miércoles, abril 09, 2008

Descubrimientos para mi viaje a Vulpécula y Leo


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Bravo, bravo. Tengo nuevas opciones para cuando desaparezca de este plano terrestre. Siempre me he imaginado mi viaje como el de una bola de billar disparada por la bola blanca o mingo. Y siempre he imaginado el viaje haciendo escala en todas las constelaciones y sistemas a los que me haya expuesto en esta vida. Resulta que varios descubrimientos estelares se han dado en las últimas semanas.

La atmósfera de un planeta extrasolar, a 63 años luz de distancia, tiene a los científicos en ascuas, ya que contiene metano y vapor de agua, elementos que son esenciales para la vida. Sin embargo, el planeta es como varias de mis amigas, “muy caliente”, estilo Jupiter pero más “hot”. Ha sido llamado tan originalmente HD 189733b. Sin importar lo insulso del nombre, debo confesar que no me ponía tan feliz desde Sedna y Cancri. Gracias al telescopio Hubble se identificó al planeta en Vulpécula, una constelación añadida por Hevelius en 1687 y cuyo nombre antiguo era Vulpecula cum Ansere o la zorra con el ansar. Ubica al norte, en medio del Triángulo de verano, arriba de Sagitta y Delphinus. Además, (celebremos todos juntos, matarile, rile, rile) es boreal. Esta constelación boreal está plagada de numerosos objetos de cielo profundo fáciles de observar, siendo de mayor relevancia la Nebulosa Dumbbell, la primera nebulosa planetaria descubierta.

Además, el planeta más pequeño y, por tanto, más parecido a la Tierra que se conoce fuera de nuestro sistema solar, fue identificado a tan sólo 30 años luz de la Tierra, en la constelación de Leo. Leo, nada más y nada menos. Un equipo español de investigadores lo ha detectado mediante una combinación de simulaciones de computadora con la observación de las alteraciones que el nuevo exoplaneta provoca en otro mundo cercano. Se llama GJ 436c, es de tipo rocoso, posee pequeñas dimensiones, y podría ser el más pequeño descubierto hasta el momento. El nuevo exoplaneta gira alrededor de su estrella de forma rápida, ya que solo tarda 5.2 días terrestres en dar la vuelta. Por el contrario, su periodo de rotación es "relativamente lento" comparado con el de la Tierra (4.2 días terrestres), lo que incide en que los expertos piensen que su climatología sería bastante curiosa.

Así que tengo varias escalas que hacer. Por ahora Orión, Sedna, Cancri, HD189733b y GJ 436c. Pero deben esperar, todavía no arranco. Me faltan cosas por hacer.

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/04/09/ciencia/1207736482.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya era hora que descubrieran el planeta de la vulva. Ahora necesitarán un GPS para no perderse. :)

Fuera de bromas, usted será alcaldesa de ese planeta. Tiene mi voto.

Acerca de mí

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Yolanda Arroyo Pizarro (Guaynabo, 1970). Es novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña. Fue elegida una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de Bogotá por motivo de celebrar a Bogotá como Capital Mundial del libro 2007. Acaba de recibir Residency Grant Award 2011 del National Hispanic Cultural Center en Nuevo México. Es autora de los libros de cuentos, ‘Avalancha’ (2011), ‘Historias para morderte los labios’ (Finalista PEN Club 2010), y ‘Ojos de Luna’ (Segundo Premio Nacional 2008, Instituto de Literatura Puertorriqueña; Libro del Año 2007 Periódico El Nuevo Día), además de los libros de poesía ‘Medialengua’ (2010) y Perseidas (2011). Ha publicado las novelas ‘Los documentados’ (Finalista Premio PEN Club 2006) y Caparazones (2010, publicada en Puerto Rico y España).

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