viernes, octubre 15, 2010

En las letras, desde Puerto Rico: Mairym Cruz-Bernal

En las letras, desde Puerto Rico: Mairym Cruz-Bernal
Por Carlos Esteban Cana

Dos poetas puertorriqueñas presentan en estos días sus nuevos títulos. Ana María Fuster hace lo propio, el sábado 16 de octubre en la Librería Mágica, con El Eróscopo: daños colaterales de la poesía, bajo el sello de Isla Negra Editores, y acompañada por una pléyade de escritores, entre los que se encuentran Eric Landrón, Emilio del Carril, Amarilis Tavarez, Mario Antonio Rosa, María de Lourdes Javier y José Caez. Por otro lado, el lunes 18 de octubre, el nuevo libro de Mairym Cruz Bernal, Ese lugar bajo mi lámpara, será presentado por Luce López Baralt, en el Ateneo Puertorriqueño. En una velada íntima que tendrá a María Juliana Villafañe como maestra de ceremonia y la participación especial del músico Enrique Cárdenas y del poeta Hamid Galib.

En una pasada edición de En las letras, desde Puerto Rico conversamos con Fuster Lavín acerca de su obra mediante unas Conversaciones fragmentadas. Hoy le toca el turno a Mairym Cruz Bernal, a quien he tenido la oportunidad de entrevistar en varias ocasiones, a lo largo de los años. Esta es la primera vez, sin embargo, que puedo publicar algún fragmento, y la misma corresponde a una conversación que sostuvimos en el 2007. Lo más seguro es que alguno de los poemarios, incluso la novela que menciona, han cambiado de título. Aún así quise dejar el aroma silvestre que destilan estos retazos… porque conservan, de alguna manera, el carácter espontáneo de nuestros encuentros.

MAIRYM CRUZ BERNAL: LA PERSONA QUE MAS VERDADES DICE CON CARA DE MENTIRA

Enferma de cáncer, un 25 de octubre, Alfonsina Storni deja su último poema escrito y se lanza al mar. Un 27 de octubre nace Silvia Plath, quien se suicida en 1963. Ocho meses después de ese suicidio, un 25 de octubre, nace otra poeta en Mayagüez, Puerto Rico. Se trata de Mairym Cruz Bernal.
No cree en la re-encarnación, ni mucho menos, pero esta poeta puertorriqueña es, como las escritoras antes mencionada, conocida en diferentes lugares del globo terráqueo. Su poesía ha sido traducida al esloveno, al macedonio, al italiano, al alemán, al croata y al inglés. Su primer libro, Poemas para no morir, fue publicado por la legendaria editorial Mairena, del poeta Manuel de la Puebla. Diez títulos más y 15 años después, esta escritora ha viajado desde Alaska a la Tierra del Fuego (lugar en el que siguió al pie de la letra la advertencia de un taxista: “Al fin del mundo –le dijo- se viaja solo”. Y con traje negro y largo, con su abrigo cálido, comenzó a desandar lo andado). Sus visitas a latinoamerica y a otras partes, para participar de congresos y otros eventos literarios -en los que ha difundido la poesía puertorriqueña- le han permitido conocer infinidad de escritoras y escritores con los que mantiene comunicación constante. Ella misma confiesa que sus escritos no hubieran sido lo que son sin los viajes.

En la última década del siglo XX dirigió el grupo artístico-literario Puertas. Ha nombrado a la generación del 2000 como la Generación Enlace. En el 2003, trajo a Puerto Rico el V Encuentro Internacional de Escritoras, en la que participaron 150 autoras (entre las que se encontraban, nada más y nada menos, que Gioconda Belli, Nancy Morejón, Gloria Mendoza, Angélica Gorodischer, Astrid Lander y Elizabeth Cazessús). Encuentro que permitió, además, el encuentro formal de un grupo de escritoras boricuas como Kattia Chico, Ana María Fuster Lavín, Mayda Colón, Maribel Sánchez Pagan, Madeline Millán y Belia Segarra. El mismo día que organizó la visita al famoso Flaming June del Museo de Arte de Ponce viajó con estas distinguidas visitantes a la húmeda matriz de las Cavernas de Camuy. Allí, cual sacerdotisa, ungió a cada una de las participantes con el agua fresca de una fuente rocosa. Y con el verso y la metáfora que le caracteriza conjuró bondades en las frentes femeninas. Ahora, dejemos que sea la propia poeta, Mairym Cruz Bernal, en sus propias palabras, quien nos dé trazos de su vasta obra.

La plegaria (fragmento)

Desde este púlpito,
quiero ser santa.
Así, separada para usted.
Entregada a esta piel
para que usted me tome.
Desde aquí,
crucifíqueme.
Mi cabeza
en la punta del madero
hacia la tierra.

de Alas de islas
Editorial Oveja Negra


En primer lugar
Todos mis poemarios pertenecen a una etapa de la vida. Alas de islas puede tener muchas alas en los poemas. Un hilo invisible que los une a todos, pero no tan claramente como Cielo pájaro, que lo acabo de terminar en febrero del 2007. Cielo pájaro es un poemario en el intento un mito nuevo para la mitología puertorriqueña.

Desde este balcón. Cielo pájaro.

Maribel Ortiz, estaba aquí y tomó una foto del cielo, un cielo que es tan azul, y ahí estaba Cielo pájaro. Con esa imagen, con esa foto que saca Maribel, nació por primera vez. Ella me la envía por Internet y es que lo veo, entonces escribo un pequeño verso y se lo mando a un amigo de Colombia, que con PageMaker mete ese verso dentro de la foto, y la envío por todo el mundo. “Ah, mi cielo pájaro/ mi niño azul”. Es el final y ahí empieza la semilla. Nino azul, niño muerto. En el final de las Siete muertes (que es parte de Alas de islas) también está ese niño muerto.

Poemas póstumos de Mairym Cruz Bernal

Yo misma voy a escribir una serie de poemas desde mi muerta. Esa es una idea tan grande, tan abarcadora que yo sé que Cielo pájaro se acabó porque ya estoy pensando en esos Poemas póstumos de Mayrim Cruz Bernal. Hay un yo que escribe, que está vivo, y desde el ataúd mira al idiota que la quiere besar después de muerta. Los poemas me van a tomar mucho, quiero estudiar sobre la muerte, sobre embalsamar, sobre las momias, para lograr algo interesante. No he leído nunca poemas póstumos de alguien vivo. ¿Quién dijo que todo estaba escrito? El tema de la muerte me está seduciendo para seducir a los lectores… Quiero entregar Cielo pájaro y Poemas póstumos de Mairym Cruz Bernal sin prisa.

Dualidad

A mí siempre me vienen duales las cosas. Siempre me han nacido dos libros a la vez. Alas de islas nace junto a Palabras para hacer un fuego, que está esperando a publicarse en Venezuela. Palabras para hacer un fuego, son poemas del fuego, un hombre a fuego lento. Y Enferma de mi deseo, como las Siete muertes, es un poema en 13 partes… Ese libro está al cuidado de Julio Ortega y espera por publicarse en México, y por otro lado tengo Ensayo de las cosas simples, libro que produje para Colombia.


La sabiduría del vacío o arte poética

la mano el cuerpo
la mirada con el ojo
más el vacío, adoremos el vacío
son los espacios los que le dan sentido a las cosas
los espacios entre las palabras
el espacio entre los senos
el grito dentro de la redondez de una boca
en el punto íntimo de la pequeña muerte
la tristeza contenida para el después
es el vacío lo que forma las cosas
la niebla de la mañana como agua calma de leche
la insondable profundidad de la idea de un átomo
cuando besas qué besas si no es un profundo vacío
la madrugada es un buen lugar para temblar juntos
mientras hablamos
la sabiduría de la mañana
va tomando la forma hermosa
del árbol de la ventana


de Ensayo sobre las cosas simples
Comun Presencia Editores


En linderos diferentes: la creación de una novela
En un sentido más concreto, la novela me ayudó a verme en un espejo, porque la novela es como un poema en 200 páginas… Como un poema mío largo… bien largo… de cartas… Esa novela me hizo tener claro lo que aspiro hacer en los poemas, entrar en la psiquis de esta mujer a quien yo quiero entender. Es como si hubiera otro yo dentro de mí, que ésta quiere entender y que, a la vez, entendiéndola, entiendo a mis contemporáneos, a las mujeres de afuera, y que me acerca además a entender a los hombres. Se titula No volveré a escribir tu nombre. Y la escribí desde un espacio de libertad muy grande. Yo soy muy libre en la escritura. No creo en la censura.

Para realizarla he tenido que examinar 30 ó 40 libretas con cartas de mi abuela, lo que me ha tomado cuatro años. Y cuatro años transcurren también en la novela, que contiene varias lecciones de vida. Hay partes en las que tuve que meditar sobre la vida en estos momentos de mi existencia. No es una novela que pude haber hecho a los 20 ó 30 años. Es, como dije antes, un poema largo.

El mayor reto en No volveré a escribir tu nombre

El problema es que estoy acostumbrada a trabajar un poema de una sentada, uno que sea de 2 ó 3 páginas. Pero trabajar un poema de 230 páginas, que lo voy limpiando paulatinamente, me traía conflicto; no era posible hacer las correcciones en el acto. Sin embargo, me sentía enamorada de la novela, enamorada de la protagonista, enamorada de la isla en la que ella nace, enamorada de la poesía, de la palabra, del nombre.

A veces, el resultado

Escribir una novela es un proceso creativo en el que prevalece la ficción. Lo que me salió, sin embargo, estaría más cercano a lo que podría llamar monólogos de la vida. Y nunca escribo si no estoy leyendo algo. Leo mucho. Cosas buenas. Buena literatura. La literatura me invita. Yo dialogo con la literatura. La literatura da profundidad a lo que tú vas a escribir. A veces pongo esos libros al lado de la computadora, para sentir que estoy acompañada simbólicamente por mis maestros. Pessoa o Rilke, o los poemas de Alejandra Pizarnik o cosas que me gustan, que entiendo que se parecen a mí. Gioconda Belli en su momento. Clarice Lispector más recientemente. Sí. Los tengo ahí al lado, y a veces abro esos libros para ver qué me tienen que decir. Yo dialogo activamente con mis maestras y maestros. El poema ha sido, a veces, el resultado de un verdadero diálogo con ellos.

Llueve

Llueve todavía, con truenos. Me gusta la lluvia, sin embargo, esa lluvia, ese temblor. Tengo fragilidad en el pecho. Soledad de piedrecita en el pantalón. Soledad de manos rotas. Me cuido hasta de tus palabras, las de un hombre como otros que no sabe con quien habla, como otros. Cuida de mí. No soy una sombra al lado de nadie. Soy justo la medida de una mujer. Y la defiendo. Porque yo sé estar sola. Pero el amor a solas se cansa del desborde. Cuida de mí. Hay cielo bajo la palma de su mano. ¿Dormirás? Vivaldi hace temblar tus pupilas dormidas en un REM mágico que recrea el día cansado. Duermes y como todo niño que duerme, vuelves a ser bueno. Y todo lo bueno duerme dentro de un niño.

de Canción de una mujer cualquiera
Editorial Diosa Blanca

Sin paráfrasis: Mairym Cruz Bernal ad verbatim

Yo soy la persona que más verdades dice con cara de mentira. Todo lo que escribo es verdad aunque tenga cara de mentira.

La patria del escritor es su lengua. Tú sientes que hay una patria grande, que nos une el lenguaje… La patria es la poesía.

Lo que valoro es la emoción de lo nuevo… Es ese libro que no ha salido primero. Tomarle el pelo a la vida. Mis hijos son lo más importante, después de ellos no hay nada más que ese poema que me invita a salir.

Poema libre. Poema sin censura. Ese poema que no se ha escrito.

La entrega, sin esperar nada a cambio, es lo que fortalece.

Cuando mejor escribo es cuando tengo un cansancio profundo…

Los viajes son abrazos… el encuentro con los amigos que no has conocido todavía.

Lo que he logrado en mi trayectoria no me quita la angustia… ese dejo que es el ser poeta. Yo soy una poeta maldita. No escribo desde la alegría.

Yo no me voy a suicidar, voy a hacer algo mejor. Voy a escribir mis poemas póstumos.

Son cosas que digo para jugar… Engaño para jugar… Pongo flores para jugar…


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Acerca de mí

Mi foto
Yolanda Arroyo Pizarro (Guaynabo, 1970). Es novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña. Fue elegida una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de Bogotá por motivo de celebrar a Bogotá como Capital Mundial del libro 2007. Acaba de recibir Residency Grant Award 2011 del National Hispanic Cultural Center en Nuevo México. Es autora de los libros de cuentos, ‘Avalancha’ (2011), ‘Historias para morderte los labios’ (Finalista PEN Club 2010), y ‘Ojos de Luna’ (Segundo Premio Nacional 2008, Instituto de Literatura Puertorriqueña; Libro del Año 2007 Periódico El Nuevo Día), además de los libros de poesía ‘Medialengua’ (2010) y Perseidas (2011). Ha publicado las novelas ‘Los documentados’ (Finalista Premio PEN Club 2006) y Caparazones (2010, publicada en Puerto Rico y España).

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