Sobre borradores y manuales de auto ayuda
revolucionarios
Reseña sobre el libro ‘Borrador de auto-ayuda queer y
otros ensayos raritos’ de Lisette Rolón Collazo (Editora Educación Emergente,
2015)
Por Yolanda Arroyo Pizarro
¿Y si soy niña que se mira al espejo y no se encuentra?
Y no se encuentra por tu estúpida definición de ser niña, de tener que
servirte, de ser inferior…
“Lo que no soy”. Performance escrito por Yolanda
Arroyo Pizarro
y escenificado por Zulma Oliveras Vega
para el CLIQ Congreso De Literatura Queer 2015 en UPR
Carolina, PR
Jossiana
Arroyo, Elizabeth Crespo-Kebler, Efraín Barradas, Rubén Ríos Ávila, Jocelyn
Géliga, Lourdes Torres, Mónica Lladó, Arnaldo
Cruz-Malavé y Lawrence La
Fountain-Stokes son algunos nombres de críticos y cronistas que me han
hecho crecer en el entendimiento de lo que es la sexualidad anti
heteronormativa, la sexualidad combativa, lo queer. Y lo hacen desde el
panorama cultural artístico y literario puertorriqueño, uno de mis frentes
favoritos. Desde sus incursiones academicistas hasta sus opiniones certeras que
con cierta regularidad algunos publican por las redes sociales, estos nombres
son brújula y compás para seguirle el paso al mapa de las construcciones y
deconstrucciones orgánicas que se permean en los textos literarios con
resonancia LGBTQ. Lisette Rolón Collazo, quien desde hace años ya esboza una
denuncia contundente desde la gestoría de su editorial y la colección Queer-y,
a la misma vez que ‘la monta’con el congreso Del otro lao en Mayagüez, viene a convertirse en parte referencial
de ese grupo de valientes que pone por escrito un corpus teórico, vivencial y
confesional sobre lo queer puertorriqueño.
Su más
reciente libro ‘Borrador de auto-ayuda queer y otros ensayos raritos’ es
esencial para el entendimiento de lo que muchos llaman ‘el pato y la pata
boricuas’, ‘maricones y mariconas portorricensis’. Sabiéndolo, o sin saberlo, Rolón
Collazo ha construido uno de los libros más
importantes de las letras puertorriqueñas. Incluso la prestigiosa autora y reseñista
Marta Aponte Alsina ha dicho en días recientes lo siguiente sobre esta
publicación:
«Si
yo tuviera la arrogancia necesaria para hacer listas de libros "del
año", este libro estaría en mi lista. Sí creo tener el entusiasmo
necesario para reconocer a una escritora de gran aliento: Lissette Rolón
Collazo. Este libro tiene muchos pasajes, muchas entradas y fuentes teóricas;
lecturas, experiencias, afectos y pensamiento. No se notan las costuras porque
se conjugan en la vida de una autora brillante, que es también mujer valiente y
militante. De voces como la suya se ha servido siempre la nación
puertorriqueña, voces que ya no pueden silenciarse, porque silenciarlas nos
empobrece, nos disminuye, nos subordina. Pensemos en una nación queer, donde se celebren a plenitud la
vida irreductible, la excepción a la regla; pensemos en una nación con rasgos
gay, es decir, con vocación de alegría. Que viva Puerto Rico independiente. Que
viva Puerto Rico libre.»
Durante la presentación del libro el pasado viernes 11 de diciembre de 2015. |
En efecto,
he leído este ‘Borrador de auto-ayuda queer y otros ensayos raritos’ y me veo
reflejada en él. Toda mi bisexualidad, todo mi lesbianismo, todo mi
pansexualismo. Veo a mi comunidad, a los que se han ido y a los que se han
quedado; veo nuestras luchas, nuestras dolamas y nuestros aciertos. El “manual
de auto ayuda” de Rolón trabaja muy ingeniosamente y muy elocuentemente las
voces de la comunidad queer desde varios referentes necesarios y cuyas discusiones
aún necesitan ser vocalizadas.
Ángela
Alfarache en Identidades lésbicas y
cultura feminista ha dicho: “El lesbianismo puede ser un hecho subversivo y
de resistencia como forma de reacción y enfrentamiento con el poder”. Lo que
dicta Alfarache es corroborado en las 84 páginas del ‘borrador’ de Rolón
Collazo. Desde el prólogo en que se nos explica —muy a lo Paco Vidarte y su Ética marica— el uso y el contexto de la
palabra queer en suelo boricua (“lo queer engloba una multiplicidad de
prácticas contra-corriente que retan el sistema heteronormativo en toda su
amplitud y complejidad siniestra”), hasta el cierre del libro con el ensayo “De
la @ a la x”, dedicado a Gaddiel Ruiz Rivera porque este fue “el primero en
pedirme que escribiera sobre la @ y la x”. En él intercala los valores de la lingüística
a la hora de hacer revolución anti patriarcal.
La
autora y su idea del cuerpo, y del amor lesbiano y homosexual, como entidad que
se puede concebir para liberar un régimen hegemónico, edifica la identidad
sexual subversiva para que desde el cuestionamiento se libere a la sociedad de
la normatividad sexual represiva. Nos cuenta sobre las salidas del clóset,
sobre la enfermedad de gente queer ancianos, de parejas que son hospitalizadas
y a las que se les restringe el acceso por el asunto “ilegítimo” de no ser straight, el uso de los vocablos pata,
pato, marica, los ritos y el matrimonio igualitario, sobre la muerte y lo
profano-sagrado queer, etc.
Mónica
Lladó escribió sobre este libro para el periódico digital 80 grados una reseña
extraordinaria, de la que citaré lo siguiente: “Los ensayos ponen el dedo en
las llagas de la homofobia, la inequidad y la discriminación que en Puerto Rico
les niega a las personas sus derechos, solamente por amar, ser y estar desde lo
raro. Los escritos transitan por diversas reflexiones en torno a la injusticia,
el discrimen, y la violencia que se manifiestan en el ámbito de la familia y en
la sociedad, ya sea en la enfermedad, la vejez y hasta en la muerte.”(http://www.80grados.net/la-praxis-solidaria-de-lo-raro-en-borrador-de-auto-ayuda-queer-y-otros-ensayos-raritos/#sthash.mU3DrzYG.dpuf)
Mi
ensayo favorito del libro de Rolón es aquel de la página 48, no solo por la
emotiva dedicatoria, sino porque se trata de un planteamiento que me define. El
mismo se titula: “Discriminaciones que se niegan a decir su nombre”. El juego
del título para hacer referencia al libro Un
amor que se atrevió a decir su nombre. La lucha de las lesbianas y su relación
con los movimientos homosexual y feminista en América Latina de Norma
Mogrovejo me fascina por demás. En su ensayo, Rolón menciona: “La patería está
también maldita. No importa lo que se ha luchado y logrado: seguimos siendo
blanco de queerfobia cotidiana que campea por su respeto en todas partes, en
todas las instituciones, en todos los resquicios de esta bendita sociedad
hetero por decreto. De poco nos sirve que tengamos una que otra famosa a quien
tratan bien. Siempre abunda el insulto para la multitud anónima” (49). Acto seguido
añade: “si eres pata, negra, gorda, de clase media para abajo —bien abajo— y
vieja, para colmo, más te valiera no haber nacido. Y si además eres
independentista y libre pensadora, peor todavía. El coro de prejuicios se te
impone como una maldición de siglos. ¿Cómo se te ocurre existir en este mundo
tan blanco, tan esbelto, tan bien matrimoniado, tan de gente de bien, tan
conservador y colonial?”
Gracias,
Lisette, por estas letras necesarias.
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