Una aproximación conceptual a la teoría queer desde el contexto ecuatoriano, así como las posibilidades y limitaciones que ha presentado este término en su uso.
Para hablar de ‘lo queer’ en Ecuador es importante situarlo en una epistemología local/regional latinoamericana y en los debates Norte-Sur y Sur-Sur, entendiendo lo regional no solo como geografía sino como posición de producción de conocimientos. Además es importante problematizar lo queer desde las relaciones fluidas entre identidades y prácticas que cuestionan la naturalización de la heterosexualidad y la homogenización de comunidades a través de categorías rígidas que hacen parte de la producción de conocimiento sobre sexualidades y géneros en Latinoamérica(1).
¿Qué es “lo queer”?
Si bien existe una amplia discusión académica sobre el término, me parece importante mantenerlo como 'queer', pues justamente alude a los desbordes de las identidades categóricas como gay, lesbiana, bi, trans, volviendo a poner de manifiesto la movilidad de las sexualidades, la construcción del cuerpo bajo conceptos que culturalmente definen qué es ser “femenino y/o femenina”, “masculino y/o masculina”, penalizando a quien no calza en este 'formato'(2).
Existen muchos términos localizados que tampoco podrán ser traducidos contextualmente del Inglés u otro idioma (por ejemplo gay). Más allá del término es cómo éste (lo queer) desplaza categorías aparentemente fijas como ser “hombre”, ser “mujer”, posibilitando una reflexión mas amplia sobre el cuerpo, el género, las sexualidades, las identidades, la pertenencia, la ciudadanía. Es decir, pensando en identidades no estáticas y en su impacto socio-económico, siempre sujetas a negociaciones constantes no lineales (más aún en contextos migratorios y de cruce de fronteras ampliamente definidas)(3).
En la introducción al Dossier de ICONOS No. 35(4) “Cómo se piensa lo queer en América Latina” co-editado con Fernando Serrano y Salvador Vidal-Ortiz (5) tomamos como punto de partida lo ‘queer’ para mirar cómo su tránsito y sus re-significaciones -supeditada a un contexto y espacio particular- se tornan tanto en un ejercicio académico, como en uno político. Conforme lo discutimos en dicho dossier, López Penedo (2008)(6) señala que el surgimiento del término queer –cuya traducción al español puede ser ‘raro’, ‘maricón’, ‘torcido’– en los Estados Unidos durante la década de los noventa, redefine identidades sexuales y de género, y confronta tendencias asimilacionistas y normalizadoras del género y la sexualidad, ampliando la crítica a lecturas estáticas sobre raza y etnicidad.
Siguiendo esta línea el dossier propone una distinción entre lo queer como acto desestabilizador y la teoría queer como marco teórico. Lo queer funciona por tanto como prácticas transgresivas o liminales que redefinen la relación establecida con la familia, la nación o la ciudadanía. Las discusiones sobre lo queer se distancian de estudios previos relativos a la sexualidad como los ‘gay and lesbian studies’, u otros estudios sobre el tema(7). Teniendo en cuenta esta diferencia, las lecturas queer no excluyen temáticas de género y sexualidad sino que dependen de ellas para formular críticas a sistemas heteronormativos.
El nacimiento de la teoría queer y su inserción académica sucede a partir del cuestionamiento de las formas en que adoptamos nuestros géneros y sexualidades, los significados que les atribuimos y las prácticas institucionales que contribuyen a la formación de nuestras subjetividades(8). Uno de los principios de la teoría queer es la temporalidad de los sujetos y los significados en constante reformulación mientras otro ha sido la separación entre género y sexualidad(9) como dos campos de estudio y dominios de la vida humana. De modo que el término queer no es un sinónimo de gay o de homosexual, pues cada uno tiene diferentes trayectorias teleológicas, ontológicas y epistemológicas. La medicalización y disciplinamiento del cuerpo a través de la dicotomía hombre/mujer y la multiplicidad de formas y prácticas que toman el género y las sexualidades nos hablan de la promesa de la teoría queer(10) de complicar ciertas nociones sobre la identificación y el deseo. Una de las discusiones latentes más importantes en este marco es en relación con el feminismo. Debates sobre la conceptualización, la teorización y el tratamiento del género y la sexualidad han estado en el centro de los estudios feministas y queer. Sin embargo, disputas entre uno y otro enfoque han creado un binario donde cada postura aparece como contraria. Es momento de ir más allá de estos desencuentros hacia la creación de coincidencias en el abordaje del género y las sexualidades, por ejemplo visibilizando y reconociendo el paraguas del feminismo en los estudios queer y las posibilidades que permite un análisis conjunto (Viteri, Vidal-Ortiz y Serrano 2011:48-49).
Tratando de encontrar temas transversales a la discusión sobre lo queer en Latinoamérica al compilar los artículos que conformaron el dossier, pudimos observar que su traducción ha generado debates, pues va más allá de encontrar un término equivalente, aludiendo más bien a las fronteras geopolíticas, raciales y sexuales, materiales y simbólicas que conforman la región. Las reacciones a formulaciones teóricas “anglosajonas” –comenzando por la palabra queer pero extendiéndose a los libros producidos por teóricos queer– simbolizan proyectos de resistencia geo-políticas contra la imposición unilateral de estudios del ‘Norte’ hacia el ‘Sur’ que invalidan trabajos de campo, propuestas y creación de conocimiento surgidos, debatidos y en circulación en el ‘Sur’. Al hablar de políticas de traducción y resignificación es importante trabajar con una historicidad que reconoce la disparidad geográfica de lo queer, en los espacios geográficos - territoriales (Viteri 2013).
Esta traducción supone reconocer que los campos del género y las sexualidades están en tránsito y en constante diálogo con los contextos a partir de los cuales se producen y re-producen (Viteri 2008)(11). En estos tránsitos, los espacios intermedios, reclamados por propuestas como la ‘transfeminista’, buscan desde un feminismo contestatario trazar las conexiones perdidas entre diferentes marcos de reflexión tanto teórico como político. Así, por ejemplo, el Proyecto Trvnsgénero(12) en Ecuador evidencia el potencial de términos como “trans” y “transfeminista” para re-organizar conceptos de género y sexualidad por su relación con entendimientos locales sobre identidades no-normativas, formas de expresión y arreglos de convivencia; entendimientos en donde, mencionan sus fundadores, el término ‘queer’ no tiene cabida, mas sí su teorización.
Para continuar hablando de “lo queer” en Ecuador, es necesario remitirse de igual manera al más reciente y relevante espacio de debate internacional que fue el I COLOQUIO INTERNACIONAL QUEER INTERDISCIPLINARIO, “Pensando “lo queer” desde y en América Latina: Capítulo Ecuador” realizado en octubre, 2012 a cargo de FLACSO/Ecuador, El Grupo de Investigación Cuerpo y Textualidad de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas (COCOA) de la Universidad San Francisco de Quito. Este coloquio contó con el apoyo del Ilustre Municipio de Quito y FEDAEPS, como también de USAID/Ecuador y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. Este espacio, que contó con la participación de aproximadamente 1.000 académicos/as, artistas y activistas de más de 18 países en dos continentes nos recuerda que la conversación está en desarrollo y en constante cambio y movimiento.
Considero por tanto importante proveer al o la lectora una foto de este espacio. El coloquio contó con 23 mesas, 3 foros temáticos, una excelente muestra de cine internacional titulada Transvisual: Cuerpos, Resistencias e Imágenes. Una de las actividades artísticas que fue central para convocar a nuevas audiencias y difundir el trabajo a través de la “toma” de un espacio público fue el flashmob dirigido por el bailarín italiano Eddie Pezzopane al que se puede acceder en http://www.youtube.com/watch?v=to4XNnAGd1o
Nuestras ponentes magistrales Leticia Sabsay, The Open University, Inglaterra, y María Lugones, de Binghamton University, Nueva York, plantearon las relaciones entre políticas queer, ciudadanía y decolonización desde diferentes perspectivas como el post-colonialismo y el decolonialismo. Yolanda Arroyo, escritora puertoriqueña especializada en temas de disidencias sexuales e inmigración cautivó a la audiencia poniendo un acento en el placer de las mujeres, los cuerpos y su politización en el erotismo. Uno de los conversatorios pre-coloquio abordó temas sobre la identidad, la sexualidad y el género mirando a la comunidad Muxe del Pueblo Zapoteca en Juchitán, México. Otro de los conversatorios se centró en una charla sobre inclusión en el espacio público convocado en conjunto con el Colectivo Ciudadano “Quito YO me APUNTO”. Paralelo a esta charla trabajamos internamente en FLACSO con talleres de sensibilización en la temática inicialmente dirigidos al personal administrativo de la Universidad buscando un diálogo tanto interno como externo alrededor de las diversidades desde una perspectiva “queer”.
Las muestras fotográficas de Quito y Guayaquil localizaron vivencias y entendimientos alrededor de las diversidades sexuales. El caso de Wankavilka Trans a cargo del Proyecto Transgénero - Cuerpos Distintos Derechos Iguales invita a pensar sobre crónicas coloniales, academia y activismo trans a través de la comunidad de los Enchaquirados en la Comuna Engabao en la provincia de Manabí. Este colectivo abrió un conversatorio sobre Mi Género en mi Cédula mientras Norman Wray, Concejal del Ilustre Municipio de Quito debatía con Eduardo Kingman y colegas de FLACSO/Ecuador sobre espacio público y patrimonio. Otro conversatorio que generó interés fue el de la participación ciudadana de la comunidad GLBTI en veedurías ciudadanas a cargo del activista Manuel Acosta.
Con Santiago Castellanos, Diego Falconí y nuestro comité académico buscamos crear un espacio de reflexión e intercambio teórico sobre las sexualidades y el género con el fin de articular propuestas académicas, políticas y artísticas desde Ecuador y Latinoamérica y con un énfasis especial en las teorías feministas, los estudios gays y lésbicos, las teorías de las masculinidades, las teorías trans y las teorías queer. Conforme mencioné anteriormente, buscamos trascender discusiones centradas únicamente en lo queer o en la Teoría Queer como una importación hacia discusiones sobre cómo se construye el conocimiento y sobre las luchas de poder que impiden articulaciones alternativas que podrían ser altamente provechosas, independientemente de las áreas de experticia y de las ideologías partidistas.
Al realizarse en Quito, este coloquio puso un especial énfasis en un debate/reflexión alrededor de la construcción de ciudadanía en el espacio público y explora cómo se relaciona la planificación de la ciudad con las políticas de inclusión social, o cómo se piensa la ciudad misma desde una perspectiva de la diversidad sexual. Este tema compete aún más dentro de los discursos y vivencias de inseguridad actuales que empujan a reflexionar sobre cómo el concepto de espacio y el ejercicio de los derechos ciudadanos habilitan ambientes de respeto y convivencia. Desde esta perspectiva el deseo y la sexualidad son tan importantes como la economía, las leyes o la religión en la comprensión de las sociedades más aún en marcos como los discursos homo, lesbo y transfóbico de políticos y representantes religiosos como los del pastor Nelson Zavala, ex candidato presidencial por el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). Sin embargo, este discurso de odio para posicionamiento político sirvió como plataforma para que la comunidad GLBTIQ a través de colectivos como “Igualdad de Derechos Ya” logre la resolución adoptada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de prohibir las declaraciones discriminatorias,homofóbicas e inconstitucionales en actos de campaña.
Un abordaje desde “lo queer” con las limitaciones que toda propuesta teórica (y activista, política) comprende, debe abrir espacios de diálogo con los y las actores políticos para el diseño y la implementación de políticas públicas en la concepción de ciudad. Parte de este marco es de-territorializar el trabajo académico para desarrollar teorías e intervenciones más incluyentes y de mayor alcance; este coloquio se dirige tanto a académicos y académicas a nivel local e internacional, como a activistas y artistas en diálogos inter y trans-disciplinarios con los movimientos sociales.
Creemos que el campo del arte y la producción artística son de singular importancia, no solo por su potencial para producir y transmitir nuevas formas de conocimiento por propio derecho, sino por su potencial para llegar a diferentes y más amplios tipos de audiencias y para abrir nuevos diálogos. Por esta razón en el Congreso Mundial de Queering Paradigms programado para febrero del 2014 hacemos una alianza directa entre arte y academia para pensar y plantear conjuntamente algunas de las preguntas más importantes para nuestras sociedades. Para ello hemos iniciado una alianza con Arte Actual y esperamos expandirla con otros centros de arte y museos.
Algunas de las preguntas guías (más no exclusivas) que enmarcan la discusión que nos hemos propuesto localizar se encuentran detalladas a continuación, las mismas que continuarán guiando la agenda para el Congreso Mundial “Queerizando Paradigmas” (QP5) cuya sede será FLACSO/Ecuador. QP5 tendrá lugar por primera vez en un país de habla hispana lo cual constituye una oportunidad para continuar empujando debates a nivel local, regional, desde el Sur hacia otros Sures. Queerizar es “dar la vuelta”, revertir lo cual es una invitación para mirar las limitaciones de los paradigmas que conocemos como occidentales que han primado hasta ahora para pensarnos desde nuestras localidades.
1) ¿Cómo está relacionada la xenofobia a la(s) sexualidad(es) y el deseo?
2) ¿Cómo co-existen la sexualidad y el deseo en un espacio normativo no únicamente como diferencia sexual sino también racial, étnica y/o de clase?
3) ¿Cómo están las historias (post) (neo) coloniales incrustadas en las actuales normativas de género, sexualidad y deseo?
4) ¿Cómo las migraciones, exilios y desplazamientos humanos subrayan la relación intrínseca entre sexualidad, raza, etnicidad, “clase” y ciudadanía?
5) ¿Cómo los sentidos de ciudadanía y pertenencia reproducen y/o confrontan ideas normativas alrededor del género y la sexualidad?
6) ¿Cómo se relaciona el género y la sexualidad con el uso de espacio público y su acceso, así como a sus intersecciones con otros ejes de poder?
7) ¿Qué posibilidades abren las colaboraciones inter y trans-disciplinarias al desdibujar los tradicionales márgenes entre academia, arte y activismo?
Para finalizar este bosquejo inicial y en base al trabajo expuesto, existen dos campos urgentes a problematizarse aprovechando la mirada queer y el marco que nos provoca. La posibilidad que plantea “lo queer” puede ser una agenda menos fragmentaria y más colaborativa entre las múltiples diferencias y diversidades, campos y posturas políticas e ideológicas hacia un análisis crítico desde el género y las sexualidades entre todos y todas los y las actores involucrados en donde la sociedad civil juega un rol fundamental. Es una conversación pendiente y urgente no supeditada a “los queers” ni a la comunidad GLBTIQ, sino a todos y todas quienes conformamos esta ciudad y país.
a) La “sagrada” familia: una idea lineal y sesgada de familia sigue permeando el imaginario de una gran mayoría de nuestras comunidades, ésta es heterosexual, preferiblemente con hijos y/o hijas, monogámica, productiva económicamente. Sin embargo las cifras nos revelan otras realidades, tanto desde los desplazamientos migratorios como desde familias mono-parentales y familias extendidas, el cuidado de los y las niños/as no está a cargo de una pareja heterosexual casada o unida viviendo “armonosiamente” bajo un mismo techo. En nuestras sociedades latinoamericanas por varias razones empezando por aquellas de tipo cultural y económico, el cuidado de los y las niños ha estado a cargo de la vecina, la tía, la abuelita y/o el abuelito, amigas cercanas a la familia, trabajadoras domésticas en estratos sociales que tienen el acceso, como también guarderías. La tasa de divorcio en la actualidad a nivel de las Américas es una de las más altas en las últimas décadas más allá de los cambios en el acceso y posibilidades de las mujeres en situaciones de violencia para tomar acción gracias al movimiento feminista. Las violencias de género y las violencias contra niños y niñas se dan mayoritariamente dentro de ese ideal de la “sagrada familia”. Por tanto este ideal irreal hay que cuestionarlo mirando las formas diversas de hacer familia tan válidas como ese ideal irreal del imaginario. Es decir, es momento de mirar “la familia” con lente crítico y volver a pensar su estructura. El hacerlo nos lleva a discutir el rol de la religión en esta construcción social y en la reificación de violencias estructurales evitables bajo el discurso ya sea católico, judeo-cristiano y/o evangelista, siendo las tendencias que priman en nuestro país.
b) La colonización pensada como un antes y un después puede tener importantes limitaciones. Desde la Teoría Queer resulta contraproducente estancarse en buscar y fijar un origen “de todos los males”. Idealizar y atribuirle características de museo a un pasado pre-colonial inmoviliza y categoriza identidades étnicas y raciales, las suspende en un momento histórico y puede impedir el construir desde el sincretismo y la influencia diversa del mestizaje en Ecuador, América Latina y el Caribe. De la mano va el desvalorizar términos, teorías, propuestas que se convierten en “coloniales” únicamente por venir de un territorio geográfico dado “el Norte” o en un idioma que lo caracteriza. Trascender estos limitantes puede permitir ubicar las preguntas que planteamos desde la diversidad de cosmovisiones.
Fuente: http://www.telegrafo.com.ec/cultura/carton-piedra/item/localizando-lo-queer.html
¿Qué es “lo queer”?
Si bien existe una amplia discusión académica sobre el término, me parece importante mantenerlo como 'queer', pues justamente alude a los desbordes de las identidades categóricas como gay, lesbiana, bi, trans, volviendo a poner de manifiesto la movilidad de las sexualidades, la construcción del cuerpo bajo conceptos que culturalmente definen qué es ser “femenino y/o femenina”, “masculino y/o masculina”, penalizando a quien no calza en este 'formato'(2).
Existen muchos términos localizados que tampoco podrán ser traducidos contextualmente del Inglés u otro idioma (por ejemplo gay). Más allá del término es cómo éste (lo queer) desplaza categorías aparentemente fijas como ser “hombre”, ser “mujer”, posibilitando una reflexión mas amplia sobre el cuerpo, el género, las sexualidades, las identidades, la pertenencia, la ciudadanía. Es decir, pensando en identidades no estáticas y en su impacto socio-económico, siempre sujetas a negociaciones constantes no lineales (más aún en contextos migratorios y de cruce de fronteras ampliamente definidas)(3).
En la introducción al Dossier de ICONOS No. 35(4) “Cómo se piensa lo queer en América Latina” co-editado con Fernando Serrano y Salvador Vidal-Ortiz (5) tomamos como punto de partida lo ‘queer’ para mirar cómo su tránsito y sus re-significaciones -supeditada a un contexto y espacio particular- se tornan tanto en un ejercicio académico, como en uno político. Conforme lo discutimos en dicho dossier, López Penedo (2008)(6) señala que el surgimiento del término queer –cuya traducción al español puede ser ‘raro’, ‘maricón’, ‘torcido’– en los Estados Unidos durante la década de los noventa, redefine identidades sexuales y de género, y confronta tendencias asimilacionistas y normalizadoras del género y la sexualidad, ampliando la crítica a lecturas estáticas sobre raza y etnicidad.
Siguiendo esta línea el dossier propone una distinción entre lo queer como acto desestabilizador y la teoría queer como marco teórico. Lo queer funciona por tanto como prácticas transgresivas o liminales que redefinen la relación establecida con la familia, la nación o la ciudadanía. Las discusiones sobre lo queer se distancian de estudios previos relativos a la sexualidad como los ‘gay and lesbian studies’, u otros estudios sobre el tema(7). Teniendo en cuenta esta diferencia, las lecturas queer no excluyen temáticas de género y sexualidad sino que dependen de ellas para formular críticas a sistemas heteronormativos.
El nacimiento de la teoría queer y su inserción académica sucede a partir del cuestionamiento de las formas en que adoptamos nuestros géneros y sexualidades, los significados que les atribuimos y las prácticas institucionales que contribuyen a la formación de nuestras subjetividades(8). Uno de los principios de la teoría queer es la temporalidad de los sujetos y los significados en constante reformulación mientras otro ha sido la separación entre género y sexualidad(9) como dos campos de estudio y dominios de la vida humana. De modo que el término queer no es un sinónimo de gay o de homosexual, pues cada uno tiene diferentes trayectorias teleológicas, ontológicas y epistemológicas. La medicalización y disciplinamiento del cuerpo a través de la dicotomía hombre/mujer y la multiplicidad de formas y prácticas que toman el género y las sexualidades nos hablan de la promesa de la teoría queer(10) de complicar ciertas nociones sobre la identificación y el deseo. Una de las discusiones latentes más importantes en este marco es en relación con el feminismo. Debates sobre la conceptualización, la teorización y el tratamiento del género y la sexualidad han estado en el centro de los estudios feministas y queer. Sin embargo, disputas entre uno y otro enfoque han creado un binario donde cada postura aparece como contraria. Es momento de ir más allá de estos desencuentros hacia la creación de coincidencias en el abordaje del género y las sexualidades, por ejemplo visibilizando y reconociendo el paraguas del feminismo en los estudios queer y las posibilidades que permite un análisis conjunto (Viteri, Vidal-Ortiz y Serrano 2011:48-49).
Tratando de encontrar temas transversales a la discusión sobre lo queer en Latinoamérica al compilar los artículos que conformaron el dossier, pudimos observar que su traducción ha generado debates, pues va más allá de encontrar un término equivalente, aludiendo más bien a las fronteras geopolíticas, raciales y sexuales, materiales y simbólicas que conforman la región. Las reacciones a formulaciones teóricas “anglosajonas” –comenzando por la palabra queer pero extendiéndose a los libros producidos por teóricos queer– simbolizan proyectos de resistencia geo-políticas contra la imposición unilateral de estudios del ‘Norte’ hacia el ‘Sur’ que invalidan trabajos de campo, propuestas y creación de conocimiento surgidos, debatidos y en circulación en el ‘Sur’. Al hablar de políticas de traducción y resignificación es importante trabajar con una historicidad que reconoce la disparidad geográfica de lo queer, en los espacios geográficos - territoriales (Viteri 2013).
Esta traducción supone reconocer que los campos del género y las sexualidades están en tránsito y en constante diálogo con los contextos a partir de los cuales se producen y re-producen (Viteri 2008)(11). En estos tránsitos, los espacios intermedios, reclamados por propuestas como la ‘transfeminista’, buscan desde un feminismo contestatario trazar las conexiones perdidas entre diferentes marcos de reflexión tanto teórico como político. Así, por ejemplo, el Proyecto Trvnsgénero(12) en Ecuador evidencia el potencial de términos como “trans” y “transfeminista” para re-organizar conceptos de género y sexualidad por su relación con entendimientos locales sobre identidades no-normativas, formas de expresión y arreglos de convivencia; entendimientos en donde, mencionan sus fundadores, el término ‘queer’ no tiene cabida, mas sí su teorización.
Para continuar hablando de “lo queer” en Ecuador, es necesario remitirse de igual manera al más reciente y relevante espacio de debate internacional que fue el I COLOQUIO INTERNACIONAL QUEER INTERDISCIPLINARIO, “Pensando “lo queer” desde y en América Latina: Capítulo Ecuador” realizado en octubre, 2012 a cargo de FLACSO/Ecuador, El Grupo de Investigación Cuerpo y Textualidad de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas (COCOA) de la Universidad San Francisco de Quito. Este coloquio contó con el apoyo del Ilustre Municipio de Quito y FEDAEPS, como también de USAID/Ecuador y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. Este espacio, que contó con la participación de aproximadamente 1.000 académicos/as, artistas y activistas de más de 18 países en dos continentes nos recuerda que la conversación está en desarrollo y en constante cambio y movimiento.
Considero por tanto importante proveer al o la lectora una foto de este espacio. El coloquio contó con 23 mesas, 3 foros temáticos, una excelente muestra de cine internacional titulada Transvisual: Cuerpos, Resistencias e Imágenes. Una de las actividades artísticas que fue central para convocar a nuevas audiencias y difundir el trabajo a través de la “toma” de un espacio público fue el flashmob dirigido por el bailarín italiano Eddie Pezzopane al que se puede acceder en http://www.youtube.com/watch?v=to4XNnAGd1o
Nuestras ponentes magistrales Leticia Sabsay, The Open University, Inglaterra, y María Lugones, de Binghamton University, Nueva York, plantearon las relaciones entre políticas queer, ciudadanía y decolonización desde diferentes perspectivas como el post-colonialismo y el decolonialismo. Yolanda Arroyo, escritora puertoriqueña especializada en temas de disidencias sexuales e inmigración cautivó a la audiencia poniendo un acento en el placer de las mujeres, los cuerpos y su politización en el erotismo. Uno de los conversatorios pre-coloquio abordó temas sobre la identidad, la sexualidad y el género mirando a la comunidad Muxe del Pueblo Zapoteca en Juchitán, México. Otro de los conversatorios se centró en una charla sobre inclusión en el espacio público convocado en conjunto con el Colectivo Ciudadano “Quito YO me APUNTO”. Paralelo a esta charla trabajamos internamente en FLACSO con talleres de sensibilización en la temática inicialmente dirigidos al personal administrativo de la Universidad buscando un diálogo tanto interno como externo alrededor de las diversidades desde una perspectiva “queer”.
Las muestras fotográficas de Quito y Guayaquil localizaron vivencias y entendimientos alrededor de las diversidades sexuales. El caso de Wankavilka Trans a cargo del Proyecto Transgénero - Cuerpos Distintos Derechos Iguales invita a pensar sobre crónicas coloniales, academia y activismo trans a través de la comunidad de los Enchaquirados en la Comuna Engabao en la provincia de Manabí. Este colectivo abrió un conversatorio sobre Mi Género en mi Cédula mientras Norman Wray, Concejal del Ilustre Municipio de Quito debatía con Eduardo Kingman y colegas de FLACSO/Ecuador sobre espacio público y patrimonio. Otro conversatorio que generó interés fue el de la participación ciudadana de la comunidad GLBTI en veedurías ciudadanas a cargo del activista Manuel Acosta.
Con Santiago Castellanos, Diego Falconí y nuestro comité académico buscamos crear un espacio de reflexión e intercambio teórico sobre las sexualidades y el género con el fin de articular propuestas académicas, políticas y artísticas desde Ecuador y Latinoamérica y con un énfasis especial en las teorías feministas, los estudios gays y lésbicos, las teorías de las masculinidades, las teorías trans y las teorías queer. Conforme mencioné anteriormente, buscamos trascender discusiones centradas únicamente en lo queer o en la Teoría Queer como una importación hacia discusiones sobre cómo se construye el conocimiento y sobre las luchas de poder que impiden articulaciones alternativas que podrían ser altamente provechosas, independientemente de las áreas de experticia y de las ideologías partidistas.
Al realizarse en Quito, este coloquio puso un especial énfasis en un debate/reflexión alrededor de la construcción de ciudadanía en el espacio público y explora cómo se relaciona la planificación de la ciudad con las políticas de inclusión social, o cómo se piensa la ciudad misma desde una perspectiva de la diversidad sexual. Este tema compete aún más dentro de los discursos y vivencias de inseguridad actuales que empujan a reflexionar sobre cómo el concepto de espacio y el ejercicio de los derechos ciudadanos habilitan ambientes de respeto y convivencia. Desde esta perspectiva el deseo y la sexualidad son tan importantes como la economía, las leyes o la religión en la comprensión de las sociedades más aún en marcos como los discursos homo, lesbo y transfóbico de políticos y representantes religiosos como los del pastor Nelson Zavala, ex candidato presidencial por el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). Sin embargo, este discurso de odio para posicionamiento político sirvió como plataforma para que la comunidad GLBTIQ a través de colectivos como “Igualdad de Derechos Ya” logre la resolución adoptada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de prohibir las declaraciones discriminatorias,homofóbicas e inconstitucionales en actos de campaña.
Un abordaje desde “lo queer” con las limitaciones que toda propuesta teórica (y activista, política) comprende, debe abrir espacios de diálogo con los y las actores políticos para el diseño y la implementación de políticas públicas en la concepción de ciudad. Parte de este marco es de-territorializar el trabajo académico para desarrollar teorías e intervenciones más incluyentes y de mayor alcance; este coloquio se dirige tanto a académicos y académicas a nivel local e internacional, como a activistas y artistas en diálogos inter y trans-disciplinarios con los movimientos sociales.
Creemos que el campo del arte y la producción artística son de singular importancia, no solo por su potencial para producir y transmitir nuevas formas de conocimiento por propio derecho, sino por su potencial para llegar a diferentes y más amplios tipos de audiencias y para abrir nuevos diálogos. Por esta razón en el Congreso Mundial de Queering Paradigms programado para febrero del 2014 hacemos una alianza directa entre arte y academia para pensar y plantear conjuntamente algunas de las preguntas más importantes para nuestras sociedades. Para ello hemos iniciado una alianza con Arte Actual y esperamos expandirla con otros centros de arte y museos.
Algunas de las preguntas guías (más no exclusivas) que enmarcan la discusión que nos hemos propuesto localizar se encuentran detalladas a continuación, las mismas que continuarán guiando la agenda para el Congreso Mundial “Queerizando Paradigmas” (QP5) cuya sede será FLACSO/Ecuador. QP5 tendrá lugar por primera vez en un país de habla hispana lo cual constituye una oportunidad para continuar empujando debates a nivel local, regional, desde el Sur hacia otros Sures. Queerizar es “dar la vuelta”, revertir lo cual es una invitación para mirar las limitaciones de los paradigmas que conocemos como occidentales que han primado hasta ahora para pensarnos desde nuestras localidades.
1) ¿Cómo está relacionada la xenofobia a la(s) sexualidad(es) y el deseo?
2) ¿Cómo co-existen la sexualidad y el deseo en un espacio normativo no únicamente como diferencia sexual sino también racial, étnica y/o de clase?
3) ¿Cómo están las historias (post) (neo) coloniales incrustadas en las actuales normativas de género, sexualidad y deseo?
4) ¿Cómo las migraciones, exilios y desplazamientos humanos subrayan la relación intrínseca entre sexualidad, raza, etnicidad, “clase” y ciudadanía?
5) ¿Cómo los sentidos de ciudadanía y pertenencia reproducen y/o confrontan ideas normativas alrededor del género y la sexualidad?
6) ¿Cómo se relaciona el género y la sexualidad con el uso de espacio público y su acceso, así como a sus intersecciones con otros ejes de poder?
7) ¿Qué posibilidades abren las colaboraciones inter y trans-disciplinarias al desdibujar los tradicionales márgenes entre academia, arte y activismo?
Para finalizar este bosquejo inicial y en base al trabajo expuesto, existen dos campos urgentes a problematizarse aprovechando la mirada queer y el marco que nos provoca. La posibilidad que plantea “lo queer” puede ser una agenda menos fragmentaria y más colaborativa entre las múltiples diferencias y diversidades, campos y posturas políticas e ideológicas hacia un análisis crítico desde el género y las sexualidades entre todos y todas los y las actores involucrados en donde la sociedad civil juega un rol fundamental. Es una conversación pendiente y urgente no supeditada a “los queers” ni a la comunidad GLBTIQ, sino a todos y todas quienes conformamos esta ciudad y país.
a) La “sagrada” familia: una idea lineal y sesgada de familia sigue permeando el imaginario de una gran mayoría de nuestras comunidades, ésta es heterosexual, preferiblemente con hijos y/o hijas, monogámica, productiva económicamente. Sin embargo las cifras nos revelan otras realidades, tanto desde los desplazamientos migratorios como desde familias mono-parentales y familias extendidas, el cuidado de los y las niños/as no está a cargo de una pareja heterosexual casada o unida viviendo “armonosiamente” bajo un mismo techo. En nuestras sociedades latinoamericanas por varias razones empezando por aquellas de tipo cultural y económico, el cuidado de los y las niños ha estado a cargo de la vecina, la tía, la abuelita y/o el abuelito, amigas cercanas a la familia, trabajadoras domésticas en estratos sociales que tienen el acceso, como también guarderías. La tasa de divorcio en la actualidad a nivel de las Américas es una de las más altas en las últimas décadas más allá de los cambios en el acceso y posibilidades de las mujeres en situaciones de violencia para tomar acción gracias al movimiento feminista. Las violencias de género y las violencias contra niños y niñas se dan mayoritariamente dentro de ese ideal de la “sagrada familia”. Por tanto este ideal irreal hay que cuestionarlo mirando las formas diversas de hacer familia tan válidas como ese ideal irreal del imaginario. Es decir, es momento de mirar “la familia” con lente crítico y volver a pensar su estructura. El hacerlo nos lleva a discutir el rol de la religión en esta construcción social y en la reificación de violencias estructurales evitables bajo el discurso ya sea católico, judeo-cristiano y/o evangelista, siendo las tendencias que priman en nuestro país.
b) La colonización pensada como un antes y un después puede tener importantes limitaciones. Desde la Teoría Queer resulta contraproducente estancarse en buscar y fijar un origen “de todos los males”. Idealizar y atribuirle características de museo a un pasado pre-colonial inmoviliza y categoriza identidades étnicas y raciales, las suspende en un momento histórico y puede impedir el construir desde el sincretismo y la influencia diversa del mestizaje en Ecuador, América Latina y el Caribe. De la mano va el desvalorizar términos, teorías, propuestas que se convierten en “coloniales” únicamente por venir de un territorio geográfico dado “el Norte” o en un idioma que lo caracteriza. Trascender estos limitantes puede permitir ubicar las preguntas que planteamos desde la diversidad de cosmovisiones.
Fuente: http://www.telegrafo.com.ec/cultura/carton-piedra/item/localizando-lo-queer.html
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