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viernes, agosto 15, 2008

Canchanchanes en Santiago, RD








Los placeres de viajar y conocer el mundo. Y saber que aún en otra parte, que no es tu tierra, le ponen nombre a los compinches mientras caminan del brazo en una calle santiaguina tomando Presidente Lights y dándose los tequila shots Patrón. Somos canchanchanes, cómplices, secuaces, camaradas en fechorías. Acompaña la luna, que se crece para regalarme una llenitud despampanante. Acompañan las lágrimas por lo que se va y lo que llega. Acompañan los rostros inocentes que no tienen tiempo para jugar, sino para el laburo. No hay tiempo ni para limpiarse la cara de polvo vehicular. No hay tiempo más que pa' decirle linda señorita, que sus ojos de boricua rebelde pueden destruir corazones a mordidas. No hay tiempo.




1 comentario:

  1. No sé que es más hermoso. El color de sus ojos en el marco moreno de su piel, o la tristeza que se adivina en su mirada.

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