Páginas
▼
domingo, noviembre 26, 2006
Ficciones sobre La Otra
Vanesa lanzó el celular al suelo. Tenía rabia.
Por supuesto que había que rehusarse a ser mi paño de lágrimas. Ya eras paño de lágrimas de otra, la legítima, la que lleva tu apellido. ¿Para qué consolar a dos, si ya consolabas a una? Si ya tragabas las lágrimas de una… para nada deseabas otra que llorara también en tu vida. Que exigiera tus hombros, tu abrazo. Las mujeres somos complicadas. Muy mucho, como decía mi amigo argentino. De lo que habrá que acordarse siempre es del día que te pedí abrazarme y tratarme con dulzura y dijiste simplemente NO. No estabas en la disposición de invertir emocionalmente en eso. Tenías demasiadas cosas que robaban tu atención, ¿para qué invertir también en “la otra”? Creo que lo entendí todo. Hoy. Tarde, pero al fin. Eso debe salvarme de seguir en el círculo vicioso este. Eso debe sacarte de raíz de donde quiera que andes, porque no solamente me rondas el corazón, también giras por mi cabeza, por mis pulmones, por mi estómago, por las uñas de mis pies, entre mis dientes.
Salud con una copa de Rioja, para que me salgan ampollas y las pústulas alérgenas se me rieguen por todo el cuerpo.
Sacar de raiz a alguien de adentro... mmm, a ver.... mmmm. ?sera posible eso? Hay quien dice que si, hay quien dice que no. Yo, no se que decir, asi que conmigo estas jodia, amiguita.
ResponderBorrarLo que si te digo que ese tipo de tratamiento que te dan es justo para masoquistas, y tu no pareces una... asi que a correr, belleza.
Bueno, como esto es un blog, es la opinion de un solo lado del espejo. Habria que escuchar a la otra parte... porque ustedes las minas se vuelven muy hormonales por esos dias del mes. Que se joda eso de tanto lagrimeo, lo que interesa es follar. Y si te folla bien, a aguantar como buena hembra, o no?
ResponderBorrarPor ahí alguien dijo que las protagonistas de tus ficciones últimamente sufren mucho. Creo que fue Awilda. Y claro, los personajes son tan humanos como queramos hacerlos. A mí me gusta tu escritura, me gusta la vulnerabilidad. No deberían los opinionantes hacer creer que esto es un vitral de vida propia, es un tropo de ficción muy bien redactado. Felicidades a tu pluma.
ResponderBorrarA la tal Vanesa le digo, de parte de este autor infortunado, que puede tener la mente nublada. A veces estar tan de cerca opaca lo que se cree de primera instancia. No hay que hacerle caso a lo demás, solo a lo que se vive con esa persona. Es un riesgo que se toma, pero que riesgo más chingón. A mí, como lector, me interesaría más carne en este escrito, para que deje de ser un microcuento. Me gustaría verlo más desarrollado. Si te animas, me lo envías al email, tesoro.
Que muchas mujeres en la actualidad puertorriqueña están pasando por lo mismo que la protagonista de tu relato. Siempre el corazón pone esa venda bien puesta y tan apretada que es difícil quitar, ¿no?
ResponderBorrarMe encantó y la foto está brutal. Lamento no entrar todos los días, pero el trabajo a veces me lo impide, pero me gusta que escribas casi a diario. Envidio esa parte :)
Cuídate mucho.
Apreciada Awilda, gracias por la sugerencia. En eso precisamente estoy trabajando. ;)
ResponderBorrarPero que por favor, si va a ser una mujer fuerte, que use Crisco... (chiste)
ResponderBorrarMe gustan las mujeres que sufren; se tornan accesibles y deliciosas. Desafortunadamente muy pocas aprenden; escucha el 95.7fm después de las 8pm y verás a qué me refiero.
Muy buenas imágenes.