Milena Agus es una autora que te brinca encima, juguetona, bulliciosa. Escribe en un tono que implica que la protagonista no lo conoce todo. Que no todo se le devela. Que incluso no importa saber. Su protagonista es la nieta y narra la historia de una abuela que necesita de “la cosa principal”, o sea, de la quintaesencia del amor. Es en ese desconocimiento de los hechos, del mal de piedras renal, de los dolores de apego y su falta, de la histeria que es catalogada de locura por la pasión que pulsa, por la pugna entre el cerebro y el abrir de piernas, que la abuela de nuestra protagonista se nos mete hasta por las uñas. Mujer atrevida, vigorosa, incomprendida. Los marchantes dejan de visitarla cuando se sienten intimidados ante esta italiana que les dedica poemas eróticos. La musa que se dispara por su intensidad no tiene bozal.
Agus se ha convertido en una verdadera revelación en Italia y en Latinoamérica gracias a que han traducido esta novela. Lo es, doy fe de ello. Su carisma es su pluma. De la obra se ha dicho:
“Mal de piedras es un pequeño tesoro, una novela en la que nada es lo que parece y cuya última página cambia el sentido de la historia. Su originalidad y ternura le están valiendo premios.”
“Uno de los aciertos de Agus ha sido elegir a una narradora joven que narra hechos que no necesariamente ha vivido y que por lo tanto puede contar con cierto distanciamiento sin dejar de identificarse. De ahí la sutileza en la estructura, en las relaciones psicológicas y en la voces sin estridencias, a pesar de que la novela gira en torno a algo tan escurridizo y “pasado de moda” como la felicidad, el amor y la locura.”
“Agus ha tejido una fina red geográfica, histórica, familiar y sentimental. Casi todos los personajes tienen sensibilidad artística, sufren la enfermedad de la locura y viven de amores inventados o fallidos. Un destino les une y lo viven con luminosa aceptación. Y si se sienten atraídos por el suicidio es porque forma parte de sus intensas vidas interiores. La prosa refleja perfectamente estos estados de ánimo.”
Agus se ha convertido en una verdadera revelación en Italia y en Latinoamérica gracias a que han traducido esta novela. Lo es, doy fe de ello. Su carisma es su pluma. De la obra se ha dicho:
“Mal de piedras es un pequeño tesoro, una novela en la que nada es lo que parece y cuya última página cambia el sentido de la historia. Su originalidad y ternura le están valiendo premios.”
“Uno de los aciertos de Agus ha sido elegir a una narradora joven que narra hechos que no necesariamente ha vivido y que por lo tanto puede contar con cierto distanciamiento sin dejar de identificarse. De ahí la sutileza en la estructura, en las relaciones psicológicas y en la voces sin estridencias, a pesar de que la novela gira en torno a algo tan escurridizo y “pasado de moda” como la felicidad, el amor y la locura.”
“Agus ha tejido una fina red geográfica, histórica, familiar y sentimental. Casi todos los personajes tienen sensibilidad artística, sufren la enfermedad de la locura y viven de amores inventados o fallidos. Un destino les une y lo viven con luminosa aceptación. Y si se sienten atraídos por el suicidio es porque forma parte de sus intensas vidas interiores. La prosa refleja perfectamente estos estados de ánimo.”
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