Me gusta leer sobre
mujeres asesinas. Estoy consciente de que mi naturaleza de mujer que por mucho
tiempo fue oprimida por el machismo, sexismo, el racismo y la violencia de género
me han llevado a preferir esas lecturas y esos personajes. Me encantan las
mujeres que dejan de ser víctimas en la vida real, y me disfruto las que desde
la ficción cometen actos de venganza en contra de aquellos quienes las
maltrataron. Por eso disfruté tanto 'Los locos mueren de viejos', novela de
Vanessa Núñez, publicada por La Pereza Editores.
No arruinaré el final
diciendo quién, de todos los personajes femeninos, es la asesina. Bastará saber
que el texto explora la relación disfuncional entre una joven y el mundo que la
rodea, ese que a veces no entiende. Ese que ha sido colocado hermosamente por
la escritora para que desde su talento y su artesanía diestra se no revele poco
a poco. Está ella, la protagonista, está la vecina, está la madre, está la
amiga de la madre-esposa a su vez del amante de la madre, en fin. Mujeres que deben
decidir entre ser solidarias o traicionarse. Mujeres que se contradicen, que
ganan y que pierden. Los hombres también los hay, y bien delineados; personajes
complejos muy bien estructurados. Recordé a Ray Bradbury cuando dijo: “Hago los
personajes para que vivan su propia vida dentro de la historia”.
La novela de Núñez entabla
reflexiones con el devenir de una hija y su madre, acaso la relación más
influyente de nuestras vidas y en algunos casos, la más jodida. El método de construcción
de la historia es tipo rompecabezas, lo cual fascina ya que el lector participa
activamente armando lo que se va conformando como el corpus. La lectura
clandestina de un diario y las interacciones sociales alrededor de amigas,
vecinos, novios, tíos y un sutil personaje incorpóreo ajustan y desajustan a la
protagonista hasta el punto de llevarla al límite. 'Los locos mueren de viejos'
es lectura recomendada para el lector sin prisa y que disfruta de los sorbos. Sus
capítulos son cortos y las secuencias fragmentadas y sin embargo, no deja cabos
sueltos. El libro puede adquirirse en Librería Mágica, Rio Piedras, Puerto
Rico.