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lunes, marzo 22, 2010
Palpitaciones
Se llama Cathy, el nuevo intento. Etimología de repuesto genérico, quizás como una de esas piezas que se mandan a pedir a Taiwán. O que se adjudican por ebay. De mirarla una se da cuenta lo ordinario del asunto. Se da cuenta una que no llega ni a insulto. Que es otro simple mortal. Taparotos. Y cruzo los dedos. Para que le vaya bien con el plan B, o con lo que haya traído el desfalcado barco. Mi amiga, la licen, con su acostumbrada originalidad para los sarcasmos, habría declarado el Equinoccio como anarquía de primavera, ante los inconcebibles eventos. Y yo me acuerdo de las palpitaciones.
Me acuerdo que de pequeña creía que una nacía con un determinado y limitado número de palpitaciones de corazón, y que si pasabas un coraje, corrías o te daba taquicardia, se te adelantaba el tiempo, que era lo mismo a que se te acortaba la vida. Las medicinas del asma siempre me han dado taquicardia. Y los malos ratos. Y los arranques de celos. Así que mi cuota de existencia sigue mermando. Las palpitaciones siguen disminuyéndome.
La amiga licenciada me diría, citando a Alice in Wonderland: “You're mad, bonkers, off your head! But I'll tell you a secret: All the best people are.”
Me parece que el equinoccio trajo a unos entes del género güatevel. Será que a los que adolecen de la condición de "obviedad"; siguen un paso monótono de latidos. Mejor las locas que tenemos, samba, bossanova, merengue y salsa de pecho. Digo por aquello de no ser aburridas. ¿Sabías que tengo un soplo en el corazón? Se supone que no haga muchas cosas, pero terca al fin hasta el maratón me he apuntado. Al carajo los "se supone." I'm still investigating things with the letter R.
ResponderBorrarTe adoro!