domingo, abril 07, 2013

Entrevista a Yolanda Arroyo Pizarro: Signo Literario: Revista de creación e investigación (enero-junio) 2013


Yolanda Arroyo Pizarro – Profesora y Escritora
Entrevista por: Dra. Vilma L. Serrano Vargas y Profa. Lucila Ramos Jiménez

Para Signo Literario: Revista de creación e investigación (enero-junio) 2013


1. V. S. Como parte del Festival de la Palabra, celebrado desde el jueves 4 - 7 de octubre de 2012 en el Museo de Arte de Puerto Rico, se realizó un encuentro de escritores en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico y conversaron sobre el tema "Nosotros somos lectores: palabras para un mundo de cambios.” Los autores José Ignacio Valenzuela, Almudena Grandes, José Ovejero y Mayra Santos Febres, entre otros, consignaron que los libros, de pequeños o jóvenes, los motivaron a dedicarse al oficio de escritor. Por ejemplo, mencionó Santos Febres que quiso ser como Julia de Burgos, - "…esa escritora malvada"-. A quien leyó gracias a que le regalaron el texto: "El mar y tú". Por su parte, Valenzuela quedó marcado con "Crónicas de una muerte anunciada".  Cuando un familiar visionario le inculcó el amor a la lectura y los que se convertirían en los libros favoritos de su niñez y adolescencia. ¿Qué opinión le merecen sus puntos de referencias frente al hecho literario?

Y.P.____Las referencias son importantísimas, son el origen del camino, la brújula en el mapa. De pequeña leía a los autores Emilio Díaz Valcárcel, Enrique Laguerre, Borges, Octavio Paz, Isabel Allende y Rosario Ferré.  Me encantaba leerlos con música de fondo que fueron a la vez referencias interdisciplinarias musicales: Bach, Debussy, Mozart, Beethoven. Les escuchaba y leía.  Luego les escuchaba y escribía, tratando de parecerme a los escritores de quienes me iba enamorando. A lo largo de mi camino se cruzaron otros autores medulares: Luis López Nieves y Mayra Santos, valiosísimos mentores que me llevaron de la mano.

2. V. S.  Hay quien asevera que el leer y ser escritor es un acto de amor que se puede convertir en amargura. ¿Qué lecturas, si algunas, le han provocado estos sentires?

Y. P. ___El Principito fue una felicidad amarga.  El final es una muerte, aunque esté sugerida por el autor con claves muy literarias y metafóricas.  Darme cuenta a temprana edad (yo tendría como 10 años la primera vez que lo leí) que ese desapego de fallecer causaba ese dolor fue fuerte.  Sin embargo, enterarme de ello a través de las letras fue extraordinario porque me sentí muy acompañada y se disparó un proceso de análisis casi filosófico en mi mente que aún perdura hasta el sol de hoy.  Lloré con Paula de Isabel Allende y también con su Casa de los espíritus.  Y ni hablar de Ángeles Mastretta. La novela Arráncame la vida  me inspiró grandes taquicardias.  Supe que descubría un mundo de saberes infinitos y que esa, la lectura, era la llave al conocimiento y al pensamiento crítico.


3. V. S.  Mario Benedetti una vez dijo que Cesar Vallejo le enseñó a luchar a “brazo partido”  con las palabras; que Neruda las seduce y que Vallejo las viola. ¿Qu
é poetas la han marcado a Yolanda Arroyo Pizarro?
Y.P.____Mi poeta favorito es José Saramago. Además, me considero educada por el poeta Octavio Paz, lo leía muchísimo. La propia Mayra Santos Febres me ha educado poéticamente en mi  camino literario, pero tengo muchos otros favoritos: Magaly Quiñones, Lilliana Ramos Collado, Nemir Matos, Manuel Ramos Otero, Julia de Burgos, Anjelamaria Dávila.

4. V. S. Como novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña, usted va de lo especifico y regional a temas de carácter universal. Por ejemplo en su libro Historias pasa morderte los labios, presenta personajes decadentes y violentos que se desarrollan en un ambiente urbano realista y que a través del erotismo se “exorcizan” de los pesares de la modernidad. ¿Qué significa para usted la ciudad, en estas historias para ser contadas, menciona a Cancún, México, Washington y New York. Si pudiera cortar un pedazo de cada ciudad para ser guardado en un cajón o en su cartera, ¿cuál escogería?

Y.P.___Para mí la ciudad es un nexo de convergencia en donde coincidimos para educarnos emocionalmente.  La vida es emociones.  La literatura es mi vehículo favorito para emocionarme y aprender vida.  De París escogería la famosa torre Eiffel, de Cartagena de Indias en Colombia escogería la muralla que permite que en las tardes los enamorados se besen, en Sevilla rescataría el pedacito de los barrios, la ciudad vieja, las casas antiguas. Londres me gusta porque en ella me perdí. Quito es sublime, Caracas una fiesta de sabores. En todas estas ciudades me he encontrado y he renacido.

5. V. S.  Una vez José Luis González mencionó que cualquier ser humano más o menos inteligente se siente extranjero en su propia piel. ¿Se ha sentido usted extranjera en su propio país, o por el contrario, su viaje por la vida de la escritura ha estado libre de prejuicios, de obstáculos o contratiempos?
Y.P
.____Mi viaje por la vida no ha estado libre de prejuicios, obstáculos o contratiempos.  Todo lo contrario. Escribo de temas que pocos quieren discutir precisamente porque las inequidades abundan.  Deseo fervientemente la igualdad de derechos de género, la igualdad y aceptación de las raíces afrodescendientes, la equidad para los emigrantes, la justicia en los casos de abuso a los niños.

6. V. S. ¿Qué cuentistas o novelistas la han “marcado”? ¿De qué formas lo han hecho?

Y.P.___Cuentistas que me han marcado: Julio Córtazar, Horacio Quiroga, Emilio Díaz Valcárcel, Ana Lydia Vega, Edgar Allan Poe. Novelistas que me han marcado: Luis López Nieves, Mayra Santos Febres, Doris Lessing, Toni Morrison, Mario Vargas Llosa, Susan Sontag, Mayra Montero. Me han marcado porque cuando los leí por primera vez, descubrí que definían el mundo desde el nivel más alto de originalidad.  Han sido autores que han dicho las cosas de forma tan novedosa, tan creativa, con tanta imaginación y con tanto dominio de la lengua, que me han hecho valorar grandemente el concepto de innovación en la escritura.

6. V. S. Cuando usted comienza a escribir esas primeras líneas de sus cuentos, ¿está pensando en una historia que ya la tiene delineada, o a veces se deja llevar por la inspiración y puede cambiar lo que ya tenía pensado?

7.Y.P.___La mayoría de las veces ya tengo toda la historia en la cabeza y lo difícil es arrancar con un inicio que atrape a mi lector, que le deje saber cuán valioso es este cuento por cómo empieza, y que a su vez refleje cuán valioso es ese lector para mí. Creo que al lector hay que homenajearle siempre.  Horacio Quiroga decía: “Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones.” Creo en el lector como razón de ser del escritor, es por ello que me tomo muy a pecho, muy en serio el inicio de cualquier escrito. Deseo que el lector sepa siempre que pienso en él como prioridad, es por ello que esas primeras líneas deben reflejar la adoración que les profeso. También decía el maestro Quiroga: “No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas.”  Además,  mi maestro y colega del Bogotá 39, Andrés Neuman, tiene una línea genial que lee: “En las primeras líneas un cuento se juega la vida; en las últimas líneas, la resurrección”. Por eso he adquirido la costumbre de saber a priori el final de mi narración.

 

8. V. S. La obra Las negras es un texto que invita y que alborota. En esta trilogía se presentan las historias de unas mujeres que luchan con diferentes métodos en contra de la esclavitud. Al principio del texto se lo dedica a unas mujeres importantes en su vida natural, tales como, a su madre y a Zulma. También menciona en su dedicatoria a las antecesoras bravías como Choco Orta, Mayra Santos Febres y Zaira Rivera Casellas, ¿Qué puede compartir sobre estas fortalezas personales y profesionales en su vida?

Y.P.___ Mi madre de adopción, es decir mi abuela, me hizo sentir siempre escogida, no abandonada. Ella es la razón por la que me he superado y he logrado tantas cosas. También le dedico la obra a Aurora, mi hija, gran Negra cimarrona de mi casta, por haberse parido de mi cuerpo. Mi hija de catorce años es una de las razones más importantes de mi existir.  Zulma Oliveras Vega, mi compañera de vida y de luchas, es un ser humano al que amo y admiro.  Ha ido a distintas partes del mundo a luchar en favor de los menos afortunados y ha protegido con todo su ser los derechos de los más débiles; Chiapas, Palestina y Vieques son solo algunos de esos lugares. Además, todos los días defiende la igualdad y la equidad del amor sexodiverso. Todos los días advoca por la libertad. Es una valerosa activista de derechos humanos. Las demás, Choco Orta, Mayra Santos Febres y Zaira Rivera Casellas, me han adoptado en el camino, y no paso por alto ni tomo a la ligera el extraordinario gesto de amor que ello ha requerido.  Han podido optar por otra cosa, y en vez, se han detenido en mí, se han tomado su tiempo para brindarme sabiduría en temas literarios y en temas de la existencia.  Orta y Santos Febres, por ejemplo, han sido testigos de mis lágrimas, han sabido consolarme y me han brindado el valor para volver a ponerme de pie. Junto a Rivera Casellas se han convertido en mentoras que me inspiran a querer hacer más y a replicar el acto que han ejecutado ellas mismas en mi vida.


9. V. S. También hace mención sobre unos historiadores que han dejado fuera de los anales de la historia a las mujeres negras. Y le da las gracias a las obras que la inspiraron, tales como: Esclavos rebeldes...de Guillermo López Baralt, Fe en disfraz de Mayra Santos Febres e Incidentes in the Life of a Slave Girl de Harriet A. Jacobs, entre otras. Estas obras mencionadas y la crítica a los historiadores que han dejado fuera a las mujeres, lo podemos considerar como un texto que subyace a su obra. Jacques Leenhardt de La Ecole de Hautes Etudes en Sciences Sociales en Paris, expone que: "La literatura desempeña un papel esencial en la elaboración de la historia-considerada esta vez como la modalidad temporal del vínculo social, ese nexo que vincula a las generaciones y a los individuos-, porque es la única en permitir que, en el plano imaginario, se escenifique en forma experimental, a manera de ficción, el teatro del tiempo y del vínculo social" (Leenhardt, 1997). Cree usted que los dos discursos, el literario y el histórico nos ayudan a comprender mejor a la sociedad?  Cómo?

Y.P.____ En efecto creo que los dos discursos, el literario y el histórico nos ayudan a comprender mejor a la sociedad y voy más allá, permiten que la sociedad vaya rehaciéndose a medida que se reflexiona sobre ambos discursos. Rudyard Kipling dijo una vez: "Words are, of course, the most powerful drug used by mankind.”  Por lo tanto, las palabras ejercen un cambio pudiera decirse que químico sobre nuestras acciones y pensamientos.  Modifican, modulan, influyen. Si las palabras comunes y corrientes hacen esto, la “palabra creativa” puede canalizar emociones de mejor manera que la “palabra histórica”.  La historia es el cuerpo y la literatura el corazón. En el prólogo del Quijote, Edición del IV Centenario, redactado por Mario Vargas Llosa, el premio Nobel dice: “La ficción va contaminando lo vivido y la realidad se va gradualmente plegando a las excentricidades y fantasías de don Quijote. El propio Sancho Panza, a quien en los primeros capítulos de la historia se nos presenta como un ser terrícola, materialista y pragmático a más no poder, lo vemos, en la Segunda parte, sucumbiendo también a los encantos de la fantasía, y, cuando ejerce la gobernación de la Ínsula Barataria, acomodándose de buena gana al mundo del embeleco y la ilusión.” He aquí, pues, que vemos como hasta los grandes autores reconocen el importantísimo papel de la ficción, de la literatura en general, aún dentro de un corpus ficcional literario.  Lo mismo hace Jorge Volpi en su libro “Leer la mente”.  Su tesis en él es la incorporación del elemento literario para afectar la realidad histórica.  Me fascina ese libro. Además, Jorge Volpi me adoptó con mucha ternura durante los días que durara el Congreso de Bogotá 39 en el 2007 y luego he sido su escolta cuando visitara la isla por el Festival de la Palabra. Hemos tenido oportunidad de tocar estos temas en actos formales y menos formales, y he llegado a la conclusión de que en efecto la palabra historia no podría subsistir sin la literaria. Nuestro cerebro necesita del embellecimiento que provee la segunda para poder aguantar la primera. Finalmente, me gustaría indicar que en días recientes la Revista Alter Cultura publicó un artículo titulado: “Literatura y neuroprogramación” donde establecía: “La neurociencia muestra que la ficción literaria altera y programa el cerebro humano; por otro lado, la realidad que experimentamos parece estar construida en su constituyente básico de lenguaje. Si el lenguaje programa nuestra mente y la realidad está hecha de lenguaje, es posible, entonces utilizar la literatura para embeber nuestra propia ficción en la realidad.” Esto es alimento para el pensamiento crítico, ¿no les parece?

10. V. S. Según su conocimiento, ¿cuáles son los requisitos mínimos que tiene que tener un cuento para tener la calidad necesaria de ser publicado?

Y.P._____Horacio Quiroga decía: “Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.”  Un cuento debe mostrar que ha sido elaborado con minuciosa pericia, no que se ha escrito de un tirón, o que sus ideas han sido colocadas al azar.  Publicadores, editores, correctores y demás profesionales de la industria saben esto y eligen los mejores cuentos de un escritor para un libro o una selección antológica. Un escritor serio, que se estime él mismo, nunca deberá decir frases tales como: “Escribí el cuento a última hora; Escribí sin estar satisfecho con el final; No era lo que quería escribir pero ahí va.” Ello demuestra total falta de compromiso y definitivamente esa manera de pensar se traduce a la calidad del cuento.  Los lectores también se dan cuenta cuando en un cuento no hemos puesto todo el mejor empeño. Entiendo que los requisitos mínimos que tiene que tener un cuento para tener la calidad necesaria de ser publicado son: inicio que atrape la atención, desarrollo de una idea original y única, personajes memorables, carencia de lugares comunes o clishés y ortografía impecable.


11. V. S. ¿Cómo impactó su quehacer literario el que fuera elegida como una de las escritoras latinoamericanas más importantes dentro de las menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la Unesco?

Y.P.___Fue un momento de crecimiento. Fue como haber ido a la universidad a tomar 38 cursos de creación literaria dictados por cada uno de los autores que me acompañaron.  Estudié sus estilos, sus técnicas, sus narraciones.  Estudié a sus lectores incluso. Hice entrañables amistades. El impacto fue que me brindó una visibilidad que de inmediato me lanzó a otros destinos: Cartagena, Sevilla, Madrid, Barcelona, Quito, Santo Domingo. Ello expandió mi círculo de lectores. Crecí, crecí muchísimo.

 12. V. S. Si pudiera enlazar o asociar una sola palabra a cada uno de sus libros, ¿cuál sería?
a. Ojos de luna- Denuncia
b. Origami de letras- Maternidad
c. Los documentados – Dolor
d. Historias para morderte los labios- Paternidad
e. Historia para morderte los labios - Paternidad
f. Cachaperismos: poesía y narrativa lesboerótica - Visibilidad
g. Caparazones - Amor
h. Medialengua: moitié langue, petits poème et des histoires - Francia
i.  Las negras- Ancestras



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Acerca de mí

Mi foto
Yolanda Arroyo Pizarro (Guaynabo, 1970). Es novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña. Fue elegida una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de Bogotá por motivo de celebrar a Bogotá como Capital Mundial del libro 2007. Acaba de recibir Residency Grant Award 2011 del National Hispanic Cultural Center en Nuevo México. Es autora de los libros de cuentos, ‘Avalancha’ (2011), ‘Historias para morderte los labios’ (Finalista PEN Club 2010), y ‘Ojos de Luna’ (Segundo Premio Nacional 2008, Instituto de Literatura Puertorriqueña; Libro del Año 2007 Periódico El Nuevo Día), además de los libros de poesía ‘Medialengua’ (2010) y Perseidas (2011). Ha publicado las novelas ‘Los documentados’ (Finalista Premio PEN Club 2006) y Caparazones (2010, publicada en Puerto Rico y España).

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