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lunes, diciembre 14, 2015

Reseña sobre el libro ‘Borrador de auto-ayuda queer y otros ensayos raritos’ de Lisette Rolón Collazo


Sobre borradores y manuales de auto ayuda revolucionarios
Reseña sobre el libro ‘Borrador de auto-ayuda queer y otros ensayos raritos’ de Lisette Rolón Collazo (Editora Educación Emergente, 2015)
Por Yolanda Arroyo Pizarro 

¿Y si soy niña que se mira al espejo y no se encuentra? Y no se encuentra por tu estúpida definición de ser niña, de tener que servirte, de ser inferior…
“Lo que no soy”. Performance escrito por Yolanda Arroyo Pizarro
y escenificado por Zulma Oliveras Vega
para el CLIQ Congreso De Literatura Queer 2015 en UPR Carolina, PR


Jossiana Arroyo, Elizabeth Crespo-Kebler, Efraín Barradas, Rubén Ríos Ávila, Jocelyn Géliga, Lourdes Torres, Mónica Lladó, Arnaldo  Cruz-Malavé y Lawrence La  Fountain-Stokes son algunos nombres de críticos y cronistas que me han hecho crecer en el entendimiento de lo que es la sexualidad anti heteronormativa, la sexualidad combativa, lo queer. Y lo hacen desde el panorama cultural artístico y literario puertorriqueño, uno de mis frentes favoritos. Desde sus incursiones academicistas hasta sus opiniones certeras que con cierta regularidad algunos publican por las redes sociales, estos nombres son brújula y compás para seguirle el paso al mapa de las construcciones y deconstrucciones orgánicas que se permean en los textos literarios con resonancia LGBTQ. Lisette Rolón Collazo, quien desde hace años ya esboza una denuncia contundente desde la gestoría de su editorial y la colección Queer-y, a la misma vez que ‘la monta’con el congreso Del otro lao en Mayagüez, viene a convertirse en parte referencial de ese grupo de valientes que pone por escrito un corpus teórico, vivencial y confesional sobre lo queer puertorriqueño.

Su más reciente libro ‘Borrador de auto-ayuda queer y otros ensayos raritos’ es esencial para el entendimiento de lo que muchos llaman ‘el pato y la pata boricuas’, ‘maricones y mariconas portorricensis’. Sabiéndolo, o sin saberlo, Rolón Collazo ha construido uno  de los libros más importantes de las letras puertorriqueñas. Incluso la prestigiosa autora y reseñista Marta Aponte Alsina ha dicho en días recientes lo siguiente sobre esta publicación:

«Si yo tuviera la arrogancia necesaria para hacer listas de libros "del año", este libro estaría en mi lista. Sí creo tener el entusiasmo necesario para reconocer a una escritora de gran aliento: Lissette Rolón Collazo. Este libro tiene muchos pasajes, muchas entradas y fuentes teóricas; lecturas, experiencias, afectos y pensamiento. No se notan las costuras porque se conjugan en la vida de una autora brillante, que es también mujer valiente y militante. De voces como la suya se ha servido siempre la nación puertorriqueña, voces que ya no pueden silenciarse, porque silenciarlas nos empobrece, nos disminuye, nos subordina. Pensemos en una nación queer, donde se celebren a plenitud la vida irreductible, la excepción a la regla; pensemos en una nación con rasgos gay, es decir, con vocación de alegría. Que viva Puerto Rico independiente. Que viva Puerto Rico libre.»

Durante la presentación del libro el pasado viernes 11 de diciembre de 2015.


En efecto, he leído este ‘Borrador de auto-ayuda queer y otros ensayos raritos’ y me veo reflejada en él. Toda mi bisexualidad, todo mi lesbianismo, todo mi pansexualismo. Veo a mi comunidad, a los que se han ido y a los que se han quedado; veo nuestras luchas, nuestras dolamas y nuestros aciertos. El “manual de auto ayuda” de Rolón trabaja muy ingeniosamente y muy elocuentemente las voces de la comunidad queer desde varios referentes necesarios y cuyas discusiones aún necesitan ser vocalizadas.

Ángela Alfarache en Identidades lésbicas y cultura feminista ha dicho: “El lesbianismo puede ser un hecho subversivo y de resistencia como forma de reacción y enfrentamiento con el poder”. Lo que dicta Alfarache es corroborado en las 84 páginas del ‘borrador’ de Rolón Collazo. Desde el prólogo en que se nos explica —muy a lo Paco Vidarte y su Ética marica— el uso y el contexto de la palabra queer en suelo boricua (“lo queer engloba una multiplicidad de prácticas contra-corriente que retan el sistema heteronormativo en toda su amplitud y complejidad siniestra”), hasta el cierre del libro con el ensayo “De la @ a la x”, dedicado a Gaddiel Ruiz Rivera porque este fue “el primero en pedirme que escribiera sobre la @ y la x”. En él intercala los valores de la lingüística a la hora de hacer revolución anti patriarcal.

La autora y su idea del cuerpo, y del amor lesbiano y homosexual, como entidad que se puede concebir para liberar un régimen hegemónico, edifica la identidad sexual subversiva para que desde el cuestionamiento se libere a la sociedad de la normatividad sexual represiva. Nos cuenta sobre las salidas del clóset, sobre la enfermedad de gente queer ancianos, de parejas que son hospitalizadas y a las que se les restringe el acceso por el asunto “ilegítimo” de no ser straight, el uso de los vocablos pata, pato, marica, los ritos y el matrimonio igualitario, sobre la muerte y lo profano-sagrado queer, etc.

Mónica Lladó escribió sobre este libro para el periódico digital 80 grados una reseña extraordinaria, de la que citaré lo siguiente: “Los ensayos ponen el dedo en las llagas de la homofobia, la inequidad y la discriminación que en Puerto Rico les niega a las personas sus derechos, solamente por amar, ser y estar desde lo raro. Los escritos transitan por diversas reflexiones en torno a la injusticia, el discrimen, y la violencia que se manifiestan en el ámbito de la familia y en la sociedad, ya sea en la enfermedad, la vejez y hasta en la muerte.”(http://www.80grados.net/la-praxis-solidaria-de-lo-raro-en-borrador-de-auto-ayuda-queer-y-otros-ensayos-raritos/#sthash.mU3DrzYG.dpuf)



Mi ensayo favorito del libro de Rolón es aquel de la página 48, no solo por la emotiva dedicatoria, sino porque se trata de un planteamiento que me define. El mismo se titula: “Discriminaciones que se niegan a decir su nombre”. El juego del título para hacer referencia al libro Un amor que se atrevió a decir su nombre. La lucha de las lesbianas y su relación con los movimientos homosexual y feminista en América Latina de Norma Mogrovejo me fascina por demás. En su ensayo, Rolón menciona: “La patería está también maldita. No importa lo que se ha luchado y logrado: seguimos siendo blanco de queerfobia cotidiana que campea por su respeto en todas partes, en todas las instituciones, en todos los resquicios de esta bendita sociedad hetero por decreto. De poco nos sirve que tengamos una que otra famosa a quien tratan bien. Siempre abunda el insulto para la multitud anónima” (49). Acto seguido añade: “si eres pata, negra, gorda, de clase media para abajo —bien abajo— y vieja, para colmo, más te valiera no haber nacido. Y si además eres independentista y libre pensadora, peor todavía. El coro de prejuicios se te impone como una maldición de siglos. ¿Cómo se te ocurre existir en este mundo tan blanco, tan esbelto, tan bien matrimoniado, tan de gente de bien, tan conservador y colonial?”


Gracias, Lisette, por estas letras necesarias.

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