la intolerante, machista y homofóbica capital de Ghana, Accra, me dejó respirar cariño dentro de la pequeña y protectora burbuja de estas mujeres talentosas, opinionadas y denunciadoras.  Desde sus discursos de exigencia por la igual de género, por la igualdad racial y por la equidad social, dieron cátedra de “vivirse la creación literaria”. Seres que no únicamente escriben por entretenimiento. Escriben para cambiar el mundo.

Aquí reseño el trabajo y vida de algunas de ellas:




 
 

Ama Ata Aidoo

Es la mujer de acero del Yari Yari (Yari Yari’s Steel Woman) y uno de los pilares del movimiento de mujeres escritoras de Ghana. Ha residido en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Zimbabwe ejerciendo como ministra de educación, profesora universitaria, gestora cultural, consultora de literatura, y antóloga de varias selecciones de narrativa y poesía para adultos y niños. En su página biográfica de Amazon (http://www.amazon.com/Ama-Ata-Aidoo/e/B000ARBG38/ref=sr_tc_2_0?qid=1369402244&sr=1-2-ent) , aparecen más de doscientas obras escritas por ella o en su honor, desde antologías hasta concienzudos estudios sobre la temática que tan ágilmente aborda en sus escritos.

Durante el congreso pasado de Mujeres Escritores de Herencia Africana 2013, exigió la igualdad para las mujeres escritoras, que estas continúen luchando por el sitial que todavía hoy es exclusivo de los hombres. Nos invitó a que nos veamos como agentes de cambio y a que siguiéramos los pasos de Jayne Cortez, fallecida fundadora del OWWA (Organization of Women Writers of África), que dedicó su vida a visibilizar las historias marginadas de africanas e inmigrantes alrededor del mundo.

La obra de Ama Ata Aidoo siempre trabaja el punto de vista africano sobre los acontecimientos mundiales. Es por ello que se considera una obra universal, a la vez que localista. Muchos de sus personajes son mujeres que desafían el papel estereotipado de ser mujer. Ha ganado varios premios literarios, incluyendo el Premio al Mejor Libro de los Escritores de la Mancomunidad en 1992 por su novela Cambios (Changes, 1991). En la actualidad ofrece cursos de creación literaria en Estudios Africanos en Brown University y Stanford University in Palo Alto, CA.

 

AMA ATA AIDOO CONTAC INFO

Visiting Professor of Africana Studies
Africana Studies
Phone: +1 401 863 3137
E-mail: Ama_Ata_Aidoo@brown.edu
Ama Ata Aidoo's Brown Research URL:
http://research.brown.edu/myresearch/Ama_Ata_Aidoo
 

Obras
El dilema de un fantasma (The Dilemma of a Ghost, 1964)
Anowa (1970), obra basada en una leyenda ghanesa.
No hay dulzura aquí (No Sweetness Here: A Collection of Short Stories, 1970)
Our Sister Killjoy (1977)
Someone Talking to Sometime (1986), colección de poemas.
El águila y la gallina (The Eagle and the Chicken, 1986)
Aves y otros poemas (Birds and Other Poems, 1988)
Cambios: una historia de amor (Changes: A Love Story, 1991)
An Angry Letter in January (1992), poesía.
The Girl Who Can and Other Stories (1997)
African Love Stories: An Anthology (2007)
Diplomatic Pounds & Other Stories (2011)
 
“For us Africans, literature must serve a purpose: to expose, embarrass, and fight corruption and authoritarianism. It is understandable why the African artist is utilitarian.”
—Ama Ata Aidoo

“They had always told me that I wrote like a man.”
—Ama Ata Aidoo

“It's a sad moment, really, when parents first become a bit frightened of their children.”
—Ama Ata Aidoo






Rosamond S. King

Esta talentosa y galardonada poeta y performera fue la responsable, junto a Jaïra Placide y el resto del equipo de OWWA, de llevar a África a decenas de mujeres para el congreso Yari Yari Ntoaso: Countinuing the dialogue. De hecho, fue Rosamond quien con su afecto y profesionalismo me contactó para invitarme.

Rosamond, quien posee un doctorado en literatura comparada de NYU, acaba de ser premiada con el 2013 Poets House Emerging Poets Fellowship de la entidad Poets House. Ha ganado además la Sandarbh Residency Partapur, Rajasthan en India en 2010, el Fulbright Fellowship de West África dos años consecutivos, 2006 y 2007, y ha sido finalista del Naomi Long Madgett Poetry Award en 2002. Ha sido incluida en las siguientes antologías:

Kindergarde: Experimental Poems for Children, ed. Dana Teen Lomax (2013);

War Diaries, ed. Ernest Hardy & Tisa Bryant (2010); Letters to Poets (inspired by Rilke’s

Letters to a Young Poet, 2008); Surviving in the Hour of Darkness: Health/Healing/Her-story,

ed. Sophie Harding (2005); Beyond the Frontier: African American Poetry for the 21st Century,

ed. E. Ethelbert Miller (2002); Bittersweet: Contemporary Black Women’s Poetry, ed. Karen

McCarthy (1998)

 

Obras/ Performances:

— “Spectacle/Spectacular” excerpt as part of “BODY OF WORDS: the critical and kinesthetic

intersection of text and physical performance” curated by Belladonna, presented by Dixon

Place, 15 February 2011

—“supplicant,” to be screened at SPACES Gallery, Cleveland (Dates TBD); previously screened at

“Trampolim,” Galeria Homero Massena, Vitória, Brazil, January 2011. Originally performed

live as part of the “Low Lives” curated online performance exhibit, 8 August 2009
 

— “Gentrification is…” as part of Emma Wilcox: Where It Falls, The Print Center (Philadelphia),

April-July 2012 & William Paterson University Gallery, November-December 2012

— Still images of Jardin d’hiver (The Winter Garden) performance, in “SHIFT: Images and

Narratives of African Women in Movement,” sponsored by Sauti Yetu Center for African

Women and Families, exhibited at Brooklyn College, February-June 2011 and at Casa Frela

Gallery, NYC Oct-November 2010

— “Suck Teeth” (video & collaboration with Gabrielle Civil) in “New World Creole,” LaBotanica,

Houston, TX 7 May 2010

— “The Gentrification of Brooklyn,” MoCADA – The Museum of Contemporary African

Diaspora Arts, 4 February – 16 May 2010

— “Food for Thought,” Sumei Multidisciplinary Art Center, Newark, NJ, Dec 2009-Jan 2010

— “Obamaarte,” El Sol Studios, San Antonio, TX, February 2009

 



Dorothea Smart

Esta prestigiosa artista comparte pasiones por la escritura, el performance, la edición y el lente fotográfico. Es una renombrada poeta y activista considerada como una de las mejores en su generación por Carole Boyce Davies de Cornell University. Ha ganado el Forward Prize en el 2001 y sus escritos han sido incluidos en la antología Caribbean Erotic (2011) y SCARF magazine (2011). En la actualidad es editora en jefe de la sección de literatura LGBT de la aclamada revista SABLE magazine de Londres, Inglaterra. Realiza y coordina lecturas por todo el mundo, es vegetariana y domina a la perfección varios idiomas. En el 2008 formó parte del grupo de mujeres escritoras ghanianas que fueron fotografiadas por Maud Sulter en la exhibición Zabat. Su fotografía causó revuelo, no solo por el elemento étnico irreverente, sino por el distintivo y sexualizado nombre que se le dio a su portrait: Clio. Clio es en mitología la musa heroica de la historia y la poesía, pero también es el nombre con que se le conoce en algunos lugares del mundo al clítoris.

Es co-directora de INSCRIBE, un programa nacional de desarrollo para los escritores de ascendencia africana y asiática, y es miembro asesor del Proyecto de Poesía Caribe de Cambridge.

 

Obras:

Ship Shape [Peepal Tree Press, 2008] is ‘a powerful work of reclamation, restitution and reanimation’ [Wasafiri, 25:4, 2010].

It was preceded by her commissioned poetry installations for Tradewinds-Landfall, transatlantic exhibitions at Project Row Houses (Texas, 2007), and the Museum of London Docklands (2009). Dorothea’s first collection is Connecting Medium (Peepal Tree Press, 2001)
 
 
Fotografías por Zulma Oliveras Vega

 

viernes, mayo 17, 2013

Rashida Ismaili y la tenacidad literaria: OWWA Conference in Ghana

"Escribir para ser mejores personas. Necesitamos mejores personas, hagamos un ejército de seres buenos, así que escribe mujer, escribe".

Las palabras dictadas por Rashidah Ismail en el homenaje póstumo que se rindiera hoy a una de las fundadoras del Orgainaztion of Women Writers, Jayne Cortés, son poderosas. Tanto que aún me retumban el pecho.  Invitar a escribir, a crear el documento de nuestro linaje por medio de las experiencias de vida estampadas en papel, de eso se trata. Rashida es la mujer mayor, más pequeña de estatura y más poderosa de energía que jamás he conocido. De inmediato se hizo amiga nuestra, mía y de Zulma, sobretodo de Zulma, con la que siempre bromeaba y le decía que para encontrarnos, solo miraba hacia arriba, y nos encontraba por su altura.

Incluyo una breve biografía en inglés tomada del programa de la conferencia:


Rashidah Ismaili is a writer of short stories, plays and poetry. She is widely anthologized and has four collections of poems. Her plays have been performed internationally as well as nationally. She has read her poetry solo and with musical instrumentation, and has been a writer in residence at many colleges and art centers in the country. Originally from West Africa, Ismaili has taught French and English-speaking African writers, literature of the African diaspora and the Harlem Renaissance and Negritude literary movements. Her books include: Cantata for Jimmy, Missing in Action & Presumed Dead, and Oniybo.










 

Congreso Yari Yari Ntoaso de Mujeres Escritoras de Herencia Africana

Gracias a todas estas entidades que han hecho posible este Congreso de Mujeres Escritoras de Herencia Africana en Accra, Ghana.  La experiencia ha sido enriquecedora por demás.


The Organization of Women Writers of Africa, Inc.
New York University Institute of African American Affairs
Mbaasem Foundation
Fundación Mujeres por África/The Women for Africa Foundation
New York University Africa House
New York University Accra
New York University Africana Studies Program
The Haiti Illumination Project
 
The New York Council for the Humanities
The National Endowment for the Humanities











With Dr. Ishraga Mustafa Hamid, journalist, writer