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martes, mayo 12, 2009

Letras de Navarro


Salamandra,

Toda mi vida he sido ermitaño, he caminado apenas, no he modificado mi acento ni los pliegues de la piel.
Un siglo transcurrió antes de tu aparición en mi existencia, y dos más han transcurrido desde que la llama de tu mirada se distrajo escribiendo una historia en letras que narra nuestro instante: un relámpago.

Imagino que un libro en general es un conjunto de letras dispuestas en forma ordenada. Cada letra equivale a la anterior, diferente sonido, mismo peso. Y sin embargo, juntas, esas letras levantan oleajes e incendian horizontes, son arrullo para los ángeles.

He visto una dedicatoria. La luz del instante de tu presencia son historias escritas entre las rocas en las pirámides, los balbuceos de Stonehenge son un par de letras del tamaño de tu voz.

Aspiré a ser un momento especial en tu existencia. Esa dedicatoria, de unas cuantas palabras, la misma tinta, un tritón y una salamandra, son la fuerza de la luna arremetiendo contra la marejada.

Un solitario que junta pedazos de hojas, escamas de serpientes, una que otra letra a la vera del camino. Hoy me has vuelto a encender, has logrado detener el tiempo. Deletreo cada instante, cada minúsculo trazo. Cada vez que recorro esas cuantas letras, mi piel recorre el trayecto del relámpago. Por ti, puedo esperar dos siglos más.

Tritón

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