miércoles, noviembre 28, 2007

Conjuros y un "Para volver a verte"

Antenoche hice un conjuro.

Por varias razones. Por probar algo, por deshacer algo, por iniciar algo. Antenoche lo hice. Coloqué el vínculo físico en un sobre transparente. Lo dejé en mi patio, a la intemperie, para que el baño de la luna menguante lo sellara. Entonces, doce horas más tarde, recibí contestación. Me gustó el asunto. Creo que voy a repetirlo.

En fin, aprovecho para despedirme. Estaré alejada unos días de Boreales. Y es que me encontraré mañana bajo los efectos de una anestesia general que me hará viajar a otros planos. Me abrirán el cuerpo. Me sacarán algún órgano. Estaré recuperándome unos días.

Luego vuelvo… y si no vuelvo, pues dejo este espacio como prueba inequívoca de que vagué esta dimensión terrenal por treinta y siete años, que no son pocos. Dejo una semilla, mi luz de bengala, mi Aurora. Dejo mis escritos. Dejo mi amor a todos los hombres y mujeres que inundaron mi existencia con sus arrumacos.

Si vuelvo a mirarles los irises en otra ocasión, y ojalá suceda, regálenme lunas, se los suplico.


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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Immel Lenian Dante!

Me han dicho que en momentos como estos, te sobrecoge el miedo de morir. No lamento que tengas que enfrentarte a lo que viene, porque sé que vencerás. No me cabe duda alguna. Lamento, sin embargo, no poder estar ahí contigo, no conocer el antiguo conjuro druida que me permita salirme de mi cuerpo y juntar mi aura con la tuya para sacarte del túnel de Sabato. Sólo Amaterasu sabe lo mucho que extrañaría tu luz si se apagara; sólo Buda sabe lo mucho que quiero que vivas, para que continúes por tu camino de losetas amarillas y finalmente llegues a Ciudad Esmeralda; sólo Jehová sabe lo mucho que lamento que pases por esto sola.

Immel Lenian Dante!

Yo por mi parte, le ruego al Misericordioso Buda y a Amaterasu, diosa de la luz, el arte y todas cosas que son posibles en su aullido, a que sanes, más que en cuerpo, que no es lo que me preocupa, porque todavía tu tiempo no ha llegado y eso me consta, sino más bien en espíritu. Quiero que sanes y seas la mujer que tienes que ser, que crezcas y que nos tapes a todos con tu maravillosa y gloriosa sombra, que nos ilumines, porque Yolanda: tú eres una mujer que tiene tanto que dar, eres tan dada, tan desprendida y dadivosa, tan fuerte, pero no lo reconoces. No lo ves. Rogaré a las tres diosas del destino, Lunna, Phoebe y Selina para que logres algún día ver todo lo que tienes que es bueno, porque eres una gran mujer y daría mi vida misma porque algún día comenzaras a creerlo.

Immel Lenian Dante!

En cuanto a tu operación... Sabes? Antes creía en la magia y todavía sigo creyéndola. Lo habrás visto en mi blog. En un momento llegué inclusive hasta escribir sobre magia. A veces me llegan palabras a la mente en lenguajes inventados, y es que, qué más grande y poderosa magia que la imaginación misma? Un día, mientras trabajada en la Academia Barbara Ann Roessler en Cupey, me atacó un fuerte dolor en todo el cuerpo. Era dengue. Yo, teniendo VIH, me entregué de primeras al dulce suplicio del pánico. Pero me llegaron estas sencillas tres palabras: Immel, Lenian, Dante. Me fue bien. El sólo hecho de que te esté escribiendo esto significa que sobreviví. Abro mi libro arcano y lo hago tuyo. Repítelas si crees en la magia. Repítelas si crees en ti.

Anónimo dijo...

Ha sido una semana extraña, lo sabemos las dos. Muerte, separaciones, encuentros, vacaiones interrumpidas,... De todo. Pero tú, querida amiga aun no te queda camino en este espacio terrenal. Tu Aurora, tu Luna y yo te necesitamos. Aquí estoy.
La mujer cruda

Unknown dijo...

Bueno, Yolanda Arroyo Pizarro, yo apelo al egoísmo. Tienes que recuperarte, "ponerte mejor que antes" (admite ambigüedades), porque eres una de las poquísimas personas que tienen blogs tan interesantes. Quiero seguir leyendo e imagino que has asumido el compromiso de continuar la escritura. Por lo tanto, se te agotaron las alternativas. "Enfermedad", "gravedad", "agonía" y "muerte" son conceptos erradicados de tu diccionario por unos cuarenta o cincuenta años.

En serio, Yolanda, mis deseos son que no haya complicaciones, que te lleves la agradable sorpresa de reponerte más rápidamente que lo que habías pensado, y que continúes brindándonos tus intervenciones blogueras. Disfruto mucho leer en Boreales.

Ana María Fuster Lavin dijo...

Así como dice el amigo Carlos Vázquez, desde el amor y el egoísmo, te necesitamos muy cerca de palabra y abrazos... Conjuros de luz, de las brujas y los sueños, para verte muy pronto.
te quiero mucho

no apta para la humanidad dijo...

claro que te recuperarás y claro que te volveremos a ver!
todavía nos debes muchísimas letras, muchísimas risas y brindis por la vida. así que 10,000 lunas para ti, descansa mucho para que te recuperes y espero pronto darte un abrazote!

Anónimo dijo...

Descansa, mujer maravilla. Las super heroes también se toman unas vacaciones. Nos veremos pronto rodeadas de letras, cervezas, lunas y risas. Un beso.

Acerca de mí

Mi foto
Yolanda Arroyo Pizarro (Guaynabo, 1970). Es novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña. Fue elegida una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de Bogotá por motivo de celebrar a Bogotá como Capital Mundial del libro 2007. Acaba de recibir Residency Grant Award 2011 del National Hispanic Cultural Center en Nuevo México. Es autora de los libros de cuentos, ‘Avalancha’ (2011), ‘Historias para morderte los labios’ (Finalista PEN Club 2010), y ‘Ojos de Luna’ (Segundo Premio Nacional 2008, Instituto de Literatura Puertorriqueña; Libro del Año 2007 Periódico El Nuevo Día), además de los libros de poesía ‘Medialengua’ (2010) y Perseidas (2011). Ha publicado las novelas ‘Los documentados’ (Finalista Premio PEN Club 2006) y Caparazones (2010, publicada en Puerto Rico y España).

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