El
silenco
por Yolanda Arroyo Pizarrodel libro Medialengua, 2009
El silencio es ese punto que
penetro
en las sienes de las paredesen el seto de tus músculos alertas
y el concreto despierto de mi epidermis
cuando me siento y miro el olvido
y observo la pelambre de las sombras
te han traído a destiempo
te han regado en mi regazo
unos días antes de la desesperanza.
Es ese invento que nace de mis ecos
aderezados de gargantas libres,
suspiros bajos
jadeos adornados de tus decibeles disciplinados
los que no deben derramarse al otro cuarto
en donde echa canas la abuela
en donde va a escucharme la casa,
tu hogar que es cómplice de mis lamentos
conspirador de mis arqueadas de espalda.
Silencio de rotura de manguillos de trajes blancos,
bajura de temperaturas,
lenguas frías después de los orgasmos
los múltiples
los de colores traslúcidos como vitrales.
Silencio de accesorios que no titilan
de campanitas que no trepidan
de dientes que te recorren en el absoluto insonoro
y en la carencia muda de fuegos
niña de fuego
bruja blanca de fuego
vapores y volcanes sigilosos.
El silencio es ese espacio en donde me vuelvo monocromática
en donde me duelen las cicatrices y no hay azules
en donde se vuelcan los mantras empeñados en permanecer
en no disasociarse de la cama de pilares
de las venas que pulsan nuestro entorno
del terreno baldío en donde busco la ausencia de ruidos
donde elimino la concentración de la nada
la monotonía del ya no soy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario