martes, julio 28, 2009

Saboreando la sangre dulce de Giovanna Rivero



Giovanna y yo nos escribimos, luego de conocernos en la pasada Antología que Diego Trelles Paz reunió. Es adorable, y maldita. Maldita escribiendo. Escribe desde las vísceras, desde los ovarios hinchados. No deja que nadie le dicte ninguna norma. Rompe esquemas. Es buena, buenísima. Por aquí les dejo algo de sus huellas palabreras…

Sangre dulce
Por Giovanna Rivero

La cámara pestañeó dos veces. Su luminiscencia me hizo cerrar los ojos. En mi mente, el flash seguía arrojando relámpagos, si apretaba fuerte los párpados también podía ver soles y espirales. Silvia sonreía. Silvia era un murciélago feliz, el colmillo izquierdo le brillaba en la boca como un puñal diminuto. Su lengua asomaba por la ventanita que se formaba gracias al colmillo y a la ausencia de dientes delanteros.

-Cuando cumplamos onze, ezta foto noz va a dar vergüenza. Mi mamá ziempre dice que las fotos de loz ziete añoz dan vergüenza -dijo Silvia. Junto con las zetas escupía baba.

-¿Eso dijo tu mamá? Tu mamá está loca -dijo el padre de Silvia. Su padre venía una vez al año de algún lejano lugar de Sudáfrica, donde trabajaba como ingeniero de minas. No era, en verdad, un padre, un padre en el sentido total de la palabra. Pienso en mi propio padre y creo que jamás nos hubiera sacado fotos por el hecho de estar jugando en el patio, en calzones, picando gusanos con la navaja que le habíamos sacado a un tajador. Para el padre de Silvia todo era un paisaje, quizás porque venía de Sudáfrica y se asombraba de lo crecida que estaba Silvia. En secreto, yo me refería a él como Mr. Orange.

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Por Giovanna Rivero.
La cámara pestañeó dos veces. .... ahora sí y para siempre podría matar al irremediablemente imbécil de Mr. Orange.
PiedePágina • 2008.
www.piedepagina.com/redux/14/06/.../sangre-dulce/



Giovanna Rivero
(Santa Cruz, 1972)Estudió Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra. Actualmente, con el auspicio de la beca Fulbright-LASPAU, cursa una maestría en Lenguas Romances y Literatura en la Universidad de Florida. Su obra incluye los libros de relatos Nombrando el eco (1993), Las bestias (1997, Premio Nacional de Literatura), Sentir lo oscuro (2002), Contraluna (2005) y Sangre dulce (2006); la novela Las camaleonas (2001); y el libro de cuentos para niños La dueña de nuestros sueños (2002). Cuentos suyos han aparecido, entre otras, en las colecciones: Antología del cuento femenino boliviano (1997), The Fat Man from La Paz. Contemporary Fiction from Bolivia (Nueva York, 2000) Voces de las dos orillas. Antología multilingue del cuento contemporáneo de escritoras de occidente (Valparaíso, 2000), Antología del cuento erótico boliviano (2001) y Pequeñas resistencias 3: antología del nuevo cuento Sudamericano (Madrid, 2005). Sus relatos “El secreto de la vida” y “Dueños de la arena” obtuvieron el Premio de Cuento del periódico Presencia en 1993 y el Premio de Cuento Franz Tamayo en 2005, respectivamente. Su último libro de cuento, Tukzon, historias colaterales, acaba de ser publicado.

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Acerca de mí

Mi foto
Yolanda Arroyo Pizarro (Guaynabo, 1970). Es novelista, cuentista y ensayista puertorriqueña. Fue elegida una de las escritoras latinoamericanas más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de Bogotá por motivo de celebrar a Bogotá como Capital Mundial del libro 2007. Acaba de recibir Residency Grant Award 2011 del National Hispanic Cultural Center en Nuevo México. Es autora de los libros de cuentos, ‘Avalancha’ (2011), ‘Historias para morderte los labios’ (Finalista PEN Club 2010), y ‘Ojos de Luna’ (Segundo Premio Nacional 2008, Instituto de Literatura Puertorriqueña; Libro del Año 2007 Periódico El Nuevo Día), además de los libros de poesía ‘Medialengua’ (2010) y Perseidas (2011). Ha publicado las novelas ‘Los documentados’ (Finalista Premio PEN Club 2006) y Caparazones (2010, publicada en Puerto Rico y España).

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