¿Ya les conté porque soy fanática del Tequila Patrón? A parte de que llevo tequila en las venas, y de que la susodicha bebida se aclimata a mi cuerpo con la precisión que lo hacen las cremas aromáticas de Victoria Secret sobre la piel de mis hombros, o como el agua de playa en toda mi fisonomía, el Tequila Patrón es un gusto que me nace a partir de la película Vanilla Sky. O sea, siempre he sido tequilosa, pero en esa película (mi favorita), Tom Cruise se acerca al hombre grandote de la barra, un bartender rudísimo, y le pide: —Patrón, bitch.
Desde esa, añoro pedir el tequila de la misma manera. Quizás algún día se me dé.
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