Es talentosa, intelectual y diminuta. Pilar Quintana sospecha que en mayor o menor medida todas las historias provienen de una realidad pura, una realidad que, por cierto, puede ser oscura o secreta. Además, aclara que para ella el concepto de realidad no termina en las cosas que efectivamente han ocurrido o existen; realidad también es un pensamiento que no ha pasado a la acción, un delirio, un sueño, un deseo insatisfecho.
Nos hemos abrazado en Bogotá, y ahora me abraza a través del internet para satisfacer mi curiosidad:
¿Qué sorpresa, si alguna, te dio el encuentro Bogotá 39?
Antes del encuentro pensaba que los escritores eran gente seria, adusta y responsable. Ahora me doy cuenta que son iguales a mí.
¿Qué vas a escribir después del encuentro?
Sigo con una novela que empecé en noviembre del año pasado. Voy por la página 97. Avanzo lentamente pero con seguridad. Estoy muy satisfecha con lo que llevo, aunque me impaciento. Quisiera poder arrugar la nariz como hacía la de Hechizada y verla terminarla en seguida. Transcurre en una ciudad, como el resto de mis novelas, pero en esta ya empiezan a meterse elementos selváticos (como sabés vivo en la selva).
¿Cuáles son tus referentes primordiales a la hora de escribir?
Cambian con el tiempo, el estado de ánimo, lo que esté escribiendo. Ahora me gustan mucho esos escritores económicos, que se adornan poco y dicen justo lo que necesitan con pocas palabras. Así es como estoy intentando escribir. Cuando termino un capítulo lo traduzco frase por frase al inglés, si se me dificulta alguna, si no encuentro la manera, entonces sé la frase tiene problemas y busco el modo de volverla más sencilla.
¿Qué consejo brindarías a quienes se lanzan a escribir por primera vez?
Que no se apeguen demasiado a lo que escriben para que les resulte fácil tirar a la basura lo que no sirve.
¿Evitas algún tema cuando ejerces tu oficio?
El asunto es que yo no elijo los temas sobre los que escribo sino que ellos me eligen a mí. Pero creo que sí, creo que todavía no he querido meterme a fondo en el tema de las relaciones madre-hija. Sé que algún día, inevitablemente, ya no podré seguir haciéndole el quite.
Descríbenos tus hábitos, manías, amuletos o recurrencias cuando comienzas un nuevo libro.
Necesito dos cuadernos nuevos, rayados (nunca cuadriculados) y que tengan muchas hojas. El primero debe ser argollado, así puedo arrancar las hojas con facilidad. Ahí escribo los borradores. El segundo debe ser cosido, para que no pueda arrancar las hojas. En ese va el trabajo en limpio, que luego paso al computador.
¿A quién amas cuando escribes?
Me encanta la idea de escaparme por un ratito del mundo y acceder a uno nuevo. Creo que esa es la razón primordial por la que escribo, para sentir que este no es el único mundo, que hay otros posibles.
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