Opinionados: ¿Qué opingas?

Caminamos sobre la arena y apuntamos con los índices infantilizados las nubes. Las nubes y el marco blanco que se formaba alrededor, porque tenían de frente la medialuna menguante y su luz. Imaginamos qué sería lo último que gritaríamos si desde ese lugar en Ocean Park, en Hostería, nos arropara el tsunami. La ola grande llegaría sin avisar. Nosotros no la estaríamos esperando. Sin haber escuchado las noticias ni los reportajes, porque él y yo, el hombre de la tosecita y yo, estábamos en la playa, con la arena oscura, con el agua oscura, celebrando que nos habían publicado en Dinamarca. ¿Cuán lejos queda Dinamarca? Sin duda más cerca de nosotros ahora, que teníamos treintaytantos y que nuestras letras opinionadas por la vida que desilusiona llegaban a tuttilimundi. ¿Cuándo fue que esto se nos jodió?, dijo Isaac, y yo contesté: “That question has no future!” Entonces nos matamos de risa y él indagó: ¿Qué opingas? Y dije yo: Tengo mucho que opingar... en fin. Por poco se nos sale la cerveza hasta por la nariz. Filosofando a la luz de la luna frente al mar. Y como diría Draco "Esto es vida".

Gracias canchanchán, por quererme.