Suicidas, Antología

Suicidas. Antología 2003
Prólogo de Benjamín Prado

Tengo el libro hace años. Por estos días me lo leí, otra vez. Los cuentos tienen el denominador común de que reúne a veinticinco autores que por una u otra razón decidieron, o al menos lo intentaron de modo contndente, suicidarse. Con ello se ha dicho: "han dejando tras de sí no sólo el rastro de la muerte voluntaria sino una estela literaria de tal magnitud que por su importancia y trascendencia, constituyen un claro punto de referencia en la historia de la literatura universal."


La Editorial Opera Prima, que fue quien se dió a la tarea de reunir a tanto muerto auto-infligido, expresa sobre la obra en su site de internet: "Los hay que se suicidaron por desesperación, otros por convicción, los hay que, en un pugilato interno, pudo más su demencia que su cordura (Maupasssant, Akutagawa), los que prefirieron una rápida salida antes que la lenta agonía de la enfermedad (Hrabal, Quiroga, Arenas...). Hay quien buscó su destino final con una energía y despreocupación sorprendentes como Ambrose Bierce, quien supo que jamás volvería de la guerra zapatista en la que se adentró. O el extremo caso de Mishima, quien en una necesidad de dar ejemplo fue capaz de infringirse la misma muerte que describió con insultante y detallado realismo en su relato Patriotismo. O el caso de Rigaut, el autor Dadá que se pegó un tiro dejándose llevar, con exceso poético, de su sentido del deber."

El libro es una joya, realmente. Una clase magistral de hacer literatura. Aunque estos grandes ya no están con nosotros, sí sabían por donde iba el asunto.

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