Bueno, yo ya lo asumí. Soy fanática irredenta de Rey Emmanuel Andújar. Estoy irremediablemente tendida a los pies de este talentosísimo escritor. No creo que admire a ningún otro autor caribeño cogeneracional de la manera en que lo admiro a él. Su última colección de cuentos “Amoricidio” no tiene pierde, como dice mi peruano Isaac. Pero es que no le sobra nada, no hay manera de encontrarle la menor de las fallas. Punto, no tiene. Es un calidoscopio de explosiones narrativas, de frases inteligentemente concatenadas por la astucia, es una minucia fuera de genérika porque raya en lo extraordinario, en lo quisquilloso del engranaje musical, lúdico, onírico y poético del vocabulario, de los caribeñismos, de la lengua con la que odiamos y amamos. Yo creo que Andújar se ha convertido ya en un referente obligado.
La primera vez que escuché la palabra “Amoricidio”, la escuché en una canción de Glenn Monroig. Ahora la vuelvo a encontrar de boca de Rey Emmanuel Andújar. En “Amoricidio” convergen diez cuentos maravillosamente redactados. Este libro ganó el Premio Internacional de Cuento Joven Feria Internacional del Libro 2007 de República Dominicana. Y con más que razón fueron premiados los mismos. Andujar escribe lo que escribe y agradece con su escritura sus vastas lecturas de Margarite Youcenar, Borges, José Saramago, Fernando Pessoa, Bryce Echenique, Roberto Arlt, Nicolás Guillén, Pedro Cabiya. A todos ellos se les puede encontrar en las reflexiones que dictan la historia, en el fondo y en la forma.
De esta colección ya me conocía los cuentos ‘Day After Pill’ y ‘Jaguar’, pero igual sus relecturas me iluminaron. Todos los relatos poseen una suculencia conspiratoria que los hace benditamente buenos, pero mis favoritos fueron ‘El Orfebre’ y el de ‘Wilkins’. Sobre todo ‘El Orfebre’ por traer a colación el tema de las relaciones modernas y sus complicaciones, pocas veces encajonadas en ‘etiquetas’ que expliquen la multisexualidad, su uso y disfrute. El de ‘Wilkins’ me fascinó porque reconocí toda la ironía envuelta en el perseguimiento de este astro boricua y el sarcasmo tan bien elucubrado para llevar el mensaje de lo hiperbolico de una ‘fan’. Todo un deleite.
Alejandro Arvelo, Director General de la FIL de Santo Domingo, dice en las páginas de presentación del texto: “Destaca sobre todo una muy fina mano para el manejo de la la ironía, rasgo que no suele aparecer de modo tan equilibrado en los escritores hasta que alcanzan una edad y un oficio alto. Andujar es, por tanto, un escritor de maduración temprana, lo que hace prever una trayectoria muy fructífera en el futuro.”
Aquí les incluyo un fragmento del cuento ‘El orfebre’:
“Josian llegó como todas las tardes y se enfureció bastante cuando me vio tan desmejorado. Exigió explicaciones y yo le conté casi todo con lujo de detalles. Pidió teléfonos, direcciones, para ir a buscar a ese pendejo, pero sobre todo a la muy hija de puta de la jeva esa que te metió en ese lío. Le dije que dejara eso así, que total, el tipo es un farsante y ella sí, una verdadera hija de su maldita madre. Me untó algo de los ungüentos para los golpes que lleva en su bulto de entrenamiento y me hizo algo de té. Luego puso una sopa, que yo apenas podía tragar por el dolor. Seguimos discutiendo, él exigiendo razones, yo negándolas. Me preguntó si tenía algo con esa jeva, que quién era. Luego hubo gritos… él también se puso a llorar y yo me asusté, recordando que cuando los hombres lloran pueden ponerse brutos. Le di las gracias por venir y le pedí que se fuera. Si me voy ahora no me ves jamás, me dijo con los ojos pequeños, rojos. Yo con dolor en el dedo, porque como dije antes, allí era que estaba mi alma, le mentí. Si te vas ahora no me importa, vete, vete, muchachito de la mierda, no quiero verte, no quiero ver a nadie, déjame solo, como todos. Dije estas palabras consciente de que nadie me deja solo, soy yo el que siempre se va, el que de manera sadomasoquista y egocéntrica ha manejado todas las relaciones.”
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