Sin insomnio
Por Yolanda Arroyo Pizarro
dormirme ya no es penuria
ni un rito dedicado a la ablación en Angola
al conteo de ex amantes y su cábala
al planchado de pechos de Camerún
ni a la radiación de Fukushima y Kyoto
hacerme dormir
es imaginarnos otra cosa
una estrella con planetas habitables
dentro de una nota de Debussy
dentro de los remolinos de estrellas de Van Gogh
es recitar a Og Mandino
no soy una oveja esperando que la dirija su pastor
es escuchar a Glenn y su sonsonete
me rindo, tú ganas, esa es la que hay
es requebrarme con Residente Calle 13
dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo
jurar que nos portaremos mal por siempre
esta noche
mañana en la tarde
dormida mientras sueño
antes de la medianoche
desde que estás
metes tus dedos
y por fin duermo
índice y corazón entre mis pliegues
mollero de carne
que divide la cintura y la cadera
que te hace un nido
Insomnio era mi concubino
Ahora llegas para adormilarme
y no soy la misma
desde que me arrullas el pelo
no soy la misma
desde que bajas el tono de la luz
tarareas un cuento
espantas una meditación zen
me obligas a hacer pedidos al universo
asilencias el timbre del teléfono
te vuelves custodia de cualquier tumulto
como los do not disturb de los hoteles
espetas el codo entre mis sienes
o en la mejilla
por el costado
y no despierto
porque el pedazo de piel es tuyo
él también sabe
que debe dormirse
1 comentario:
Muy hermoso poema sobre la presencia..de la amada..
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