Juan
Duchesne Winter sobre Yolanda Arroyo Pizarro (2010)
[El amigo peruano Guillermo Jiménez me envía la transcripción de
esta reseña que fue publicada en el 2010. Mil gracias a Guillermo, por habernos
conocido ahora en Perú, durante la Feria Internacional de Libros Lima 2013 y por haber tenido
el detalle de sacar tiempo para pasar en digital esta crítica, que a mucho
orgullo, me hicieran los amigos de Hotel
Abismo: Juan Duchesne Winter, Eduardo Lalo, Aurea María Sotomayor, Juan
Carlos Rodriguez, Noel Luna, Rubén Ríos Ávila y la tan añorada Mara Negrón.]
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El delirio
literario armado en las dos recientes colecciones de cuentos de Yolanda Arroyo
Pizarro, tituladas Ojos de luna e Historias paro morderte los labios,
recorre no ya épocas y lugares distintos, sino eras, eones, latitudes,
existencias apartadísimas, que sin embargo comparten una misma inclinación a
bregar con la situación límite. La amplia variedad de ‘casos’ que trabaja esta
autora no es, en rigor, inventada, pertenece al catálogo de encuentros del tipo
que nos depara la sociedad neoliberal globalizada en su fase runaway. El radar imaginativo de Arroyo
Pizarro detecta esos casos típicamente invisibilizados de lo extremo y les
proporciona la sustancia lenguajera que no tienen en su estado crudo, les da la
existencia que les niega la sociedad del espectáculo. Les da, en fin, realidad.
La tapa un tanto
fashion de Historias para morderte los labios no es demasiado justa con el
contenido, pero sí acierta al incluir una mariposa ensangrentada. La mariposa
es la psiquis potente de esta escritora, capaz de mimetizar un gran repertorio de
vivencias desgarradoras. En Ojos de luna,
un volumen pulcramente editado, el foco del narrador salta, como Psiquis, de
persona en persona, asumiendo las voces y conciencias abigarradas de: 1) “amazonas”
tainas del siglo XVI; 2) una esclava violada y mutilada del siglo XVII; 3) una
hebrea rebelde de la antigüedad; 4) una potencial rea de la Inquisición
medieval; 5) un hermafrodita zoofílico del siglo XXI; 5) una esposa maltratada
vecina de Virginia Woolf en Bloomsbury 6) y un niño convertido en discípulo sexual
de una señora casada. Esta mimesis que repasa el delirio de la historia desde la
perspectiva de los “vencidos” en verdad inventa subjetividades contemporáneas resultantes
de un devenir minoritario políticamente motivado y replantea el espíritu de rebeldía
radical que la historia suprime. El cuento más interesante del volumen quizás
sea “Moridero de olas”, que al reivindicar una especie de hedonismo terminal contrasta con la visión tan disciplinaria y
nihilista prevaleciente en otra obra con tema similar de Marlo Bellatin, Los
enfermos terminales de Salón de belleza, de Bellatin, se encierran en una
institución negadora de la vida, pero los enfermos de “Moridero de olas” se las
agencian para irse de crucero permanente por el archipiélago de Puerto Rico en
un velero de cabotaje manejado por ellos mismos, donde escapan de las trampas financieras
y deshumanizantes del sistema de salud neoliberal para “bregar” con la enfermedad
y la muerte dentro de una especie de comunismo turístico local que se sostiene
con los desechos marítimos de la industria turística transnacional. Yolanda Arroyo
Pizarro plasma aquí una alegoría de la resistencia a la colonialidad en el
Puerto Rico contemporáneo.
El otro volumen
de ella, Historias para morderte los
labios, es más disperso, variopinto y tal vez menos cuidado, pero se le
debe ver como un paréntesis experimental en el cual la autora parece buscar una
transición estética. Algunos relatos, como “Niña Bawana” retoman el delirio “tribal”.
Queda bien claro en este relato que Arroyo Pizarro no postula una nostalgia new age del holismo tribal. Una
jovencita africana y su amante occidental se niegan a aceptar la ablación del clítoris
que la “comunidad” pretende imponerle a ella. Los personajes “tribales” que
ella recrea e inventa buscan escapar a toda costa de la comunidad atávica que
parece aplastarlos, para reinventar otros pueblos y tribus que devienen aún más
minoritarios dentro de las minorías establecidas. Para ella la comunidad más
radical siempre es la comunidad de los amantes, que no es sólo una comunidad de
amantes románticos sino también una panoplia de uniones afectivas que rebasan
la sexualidad y que contagian políticamente el entorno social. Otros relatos
mimetizan las vivencias de una “narco-mula”; de una joven sexualmente atribulada
que asume el cuido de su padre moribundo; de una masturbadora compulsiva que
discute a Jacques Derrida en Starbucks;
de un ex presidiario autodesignado como ángel guardián de una activista legal
norteamericana en Puerto Rico... Hay fragmentos completamente delirantes donde
la voz narrativa personifica una fantástica ciudad de gárgolas que encarna el
caos urbano a través de los milenios. Otros asumen las voces de niñitos
maltratados en barriadas urbanas. La colección oscila entre el hiperrealismo y la
fantasía cyberpunk. Algunos pasajes
bordean el cliché new age, pero los
rescata una actitud de inconformidad que se distancia de la falsa armonía
terapéutica de la “nueva era”. Ningún texto es aburrido, por más que algunos
fragmentos dan la impresión de negarle al lector un desarrollo mayor que queda
latiendo en una inconclusividad tal vez gratuita. Pero el conjunto de los dos volúmenes no sólo promete, sino que cumple
a cabalidad y nos lega una aportación literaria notable. —JDW
Amazon.com:
Hotel Abismo 5: Literatura y crítica (Spanish Edition) (9781452877457): Juan R
Duchesne Winter, Aurea Maria Sotomayor, Mara Negrón, Noel Luna, Juan Carlos
Rodríguez, Eduardo Lalo, Rubén Ríos Ávila: Books
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Aurea María Sotomayor
Eduardo Lalo
Juan Carlos Rodriguez
Juan Duchesne Winter
Mara Negrón
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