La enigmática mujer vestía de negro y estaba descalza. Además, había solicitado que cualquiera que subiera a escena con ella, antes de acercarse a su circuito energético, debía hacer lo mismo. Por eso vimos a una Mayra Santos Febres que de modo reverente se quitó los zapatos para acercársele. Lo mismo sucedió con la alcaldesa de la ciudad de San Juan, lugar que la recibía en medio de un mar de trescientas personas. Carmen Yulín Cruz, descalza, le obsequió a Buika una artesanía de los Tres Reyes Magos con la monoestrellada en el fondo "para que nunca se olvide de Puerto Rico”.
Buika desgajó con sus distintivas notas y su garganta flamenca la pasión de los versos de su primer libro de poemas, “A los que amaron a mujeres difíciles y acabaron por soltarse” que musicalizó para el público puertorriqueño frente a la bahía de Viejo San Juan. La artista canaria hizo acto de presencia ante un cielo estrellado al final del Paseo de la Princesa, en donde una tarima con los logos distintos del Festival de la Palabra mostraban a un público ávido. La acompañó en su performance un percusionista con su cajón, porque sus nuevos versos entremezclan “diálogo y canto, preguntas y respuestas, dudas y certezas.”
Nos contó a
los allí presentes un poco de su procedencia pues, a pesar que reside en
Florida, creció en una comunidad gitana en la ciudad Palma de Mallorca, capital
de las Islas Baleares. Habló de sus amores y desamores, de la esencia ancestral
y primigenia de la vida, de la génesis de sus poemas y las fotografías tomadas durante
los últimos 10 años y que constituyen el libro. “Quería mirar la intimidad y el
mundo de afuera, desde adentro”, dijo en un momento dado y los tatuajes de sus
hombros nos acurrucaron como si de una nana se tratase. En esos tatuajes ella perpetúa el nombre de mujeres que la han marcado, incluidos los de su madre, tías y abuelas.
Buika fue
con nosotros los presentes teatral, flamenca, amplificó sus ya emblemáticos y
esperados quejíos, entró en diálogo con una jirafa adquirida en una de las
tienditas de la zona y hasta se puso un antifaz. “Aprendí de la poesía que
sirve como contendor de secretos”, dijo antes de interpretar lo que llama
“cantos de cocción”.
Frente al
público ensimismado y que le exigía a ratos que cantara Niña de fuego, y Jodida
pero contenta, Buika rindió homenaje a los organizadores del Festival de la
Palabra, a quienes llamó “locos”, admitiendo que “Puerto Rico es un país chiquito,
pero un gran país” y que el resto del mundo debía imitar las cosas hermosas que
desde aquí se logran: "echen un ojo y aprendan de los lugares chiquitos
como este”, invitó.
Los poemas de
su libro abarcaban temas de amor, justicia, equidad, aceptación y el
auto-descubrimiento. “Soy la suma de todos mis elementos”, “¿Soy porque hago,
hago porque soy?” y “Qué bien está todo cuando todo está bien,” fueron algunos
de los versos declamados.
El poemario
"A los que amaron a mujeres difíciles y acabaron por soltarse" es una
clara alusión a todos aquellos que hemos deseado y amado a mujeres, seamos
mujeres u hombres. La inclusión del elemento sexodiverso siempre ha estado implícito
en las letras de Buika. Recuerdo mi sorpresa al encontrarla hace siete años atrás
con la canción Mi niña Lola. Descubrir que era una mujer que abiertamente le
cantaba al amor de otra mujer me hizo admirarla de inmediato.
Al final, el
público la aplaudió de pie por un espacio de tiempo que demostró su admiración y
devoción a una mujer tan emblemática.
Como soy
miembro activo del Comité de Escritores del Festival de la Palabra, ella y yo compartimos
un aparte, justo al final de su recital. Nos abrazamos. Energéticamente su propósito
de vida se me fue develado en ese abrazo. Adoré de cerca sus formas y sus
tatuajes, y le hice una pregunta, aún respetando que ella siempre se ha negado a que la etiqueten, pero sabiendo que abiertamente ha dicho haber estado en una relación amorosa con otra mujer:
“¿Qué me
dirías si te pregunto cómo se debe amar, Buika? ¿Cómo una mujer como yo debe amar a
otra mujer como yo?”
Buika me
confirmó algo que ya sabía, pero que siempre es grato escuchar en personas tan
intensas como ella: “Apasionadamente”.
La cantante Concha Buika y la escritora Yolanda Arroyo Pizarro. Foto: Paxie Córdova |
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