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sábado, septiembre 14, 2013

Razones de peso para una antología antirracista en el Puerto Rico de 2013




Razones de peso para una antología antirracista en el Puerto Rico de 2013
Por Yolanda Arroyo Pizarro

 

Desde el pasado 30 de agosto de 2013 se encuentra disponible en las librerías del país y en Amazon, el libro ‘Palenque: antología puertorriqueña de temática negrista, antirracista, africanista y afrodescendiente’ nacida como número especial de Revista Boreales y que cuenta con las colaboraciones de 21 autores (Ana Irma Rivera Lassén, Anuchka Ramos Ruíz, Christian Manuel Marrero Pérez, Cynthia Montalvo, David Caleb Acevedo, Dinorah Marzán, Emilio Del Carril, Glorian Sacha Antonetty, H. Roberto Llanos, Jesús Santiago Rosado, Johanny Vázquez Paz, José Muratti, María Reinat Pumarejo, Marlyn Cruz Centeno, Mayra Santos-Febres, Miranda Merced, Nery Santos Gómez, Paxie Córdova Escalera, Rubis M. Camacho, Yolanda Arroyo Pizarro y Zulma I. Oliveras). El mismo ha sido prologado por el eminente comunicador, dramaturgo y escritor Roberto Ramos Perea.

Con esta publicación, intentamos nuevamente poner el tema de la piel sobre la mesa. Y para ello hemos querido narrar lo negro, narrar lo afrocaribe, lo afroboricua; contar historias cuyas protagonistas sean hijas de Yemayá, o cuyos personajes principales sean apodados “negrito”. Gente con abuelas “de color”, gente que toque congas, que practiquen la adoración a uno o varios dioses, que hayan sido esclavos, que se hayan liberado y que hayan permitido la esperanza a su progenie. Mulatos, mestizos, jabaos, trigueños, café con leche, morenos, negros en fin, con y sin eufemismos. Quisimos mostrar un universo en donde las historias miraran a África con honra y también con dolor. Hablar de los manumisos, de los negros libertos, del amo y el capataz, pero también del obrero, de la maestra, del tecato, del pescador, del médico. Negras y negros que ya no son víctimas, que actúan para no serlo. Esta es la literatura que carga con el peso de la construcción de vidas, de sociedades; un microcosmos que es a su vez muestra de nuestro híbrido terruño. Una equivalencia de lo que encontramos en nuestras Antillas, en nuestra América, en nuestro planeta.

Aquí hay historias contadas desde la época de la conquista; también eventos narrados desde el hoy hiperreal y tecnológico o la posmodernidad ineludible. Los lugares son propiamente pletóricos en su representación: la escuela, el templo, la cama de amantes, el viaje en nao, los cuerpos en una playa, los juegos de vecindario, los cánticos de aldea, alguna plaza de la península ibérica, el Caribe en su esplendor y deterioro. No hay maniqueísmos, es decir, el ser humano en su holística plural no es bueno o malo debido al color de su piel o su etnia. La humanidad es otra cosa, pero siempre ha existido el dominador y el dominado. Y ello lo hemos querido dejar claro en este texto de realidad puertorriqueña. Y desde esa puertorriqueñidad se dialoga hacia “el otro”. Desde dentro hacia el afuera. Desde Loíza hasta Senegal. Una voz entre voces, marcadora de lo que se es cuando se quiere resaltar lo negrista, o lo africanista, o lo afrodescendiente.

Narrativa y poesía poderosa se cruzan en esta antología.  Aquí hay autores valientes que hacen una clara y acertada invitación a que más personas se unan en este reclamo de justicia racial y de una justicia hacia nuestro origen. Se nos va la vida en ello.

El propósito es uno y es urgente: abolir con nuestras letras el racismo. Abolir con nuestros escritos la injuria. Abolir con nuestras gargantas declamadoras, con nuestras manos que teclean, la injusticia y el vejamen, borrar de raíz la afrenta.  Acusar de plano y de lleno a los opresores, a los racistas, a los ofensores. Con este texto apostamos al pensamiento crítico y a la profundidad reflexiva de cada lector, para que descifre en el caudal cualitativo de esta selección cuáles historias son las dignas de privilegiar, y cuáles aquellas que no debieron haber ocurrido nunca, si es que le hallamos paralelo en nuestras intrínsecas realidades.


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