Páginas

lunes, junio 09, 2014

Nemir Matos Cintrón y el cierre de ciclos en 'El arte de morir y la pequeña muerte'

En la foto: Yolanda Arroyo Pizarro, Nemir Matos Cintrón y Ana irma Rivera-Lassen durante la presentación en Librería Mágica, en Puerto Rico del poemario 'El arte de morir y la pequeña muerte'.
Crédito fotográfico: Zulma Oliveras Vega

Javier Abad Molina en su escrito "Imagen-palabra: texto visual o imagen textual” asegura, y me convence, de que vivimos inmersos en una continua narración de imágenes portadoras de mensajes. Estos mensajes, a su vez, permiten un acceso a una cultura visual muy rica. Abad Molina luego hace referencia a lo que él llama el Homo Videns contemporáneo que “se entiende y entiende este mundo eminentemente visual de manera más intuitiva, veloz, universal y multimedia”.


No puedo evitar pensar-pensarme desde la obra poética de Nemir Matos y hacer correlaciones que me llevan a sentirme Homo Videns luego de leerla y retozarme en sus ideas. No puedo evitar ver-leer a la poeta y sentir que ella posa sobre mis ojos unos binoculares mágicos que dan paso a leerla-leerme/ entenderla-entenderme.


Nemir Matos, en su nueva propuesta ‘El arte de morir y la pequeña muerte’, me hace “leer la vida” para narrar y narrarnos, enriqueciendo ese imaginario personal por el que nos dirige desde ‘Las mujeres no hablan así’, libro que publicara en 2010.  En este texto recién estrenado nos deja ver un nuevo ciclo y el cierre necesario de otro. Siento a Matos en estas páginas más sosegada, más enamorada de la existencia, menos calamitosa en el dolor del destierro, aunque siempre con su vena denunciadora de verdades incómodas. 


‘El arte de morir y la pequeña muerte’ es un sustrato simbólico del devenir, un fundamento para encarar los nuevos conocimientos, la nueva alborada. Como ya ha dicho Joan Brossa, “el idioma de la poesía visual es como el esperanto. El lenguaje literario ya no es el único vehículo apto para incluir las formas poéticas.” Sabemos que las imágenes permiten seleccionar qué y cómo queremos que la mirada entienda una situación; sabemos además que los grandes exponentes de arte hacen uso de esa realidad aumentada para desbordarnos en placeres que nos deslumbren. Nemir se dedica a ese canto, a dejarnos escuchar sus tonadas, pinceladas en versos. Matos hace uso capital de esa propiedad y se hibrida con Yolanda Fundora para acercarnos el elixir de una poesía en pixeles y letras fuentes altamente deseables. Odas a esta nueva criatura.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario