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viernes, abril 15, 2016

Palabras de Yolanda Arroyo Pizarro sobre "Turbo girl: historias de la mamá del diablo" del mexicano Ángel Ortuño


Turbo girl: historias de la mamá del diablo” del poeta guadalajareño Ángel Ortuño, es una extraordinaria publicación de las gigantes editoras boricuas Zayra Taranto y Mayda Colón que dirigen el proyecto cultural Trabalis Editores en co-edición con Ediciones Aguadulce de otra talentosísima puertorra, Cindy Jiménez Vera. (Interesante que sean mujeres puertorriqueñas tan osadas las que se hayan a la vanguardia de un proyecto tan osado). En las páginas de Turbo girl hay transgresión, humor picante, sexualidad descarnada, erotismo y pornografía. Existe en el libro, más que todo, un desafío al sistema. ¿A cuál? A la iglesia, al capitalismo, a la robotizidad de las relaciones humanas. Y Ortuño construye además una invitación para que nos dejemos de mojigaterías, disfrutemos nuestros cuerpos y hagamos acopio de las emociones con crudeza, sin tanto tapujo.

Mi poema favorito es el titulado Aclaración, que lee de la siguiente manera:

«el matrimonio natural creado por dios / es / el encuentro fortuito entre / una paloma / y / una virgen / sobre una mesa de carpintero / (en otras versiones del mito / la paloma es un paraguas / la virgen, una máquina / de coser / y el carpintero no estaba en casa)»


(ACLARACIÓN, Turbo girl: Historias de la mamá del diablo, 2015)




En la reseña titulada “Ángel Ortuño y el humor de la poesía porno” de Juan Romero Vinueza, se nos dice que: “La obra de Ortuño posee un quiebre de forma y de sentido. Los textos, por lo general, empiezan hablando de una circunstancia en particular y luego, al finalizar, el tema y la situación han cambiado –a veces, drásticamente.” Y en efecto, es este quiebre, esta vuelta de tuerca, lo que permite disfrutar del libro con tanto beneplácito porque la sorpresa está siempre a la vuelta de la esquina.

Añade además Romero Vinueza que “para hablar de la poesía de Ángel Ortuño, es preciso conocer algo de cine de Clase B, pornografía y humor negro. O más que conocer, disfrutar de ellos. Su apuesta poética es la de destruir los preceptos literarios de lo que el común lector de poesía pensaría que es poesía.”

Incluyo otro fragmento del poemario y un pedazo adicional de la reseña:

«La paz mundial es cosa de John Lennon. La inventaron / los Beatles en una sinagoga / mientras comían niñitos ojiazules y hablaban / con la boca llena / (son en todo / vulgares y odiosos: las razas no difieren / tan sólo en su apariencia / sino en su inteligencia / y yo usaría la ciencia / contra su negligencia). / Me dicen que mataron a ese cerdo de Lennon. Vladimir Illich no / envenena ya el aire. / Larga vida en bikini al cuarto reich.»

(Fotografía sexy con temática nazi, Turbo girl: Historia de la mamá del diablo, 2015).

(Fragmento)

La desmitificación y la desacralización de las figuras de la religión católica forman parte del repertorio usual de Ortuño. Empero, la comparación, a modo de mofa, de las dos situaciones (una paloma y una virgen y la paloma como paraguas más la virgen comomáquina de coser) es la que muestra, en su totalidad, la expresión estética y, a la vez, humorística. Podríamos decir que con la primera premisa lo que hace la voz poética es, únicamente, contarnos algo y ponerlo sobre la mesa; mientras que, en la segunda, manifiesta que en otras versiones del mito, así, escapando de la culpa, refiere a un hecho bastante dadaísta y absurdo –como también pudo haber sido la primera versión, aceptada en la Iglesia–. Sin embargo, la naturalidad con la cual es expresado el paréntesis de laaclaración funciona cual si fuese un secreto, un cuchicheo que nos dice la verdad de algo. Recordemos que dentro del humor existe algo que nos molesta. Si lo contamos desinhibidamente no será socialmente aceptado.

La poesía de Ortuño quizá no esté socialmente aceptada. El poeta recurre a la pornografía, a la incredulidad que muchos pasajes bíblicos causan, a las referencias nazis, a cómo comprar tigres o servicios sexuales por internet, etc. La poesía del mexicano muestra aquello que sabemos que existe, pero que no queremos aceptar. Recurre muchas veces a la ironía –quizá para hacer que el énfasis se ponga en la broma y no en el fondo de la misma y, así, de una manera macabra, desviar la atención del lector–, para lograr decir todas aquellas verdades gore que el público no aceptaría que se dijeran en el habla cotidiana, mucho menos en un poema. Para finalizar, mostraré otro poema en el que se burla de una de mis bandas favoritas y, sin embargo, la razón por la que lo hace está más que justificada. Les dejo el poema Fotografía sexy con temática nazi, para que ustedes mismo lo juzguen:

Fuente:
Labarraespaciadora / 2 marzo 2016 / Juan Romero Vinueza

Enlace para la reseña completa: https://lalineadefuego-cultura.info/2016/03/02/angel-ortuno-y-el-humor-de-la-poesia-porno/

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