Por Isaac Cazorla
Cuánto tiempo, amor, cuántos años sin sospechas estelares
Cuánta lluvia invisible, cuánto baño de luz
Otra vez, la hora. Ahora.
¿Quién intuye como yo de tu humedad oscura?
Hostia alada, carita encendida, maquillada, infiel esposa de la luz
Pez cautivo.
Selene mía, lienzo y lecho de ocasiones exactas
Eterna amante tú de mi celeste ciego
Eterno amante yo de tu ronda atrevida.
Duerme al calor, engáñalo conmigo, démosle la espalda
Seamos una vez más el dulce espectáculo de la gente:
Que preparen los cristales y que miren entre risas esta cópula furtiva
Esta cópula oscura.
Que lo escriban en su historia, en su ciencia, en su credo
Que lo comenten, nena, por las calles; que nos señalen
Que se inquieten los niños mirando al firmamento
Que lo expliquen los hombres, los sabios, los druidas, los poetas
Que nos acepten, princesa, como hacedores de la noche
Que cobijen, traviesos, cómplices, nuestra sombra
Que nos esperen alegres, con un coro alterno en los labios:
Tú sobre mi cuerpo: Eclipse de sol
Yo sobre el tuyo: Eclipse de luna
Julio 2006
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