La Dra. Catherine Marsh Kennerley dicta una clase en
la Universidad de Puerto Rico sobre Maternidad
y escritura. Sus apasionados acercamientos al tema de la maternidad en
literatura son dignos de una atención minuciosa. Boreales la ha entrevistado para que nuestros lectores disfruten de
sus reflexiones.
Cathy y su hijo Santiago. (suministrada) |
¿Cómo se concibió la idea de una clase de Maternidad y escritura?
El verbo
es clave: “concibió”. Si voy a hablar de
orígenes, pues comenzó con el embarazo de mi hijo Santiago… También se originó
con mi deseo de entender a mi propia madre... Puedo señalar también que la visita de Irene Vilar, la nieta de Lolita Lebrón (considerada por el
nacionalismo puertorriqueño como la Madre
de la Patria) al Recinto de Río Piedras en febrero del 2012 para hablar de su
memoria escrita en inglés, Impossible
Motherhood: Testimony of an Abortion Addict. Este libro, que considero subversivo,
fue detonante para
que comenzara a pensar en otro acercamiento a nuestra literatura. ¿Qué
significaría para la literatura puertorriqueña leer desde la madre? ¿Qué interpretaciones nuevas podían
surgir?
Juan Gelpí en su libro Literatura y paternalismo nos convoca a que estudiemos la
literatura puertorriqueña de otro modo que no sea a través de la idea de
generación, en la que se erige un padre figurado y se va eliminando o censurado
todo lo que queda fuera, es decir, lo que amenaza con la dispersión/el orden . Así relee Gelpí a Pedreira, René Marqués, Ana
Lydia Vega y a Magali García Ramis, por ejemplo. Sin embargo, es a través de
Manuel Ramos Otero que se rescata un enlace primordial: el de la madre. Gelpí
nos ofrece un punto de partida al recuperar la brevísima oración: “La familia
es mamá” del cuento “La casa clausurada”.
La casa no es aquí el espacio fundado por el padre,
sino el lugar asociado con la figura materna.
Pero hay más: “la familia es mamá” sugiere una alianza con la madre y,
por lo tanto, un deseo de establecer otros vínculos familiares que no estén
basados en la genealogía y la autoridad de la figura paterna. (Gelpí, 144-149).
Empecé a ver esta propuesta como una necesidad (no solo para las letras, sino para nuestro
cine) y me he dedicado en los últimos años a releer los llamados clásicos, a
mirar, a pensar y a escudriñar la literatura puertorriqueña contemporánea desde
la madre.
¿Qué exponentes (artistas) incluyes en ella?
Las fotógrafas Catherine Opie y Rennee Cox
establecen un punto de partida bien importante. Específicamente
las siguientes fotos:
Catherine Opie. Self-Portrait/Nursing,
2004. Renée Cox’s Yo’ Mama portraits
Adrienne
Rich, Silvia Tubert, Chimamanda Ngozi Adichie, Beatriz Preciado, Mayra Santos
Febres, René Marqués, Luis Rafael Sánchez, Magali García Ramis, Ana Lydia Vega,
Rosario Ferré, Ramos Otero y de factura reciente: Carmelo Santana Mujica,
Alexandra Pagán, Amárilys Pagán, Yolanda Arroyo, Irene Vilar … el cine de Carla
Cavina, Gisela Rosario y Carmen Oquendo Vilar, entre otras…
¿Cómo te reaccionan los estudiantes?
(Tres alumnas te envían estos
comentarios acerca de las Negras. ¡Fue una excelente discusión!)
I. JLee Velilla Serrano:
Siempre se ha sostenido que los negros no tienen razón porque no tienen
idioma, la marca inequívoca de la civilización. Se fusionan sus lenguas en una,
ridiculizada y mistificada, que los deja sin voz, sin agencia. Se presentan
como salvajes a los que se les debe temer y a quienes el hombre blanco debe
esclavizar para domar y, subsiguientemente, salvar de su situación; de ser
víctimas incapaces. En Las negras
de Yolanda Arroyo Pizarro, la autora deja claro que son víctimas pero les
devuelve una identidad aparte de esa, les devuelve sus culturas y al vincularlo
a la situación de la mujer como ser incoherente y Otro que queda fuera de la
lengua, los desmitifica a ambos.
En “Matronas”, Ndizi ha adquirido el dominio sobre los idiomas y al
hacerlo, aunque es doblemente oprimida, tanto por la esclavitud como por su
encarcelamiento, la autora le ha devuelto su alcance sobre la razón y un poder
que le permite tener la agencia para luchar ella misma por la libertad y que la
coloca muy lejos de la víctima que solo puede ser rescatada por el hombre
blanco. Yolanda Arroyo logra llenar un vacío en nuestra historia y explorar la
esclavitud de las mujeres negras con profundidad sin sacrificar la complejidad
de las identidades y las decisiones de las mismas.
II. Roxana Beauchamp:
Quiero darle las gracias por escribir este libro y añadir que hacen
falta muchos como él. La incomodidad que se apoderó de mi al leer 'Las Negras'
y que en compinche con la luna llena casi no me deja dormir fue un recordatorio
del daño que produce el silencio. Porque a Las Negras no solamente les robaron
sus historias, sino que las silenciaron e hicieron todo lo posible para que no
quedara rastro, es necesario recuperarlas para que todo ese sufrimiento
enterrado salga a la luz y podamos encaminarnos a un futuro más
justo. Porque mientras sigamos dejando historias enterradas, seguiremos siendo
cómplices de la injusticia. Gracias por ayudarnos a dejar de ver la historia
desde un solo lente.
III. Karina Ivette
González Plata
A Yolanda Arroyo Pizarro:
Quien sabe acerca del
silencio, de la complejidad de los recuerdos (el recordarlos) y del dolor,
también conoce lo que es contemplar una libertad ajena: se sufre. Nosotras, las
negras, nacemos encima del coraje, mas aprendemos a fusilar a los animales.
¿Quiénes son? El hombre, la esclavitud…el miedo. Gracias por hacer un puente
entre la no palabra y la valentía.
¿Cuáles han sido alguna de las respuestas más llamativas sobre la clase?
Como es una clase pequeña y
solo la he ofrecido un semestre, no me siento cómoda contestando esta pregunta.
Te puedo comentar en general que algunas estudiantes han escrito unos textos
fuertes y hermosos en los que se desmonta la noción de la maternidad
tradicional, una reflexión profunda
acerca de la raza y la maternidad, un
cuento infantil muy creativo, y reescrituras de textos que hemos estudiado,
sobresale uno de una estudiante que tomó como punto de partida el performance Desmadres que su autor, mi colega
Carmelo Santana Mojica presentó para la clase y el público general.
¿Hace cuánto ofreces esta clase?
Es un curso nuevo que estoy
ofreciendo a partir de la generosa invitación de la Dra. Zaira Rivera Casellas,
Coordinadora del Programa en Estudios Interdisciplinarios de la Facultad de
Humanidades.
¿Por qué incluir un texto cómo Las
negras?
Me
parece significativo que en los últimos años se ha visto una constelación de
narrativas contrahegemónicas en la literatura puertorriqueña a partir de lo materno… Este
cuestionamiento es un gesto radical. Puede pensarse en la memoria de Irene Vilar que mencioné anteriormente; en el
libro de cuentos Crímenes domésticos
de Vanessa Vilches; la inseminación artificial y las madres lesbianas de tu
novela Caparazones, (2010); y la
colección de columnas periodísticas de crítica y denuncia recogida en Brujas y rebeldes de la activista y
directora del Proyecto Matria, Amárilys Pagán Jiménez (2012).
El recién publicado poemario Cuando
era niña de Alexandra Pagán se inserta también en esta discusión.
Creo
que tu libro las Negras (2011) trae unos cruces urgentes y valiosos a
la discusión: origen, raza, género e identidad. Discutí “Wanwe”, la africana
esclavizada que recuerda el silbido de su madre en el barco hacia el Nuevo
Mundo y “Matronas” la cimarrona partera, experta en diversas lenguas, que busca
la manera de que los niños no sobrevivan para que no sean esclavizados. Wanwe recurre, recuerda el silbido de su
madre, que leo como África, y eso la llena de coraje para gritar, y “Matronas”,
la mujer negra toma control de la vida misma.
Trabaje
estos textos en diálogo esos dos magníficos ensayos de Mayra Santos: “Raza en
la cultura puertorriqueña”, que
precisamente comienza desmontando un discurso de origen con la cita de Pedreira “de nuestra fusión de razas surge
nuestra confusión” y la mirada al cuerpo de la mujer de la mujer negra en “El
color de la seducción”. Recientemente
una brillante amiga me recomendó un libro que acabo de comenzar a leer titulado
Reproducing Race: An Etnography of
Pregnancy as a Site of Racialization de Khiara Bridges que reflexiona acerca de la concepción del cuerpo gestante de la
mujer negra y que puede aportar mucho a estas reflexiones.
“Cultural Negotiations: Puerto Rican Intellectuals in a State-Sponsored Community Education Project, 1948–1968”, Harvard Educational Review, Volumen 73, otoño 2003.
Publicación reciente:
Negociaciones culturales: los intelectuales y el proyecto pedagógico del estado muñocista, Ediciones Callejón, San Juan, 2009.
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