Esperando por conocerla
Por Yolanda Arroyo Pizarro
A menos de 48 horas de conocer a Ana María Matute
De joven leí sus ‘Los Abel’, una novela inspirada en la historia bíblica de los hijos buenazos de Adán y Eva, algo así como un preámbulo de lo que luego sería para mí el Caín de Saramago. Comparto con ella el amor a las letras y la insistencia por los desahucios. Como ella, me iba a morir de niña, a mis siete años de edad, aquejada por un ataque de asma que duraría un mes y del cual el médico de la familia nos avisó que sería el último. La niña Yolanda va a morirse, le dijo a mi mami, y ella, descreída como era de todo vaticinio que no le conviniera, dijo que no. Y así fue. No me morí.
Ana María Matute por su parte, no padeció de asma, pero sí de los riñones. A sus cinco años, tras haber sobrevivido una infección de riñón, la experiencia de rescate de la muerte la llevó a escribir su primer relato, ilustrado por ella misma. Años más tarde, a los ocho, volvió a padecer otra gravedad y la enviaron a vivir con sus abuelos. A sus 17 años escribió lo que se convertiría en su primera novela, ‘Pequeño teatro’ por la que la editorial Destino le ofreció un contrato de tres mil pesetas que ella aceptó.
Las obras de Ana María Matute tienen compromiso social, aunque las ha dotado de una universalidad casi neutral que para muchos significa la carencia de ideología política. Sin embargo, aquel aguzado lector, encontrará un mundo de iluminadas marginalidades, presto y a la espera de ser rescatado. Yo me muerdo las uñas, esperando no solo a que sus ojos descubran los míos, sino también anhelando que los míos se la coman viva.
1 comentario:
Hola Yolanda. Sigo tu blog desde hace poco tiempo y me encantó encontrar esta referencia de Ana María Matute. De ella he leído solamente "Primera memoria", una novela hermosa sobre esa niñez que se pierde. Un privilegio que la conozcas.
Abrazos de una vecina en República Dominicana.
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