Coloquio sobre el autoritarismo, la gobernanza y lo (in)
justo
Ateneo de Puerto Rico
Carmen Centeno Añeses y Yolanda Arroyo Pizaro
(a dos voces)
[fragmento]
Una relación de violencia
actúa sobre un cuerpo o cosas, ella fuerza, doblega, destruye, o cierra la
puerta a todas las posibilidades. Su polo opuesto sólo puede ser la pasividad, y
si ella se encuentra con cualquier
resistencia no tiene otra opción que tratar de minimizarla. Por otro lado, una
relación de poder sólo puede ser articulada en base a dos elementos, cada
uno de ellos indispensable si es realmente una relación de poder: "el
otro" (aquel sobre el cual es ejercido el poder) ampliamente reconocido y
mantenido hasta el final como la persona que actúa; y un campo entero de respuestas,
reacciones, resultados y posibles invenciones que pueden abrirse, y que está
enfrentando a una relación de poder.
El sujeto y el poder, Michel
Foucault
¿Qué puede ser el autoritarismo sino el
ejercicio de la coerción física y emocional? ¿En cuál marco de derecho tiene
cabida sino en el de las estructuras antidemocráticas y excluyentes? ¿De qué
forma la literatura puertorriqueña se revela contra este estado y qué marco de
derecho presenta? ¿Cómo hacen crítica los autores puertorriqueños del
autoritarismo que caracteriza al capitalismo salvaje y a su lógica o racionalidad?
¿Desde dónde se enuncia la ausencia de gobernanza o normativas que permitan el
bien común? ¿De qué forma se denuncia el colonialismo y su secuela de males?
¿Qué relación hay entre autoritarismo y derechos humanos?
El autoritarismo es uno de los elementos más
denunciados de la literatura puertorriqueña actual y que veremos por medio de varios textos contemporáneos. Es
la respuesta a la autoridad ejercida por varios siglos de opresión y de
coacción. Uno de las obras que comentaremos se sitúa en el presente, El sabor del tiempo de Félix Córdova
Iturregui; la otra recorre un largo periplo histórico, Las horas del sur de Magali García Ramis, y Las negras de Yolanda Arroyo Pizarro nos remonta al origen de la esclavitud
en el Nuevo Mundo, así como a las guerras intestinas entre los africanos. Otro
de los textos se sitúa desde la más absoluta marginalidad, desde la periferia
de la ciudad para cuestionarnos quién está en el centro: un cuento urbano de
Francisco Font publicado en La belleza
bruta.
En las primeras dos obras sus personajes son
heterodoxos, pero poseen conocimiento y están adscritos a diversas ideologías. En
las otras los saberes son todavía más alternativos, pues sus personajes no
están inmersos en instituciones sino en los cánones de sus respectivas culturas
que contrastan radicalmente en sus valores. En Las negras se trata de un mundo no occidental. En el relato de Font
se presenta lo que está fuera de lo institucional.
SAETAS
16. las onduladas nubes
blancas
semejantes a la savia cremosa proclaman jubilosas
masas semejantes a plumas
cirros que indican ha llegado el calor
elegante manto otoñal de nubarrones
parece lana de borrego
pronostican la proximidad del invierno
en una capa angosta
el olor de las mujeres hace falta
las mujeres negras sudorosas hacen falta
esclavos varones para pocas hembras
los dueños las encadenan a una viga
siete de ellas
dobladas con el culo al aire
y el olor expulsado de sus cuerpos
y su amarre
hay embriaguez de erecciones
amos con la creencia
que existirán partos múltiples
como el de manadas de cabras
más machos que impregnen
a las esclavas
por cada una encadenada y doblada
abierta de piernas
estiradas por las caderas
diez o doce hombres esperan
las miradas del oriente se masturban
germinan con el resplandor dorado del viento
que anuncia el alba
un tufo atiborrado de cielo carmesí
por el rojo que gotea
negras cansadas de vergas hirientes
de sangre y semen
de turnos y filas
de esclavos, mayordomos y capataces
negras menstruantes
adolescentes
púberas
viejas con menopausia
todas ellas
cuando se despide el día
los olores y esencias distintivas
ya las traen docilizadas
adormecidas
mientras un elegante manto otoñal de nubarrones
se escapa chorreante entre los muslos
parece lana de borrego
Fotos: Zulma Oliveras Vega
Dra. Carmen Centeno |
Con Choco Orta y Eduardo Aguiar |
En la foto, Dr. Daniel Nina |
Dr. Daniel Nina |
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