Bello el amanecer, bella la tarde. La nocturnidad me recibe ya agotada, sin ganas de hacer mucho. Sólo leo, a la luz de una lamparita colonial. Estoy emocionada porque Taty Hernández y yo nos veremos el viernes, esa mujer del Patio de las Cayenas que me ha acogido como colega en las letras y a la cual admiro desde hace años leyendo su
grupo virtual. ¡Que llegue el viernes para verla!, dice la niña que habita en mí. Que llegue, que llegue.
Mientras, así se siente Santo Domingo a mitad de semana…



2 comentarios:
Mi amiga!!! Disfruta mucho... Ahh y por favor, envíale mis cariños a Taty.
me gusta el gato
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