Hoy se entregan el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007, y el escritor israelí Amos Oz será distinguido esta noche con el galardón. Me conseguí en La Tertulia de Río Piedras varios libros de él, que dentro de poco leeré (hacen aún fila Ian McEwan, Susan Sontag, Jorge Volpi y Carlos Ruiz Zafón). Le hicieron por estos días una entrevista en Elperiodico.com y me llamó la atención esto que dijo: “La literatura es un vehículo maravilloso para mejorar la comunicación. Es difícil odiar a un pueblo si se ha leído a sus autores.”
¿Será cierto? Me gustaría creer que sí.
Incluyo parte de la entrevista:
--¿Qué supone para usted compartir el escenario del Teatro Campoamor con víctimas del Holocausto?
--Recibir el Príncipe de Asturias es un tremendo honor por el amor que profeso a la literatura española y a Latinoamérica. Y es un honor mayor el compartir el escenario con el Yad Vashem, porque se trata del recuerdo, de recordar. Escribir literatura es también recordar.
--En España se hace revisión de la historia. ¿Todos los pueblos deben hacer memoria?
--Es crucial poder mirar al pasado directamente a los ojos, pero hay que tener cuidado de no quedar hipnotizado por el pasado. Hay que mirar atrás para poder olvidarlo, y luego recordar que se ha olvidado.
--¿Es posible la reconciliación entre árabes e israelís?
--Sí, es posible siempre que no se base en el olvido total. La reconciliación tiene mala reputación, sobre todo entre los idealistas, que creen que el compromiso es incoherente. Pero yo creo que el compromiso es vida, y lo contrario de la vida es el fanatismo. Y se lo digo yo, que sé algo sobre el compromiso... ¡Llevo casado 47 años con la misma mujer!
--Ha escrito usted mucho contra el fanatismo. ¿Confía en una cura?
--Me temo que no. Es como un gen malo del ser humano. Se puede contener, pero no se puede eliminar. El fanatismo existe no solo en la religión o en la sociedad, sino también en el seno de la familia.
--¿Cuál sería su solución para Oriente Próximo?
--La solución es retomar el compromiso histórico entre palestinos e israelís. Los palestinos reclaman su derecho sobre la tierra, y tienen razón. Los judíos israelís, también. La solución es dividir la tierra en dos naciones: Israel y Palestina, y que convivan en paz. Si me pregunta en cuánto tiempo, lo desconozco. Pero no existe otra alternativa.
--¿Qué papel desempeña Europa?
--Europa se equivoca al adoptar una postura de institutriz victoriana, apuntándonos con el dedo índice. Debería ayudar a palestinos e israelíes a superar miedos e inseguridades, y a trabajar para solucionar el conflicto.
--¿Y Estados Unidos?
--Ha cometido muchos errores. Uno colosal ha sido la invasión de Irak. Es imposible imponer una democracia con pistolas.
Además, elcomerciodigital.com ha dicho:
“Un escritor es un ser que escudriña la sociedad, un testigo atento de la época que le ha tocado vivir, un espectador que no permanece impasible ante los retos a los que han de enfrentarse los pueblos. Pero también debe ser alguien que viaja a su interior, hacia el pasado de sí mismo para comprender quién es a través de la memoria.
Amos Oz, el escritor israelí galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007, ha dado todos esos pasos y ha hecho todos esos viajes. Fruto de ello es una obra llena de emoción, de poesía, reflexiva, conmovedora y variada. Conocido en todo el mundo, pues ha sido traducido en más de 30 idiomas, es el puente entre la gran tradición literaria europea y la nueva literatura en hebreo después de un vacío de siglos. Cuando se piensa en Oz y en su rica producción literaria es inevitable que surja inmediatamente un título publicado en 2003: 'Una historia de amor y oscuridad', una autobiografía considerada por muchos como una de las grandes obras literarias del siglo XXI. La historia de una familia, una familia centroeuropea, de la diáspora, que intentó reconstruirse al tiempo que construía un país, Israel.”
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